Con dos años de retraso por culpa de la pandemia (o más bien tres, ya que en un principio se iba a estrenar en 2019), el nuevo palio de Nuestra Señora de la Aurora, de la Hermandad de la Resurrección, se alza en la Iglesia de Santa Marina para estrenarse por fin por las calles el próximo Domingo de Resurrección.
Como se sabe, las caídas reproducen el diseño de Antonio Joaquín Dubé de Luque de las anteriores, que eran de aplicación y de una sola cara. Las nuevas están bordadas por José Ramón Paleteiro en oro y sedas sobre malla por las dos caras, enriqueciendo así el diseño original.
Pero más interesante aún, tras casi treinta años saliendo con un techo liso de terciopelo (primero rojo y después azul), es que también será novedad el techo, con bordados en oro y sedas de colores sobre malla, cuyo diseño también proyectó Dubé de Luque. Incluye la gloria y las cartelas de las esquinas bordadas en sedas en el taller La Egipcia, siguiendo el diseño de Carles Salafranca.
Este nuevo techo permitirá que entre mucha más luz sobre la Virgen de la Aurora en la, esperemos, radiante mañana del Domingo de Resurrección. La subida al paso de la imagen tendrá lugar tras el besamanos que se celebrará este domingo.
Hay que recordar que el retraso en la realización de este nuevo palio, cuando el anterior ya había sido vendido a la Hermandad de la Borriquita de Los Palacios, obligó a buscar un palio alternativo en 2019, saliendo con el de Garduño de la Virgen de la Estrella (ver).
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