Como culminación de los cultos habituales a Nuestro Padre Jesús de las Penas, la Hermandad de San Roque expone este fin de semana al Señor en lo que ha llamado piadosa veneración, como sustituto del tradicional besapié.
Para ello, el Nazareno que tallara Antonio Illanes se muestra sobre las andas del vía crucis, que se presentan adornadas con claveles rojos, flores que vemos también repartidas en seis jarras del paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza colocadas en distintos puntos del altar. El Señor de las Penas, sin corona de espinas ni potencias, está vestido con la túnica de terciopelo burdeos bordada en oro por Fernández y Enríquez en 1994.
Junto a las andas vemos dos de las jarras mencionadas sobre sendos pies de base cuadrada de color rojo con apliques de madera dorada, mientras que detrás, ante un cortinaje de damasco rojo que cubre el retablo se sitúa el dosel de la hermandad sobre una estructura con parte de los antiguos respiraderos del paso de palio.
Delante del dosel está la cruz de guía, así como las otras cuatro jarras del palio, también sobre pies de base cuadrada, y un total de diez candeleros con cirios de color blanco. Y en los laterales hay un par de ciriales.
Finalmente, hay que mencionar que más adelantados, a un lado y otro del presbiterio alto de la parroquia, se encuentran colocados el estandarte sacramental en el lado izquierdo, y el guión sacramental en el derecho, ambos entre parejas con blandones de madera dorada y policromada.
Mañana, domingo, tras la misa de las ocho de la tarde, tendrá lugar el vía crucis con la imagen del Señor llevada en andas por el interior del templo parroquial de San Roque.
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