lunes, 17 de abril de 2023

DOMINGO DE RAMOS 2023: LA HINIESTA ABRE A SU PESAR UNA JORNADA DISTINTA

Llegaba el Domingo de Ramos, un día marcado por los cambios de orden de paso de sus cofradías por carrera oficial. La Hiniesta, la Paz, la Amargura y la Estrella estrenaban nuevo puesto en el día, para enfado de la primera y recelos de la Cena, que se pasó la tarde acusando por redes sociales a la de San Julián de no dejarla avanzar, tanto en Campana como en la salida de la Catedral. 
El caso es que la jornada acabó con retrasos, como acostumbra. Si la solución está en un cambio de orden, no parece que el de 2023 sea el que la vaya a aportar. Por no hablar de la entrada excesivamente tardía de la Estrella. Aunque, en este caso, hay que decir aquello de que sarna con gusto no pica.
Pese a pasar de ser la tercera a la quinta de la jornada en carrera oficial, la Paz no varió su hora de salida con la intención de seguir siendo la primera en salir; un ¿honor? al que no quería renunciar. Pero resulta que se adelantó la Hiniesta, que tenía previsto poner su cruz de guía en la calle a la una de la tarde, dos horas antes de lo habitual, y lo hizo con un cuarto de hora de antelación, aunque se quedó bajo la ojiva del templo sin moverse. 
La razón al parecer está en el gesto con los hermanos de mayor edad, situados frente a la puerta, de dejarles contemplar desde la calle el movimiento del paso del Cristo de la Buena Muerte en dirección al paso de palio a los sones de "Hiniesta", de Peralto. Fuera por lo que fuera, la cruz de guía de la Hiniesta inauguró, muy a pesar de su hermandad, el Domingo de Ramos de 2023.
Tardó en ponerse en la calle la cofradía con su largo cortejo. Por fin, salió a la calle el Cristo de la Buena Muerte con la Magdalena a sus pies. Todo parece clásico en este paso; desde el exorno floral, con los claveles rojos y el friso de lirios, hasta la música, a cargo de la Agrupación Santa María Magdalena de Arahal. Muchos parecen haber descubierto recientemente a esta formación por haber acompañado a otro paso el Sábado Santo. Y eso que lleva casi medio siglo tras el Cristo de la Hiniesta...
A su paso por la calle Madre Dolores Márquez, junto a San Julián, la agrupación enlazó dos clásicos, como son "Virgen de las Angustias" y "Sagrada Cena". Y luego, para un lento giro en la Puerta de Córdoba muy bien trabajado por la cuadrilla que comandan los Ariza, fue el turno de "Dios de Esperanza".












Y tras las largas filas de nazarenos del paso de palio, con esos capirotes azules que parecían reflejar el despejadísimo color del cielo, llegaba el paso de palio de la Hiniesta Dolorosa, con los bordados azul y plata contrastando con las rosas de color rosa, fresias blancas y alhelíes tono salmón que lo adornaban. 
La Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor volvió a hacerse cargo del acompañamiento musical de la Virgen de la Hiniesta, para la que en la Puerta de Córdoba interpretó la marcha "Hiniesta Dolorosa".












Y de Córdoba a Jerez. O dicho de otro modo, de las inmediaciones de la Iglesia de San Hermenegildo a la Puerta de Jerez, por donde lentamente (porque está claro que salió antes de lo que podría haberlo hecho) alcanzaba el centro la Hermandad de la Paz. Dos chavales, trajeados y encorbatados por decisión propia, se quejaban del intenso calor, hasta el punto de que uno de ellos confesaba estar pasándolo mal. No era para menos. Las zonas de sombra estaban muy codiciadas en un espacio amplio como es la Avenida de Roma, en la que se detuvo el paso de Nuestro Padre Jesús de la Victoria tras abandonar Palos de la Frontera.
Vestía este Domingo de Ramos la túnica estrenada en 2012, diseñada por Fernando Aguado y bordada en oro sobre terciopelo rojo por Manuel Solano. Además, era novedad el cíngulo, donado por el grupo de camareras del Señor. La Agrupación Musical de la Encarnación interpretó "Oh, bendita Estrella" por la Puerta de Jerez, y luego "Oración" mientras el misterio seguía por la Avenida de la Constitución a los numerosos nazarenos blancos de botonadura y cíngulo rojos.


















