Este sábado ha comenzado en San Nicolás el acto de veneración a Nuestro Padre Jesús de la Salud, de la Hermandad de la Candelaria, que tiene muy presente la situación por la que está pasando Ucrania al sufrir una invasión por parte de Rusia. El recuerdo a los ucranianos y la oración por la paz que todas las hermandades están llevando a cabo, por la que el propio arzobispo pidió en el Vía Crucis de las Cofradías del pasado lunes (ver), se simbolizan en la presencia de dos rosas, una azul y otra amarilla, colores de la bandera de Ucrania, colocadas entre las astromelias y claveles rojos del friso situado en la parte delantera del montaje.
La imagen del Nazareno, que lleva sus potencias de salida y la cruz procesional (está incluso el ángel cirineo del paso) se encuentra sobre una doble peana de madera dorada con dos guardabrisas en las esquinas. Y a sus pies hay también flores como las descritas anteriormente, que igualmente están en dos jarras del palio y en pequeñas jarritas del altar del quinario.
En las esquinas de la tarima forrada en color rojo que eleva al Señor en el presbiterio del templo, hay cuatro blandones de plata con cirios blancos. Y detrás, en el ya mencionado altar del quinario, vemos el dosel de cultos de la hermandad, que cobija el estandarte sacramental, un buen número de candeleros, dos bandejas, la peana y un paño lateral de los respiraderos del paso de palio, parte de la crestería de las andas del vía crucis del Señor de la Salud y el relicario que contiene una reliquia de San Nicolás de Bari.
En la base del altar hay un frontal de plata, mientras que todo el conjunto queda enmarcado mediante el cortinaje de damasco rojo que cubre por completo el retablo mayor del templo.
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