Y mientras el Señor de la Victoria caminaba por la avenida, el paso de palio de María Santísima de la Paz acababa de dejar atrás el recinto del Parque de María Luisa y se disponía a comenzar a recorrer Palos de la Frontera. Diversas flores blancas, entre ellas unas llamativas orquídeas, adornaban este palio que ha entrado ya en tiempo de descuento de cara a la realización del nuevo conjunto de caídas y techo aprobado por los hermanos.
A su paso por las inmediaciones del Rectorado, la Banda de Música Santa Ana, de Dos Hermanas, interpretó "Virgen de los Estudiantes". Por si no lo había pillado, un hombre explicaba el guiño musical a su acompañante. "Es que está pasando por la Universidad", decía el hombre. "Ah, claro".












"Uy, es que está ahí la Policía; no te van a dejar pasar". Las excusas que a los que se saben mover por la ciudad en Semana Santa les dan quienes gustan de esperar y esperar y esperar (muchos sentados en sillitas) para no dejarles pasar es larga. "Ya verás cómo sí", le contesté. Y efectivamente, a los agentes que iban delante de la cruz de guía de la Hiniesta en la plaza del Duque les dio exactamente igual que yo cruzara al otro lado para continuar mi camino por Javier Lasso de la Vega.
Por cierto, el parón que se comió la Cena en esa calle fue enorme. Pero, ¿cómo puede ser si el día no había hecho nada más que empezar? La clave la dio un costalero de la propia cofradía de Los Terceros que decía no comprender por qué habían salido antes que otros años si su orden de paso era el mismo de siempre...
Estábamos, por tanto, en la Hermandad de la Cena, cuyo paso de misterio estrenaba la vestimenta del apostolado, diseñada por Antonio del Castillo, que también ha participado en su confección junto a Antonia Pérez Linares, Amparo Rodríguez Salazar, Pilar Pérez Linares e Isabel Román Juliá. El resultado ha sido un conjunto distinto en cuanto al colorido, pero sobre todo en lo que se refiere a los tejidos utilizados. El Señor de la Cena, por su parte, llevaba una túnica blanca con un mantolín rojo bordado.
Lo que sí resultó clásico al máximo fue el exorno floral, a base de claveles rojos, además de rosas del mismo color en las jarras de las esquinas; todo ello salpicado de espigas de trigo. Hay que recordar, por cierto, que la última vez que vimos este paso en las calles fue en el Corpus, cuando salió el misterio al completo (ver y ver). En el giro de Laraña a Orfila, la Banda de Cornetas y Tambores de Las Cigarreras interpretó "Esa espina de tu cara".
















Y en Laraña estaba también, dado que el parón obligó a comprimir la cofradía, el paso del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, adornado como siempre con lirios morados, además de otras especies de colores diversos alrededor de la imagen.
La Escolanía Salesiana de María Auxiliadora iba delante del paso en el que Jesús medita resignado sobre lo que está por llegar: su crucifixión y su muerte. No es casual que esta imagen tuviera como sede en su origen el antiguo Hospital de San Lázaro, dedicado a tratar, o más bien a acoger hasta el final, a los enfermos de lepra.














Finalmente, desde la calle Imagen llegó hasta la plaza de la Encarnación el paso de palio de Nuestra Señora del Subterráneo, cuya primera tanda de la candelería recordaba la celebración del LXXV aniversario del voto realizado por la Hermandad de la Cena en defensa de la proclamación de la Realeza de María, lo que finalmente sería aprobado por el Papa Pío XII en 1954.
Unos enormes claveles rosas, como manda la tradición, adornaban este paso de palio que por segundo año fue comandado por Antonio Santiago y por su hijo. Y no dos años, sino muchos más son los que lleva sonando tras este palio la Banda de Música del Maestro Tejera, que por esta zona tocó "Virgen de los Negritos", seguida luego por "Pasan los campanilleros".










Nos dirigimos ahora hacia los alrededores de la Catedral, porque las primeras hermandades del día están ya encarando sus caminos de regreso una vez realizadas sus estaciones de penitencia. Es lo que hacía a esa hora la primera parte de la Hermandad del Amor. 
Los pequeños nazarenos blancos de la Borriquita volvían hacia la Iglesia del Salvador antecediendo al paso de la Entrada en Jerusalén, donde lo clásico desde el punto de vista floral no está en las especies en sí, sino en su color: siempre rosa. En este caso, las flores utilizadas fueron jacintos, rosas de pitiminí, ranúnculos, claveles, hypericum, astilbe y orquídeas.
La Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora del Sol acompañó un año más al misterio de la Borriquita, que desde la plaza de la Virgen de los Reyes tomó la calle Cardenal Carlos Amigo, y de ahí pasó a Alemanes a los sones de "Virgen del Mayor Dolor".














Y tras la Borriquita, salió de la Catedral la Hermandad de Jesús Despojado, que buscó la plaza del Triunfo. Llamó la atención la nueva túnica del Señor, de terciopelo liso de color buganvilla, un regalo de los miembros de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes que son hermanos de la corporación, mientras que el cíngulo fue donado por otro grupo de hermanos.
Lo curioso fue la forma en que se le colocó la túnica, confeccionada por José Antonio Grande de León, al Señor, dado que la tenía puesta casi del todo, dejando al descubierto únicamente su hombro izquierdo y parte del pecho. No fue algo casual, ya que en sus primeras estaciones de penitencia poco después de la fundación de la hermandad solía salir a las calles más o menos así.
Por la plaza del Triunfo sonó tras el misterio "La saeta". Quienes tocaban en ese momento eran los miembros de la formación juvenil de Virgen de los Reyes, a quienes sustituirían los mayores en la calle Santo Tomás. Pero antes, los pequeños demostraron que la agrupación tiene futuro interpretando "La Esperanza de María". Ya en Santo Tomás se produjo el relevo con "Costalero".



















Por su parte, la Virgen de los Dolores y Misericordia, acompañada de San Juan Evangelista, terminó su recorrido por la plaza del Triunfo y buscó la calle Santo Tomás a los sones de "Virgen de la Paz"; y no porque justo detrás fuera la cofradía del Porvenir por aquello del cambio de orden.
En esta calle, junto al Archivo de Indias, se produjo un relevo de costaleros y, tras una primera chicotá a tambor de quienes acababan de entrar, el palio cruzó la Avenida mientras la Banda de Música del Liceo de Moguer ejecutaba una magistral interpretación de "Sé siempre nuestra Esperanza".















Triana cruzaba por vez primera el Guadalquivir con la Hermandad de la Estrella, que estrenaba orden de paso por carrera oficial: del séptimo al octavo lugar, lo que implicó que la entrada del palio se llevara a cabo a eso de las cuatro de la madrugada.
El paso del Señor de las Penas concentraba diversas novedades, como los nuevos ropajes de las figuras secundarias, confeccionados por Francisco Carrera Iglesias. No, no es que se me haya traspapelado un estreno de 2022 y haya acabado por error en 2023. Es que la hermandad que hace unos años estuvo a punto de aprobar la realización de un conjunto nuevo para acompañar al Señor, ha encargado por segundo año consecutivo unos ropajes al mismo bordador.
En cuanto al Cristo, ha salido este año con las manos atadas con una soga y con una corona de espinas realizada por Manuel Ballesteros que ha sido donada a la imagen por un grupo de hermanos de la Estrella. Desde una abarrotada calle Reyes Católicos, el paso discurrió por la Puerta de Triana hacia San Pablo con la marcha "Pilatos a Jesús" a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de la Presentación al Pueblo de Dos Hermanas.
En lo que se refiere a las flores de tonalidad morada que adornaban el misterio, podíamos ver jacintos, lirios, brunias, rosas, leucadendron, allium, calas, limonium, eryngium, yedra y romero.











Un gran número de nazarenos más atrás, cruzaba el puente el paso de palio de María Santísima de la Estrella, que este año ha utilizado las caídas y el techo de Juan Manuel Rodríguez Ojeda; el conjunto que en origen cobijó a la Esperanza Macarena. Este año estas piezas han sido sometidas a un proceso de limpieza por parte de Concepción Moreno Galindo. Además, la hermandad ha salido con los antiguos varales, labrados por Emilio García Armenta en 1955 y que pudimos ver hasta 2010, el año del CDL aniversario fundacional, cuando además se recuperó el empleo de cera rizada en este paso.
Ante el paso de palio, en medio del puente, se dedicó una levantá a una niña de nombre Estrella, así como a su hermano David. Poco después, el palio alcanzó el Paseo de Colón y cruzó hacia Reyes Católicos con la marcha "La Estrella en Sevilla". Luego el palio, adornado con rosas, fresias, jacintos, hypericum, gladiolos, rosas de pitiminí y pequeños claveles, siguió con "Pasan los campanilleros", "Coronación" y "Macarena", de Abel Moreno.



















Salió más tarde de lo previsto para intentar reducir las consecuencias del retraso que iba arrastrando la jornada. Pero le sirvió de bien poco. Veinte minutos, y no es una forma de hablar, es literal. Veinte minutos estuvo parado en la calle Orfila, ante la Capilla de San Andrés, el paso del Santísimo Cristo del Amor. Para hacernos una idea, es lo que dura un capítulo de una típica comedia de situación americana. Desde el principio hasta el final.
Pero no parecía muy cómica la situación para un cortejo que ya había salido a la calle más tarde de lo que marcaban los programas de mano y, pese a eso, soportaba ahora un largo parón en su llegada a la carrera oficial. Aunque, lo dicho: una novedad no es. En absoluto.
El Cristo del Amor, que sigue esperando su más que necesaria restauración, iba sobre un paso adornado con un clásico monte de claveles de color rojo intenso; o, como se suele llamar, rojo sangre de toro.









El que ya no tiene que esperar más, y mira que ha esperado, es el manto de Nuestra Señora del Socorro, una magnífica obra de Concepción Fernández del Toro (1953-1957) diseñada por Joaquín Castilla. Manuel Solano se ha ocupado de su restauración, mientras que el IAPH se ha encargado de la toca de sobremanto de malla, que va unida al manto, y de la saya de tisú blanco bordada en oro (1958) del mismo diseñador y la misma bordadora del manto.
El resultado ha sido la recuperación de un conjunto espectacular, que como complemento floral ha contado este año con fresias, jacintos blancos y pittosporum. Desde la calle Cuna al inicio de Orfila, la Virgen del Socorro llegó con la marcha "Hiniesta" y después se detuvo ante la capilla de la Hermandad de los Panaderos, a la que se dedicó la siguiente levantá. Luego, el palio se marchó hacia Javier Lasso de la Vega a los sones de "Margot" a cargo de la Banda de Música María Santísima de la Victoria.









Entre el retraso del día y el cambio de orden de paso de algunas cofradías, la calle Cuna que acababa de despedirse de la Virgen del Socorro daba poco después la bienvenida a la cruz de guía de la Amargura, que desde la plaza del Salvador se adentraba ya en ella en su camino de vuelta a San Juan de la Palma.
El paso de Nuestro Padre Jesús del Silencio ha cambiado este año su exorno floral habitual de claveles rojos por los lirios morados. La última vez que salió así a la calle fue en el Santo Entierro Grande de 2004, por lo que es fácilmente interpretable esta elección floral como un guiño en este año en el que el paso de palio iba a participar en la nueva edición del SEG el Sábado Santo.
Siguiendo ese repertorio controlado por la hermandad de la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas, el misterio discurrió por la plaza del Salvador con las marchas "Silencio blanco" y "En manos de Jesús". Con esta última se metió en Cuna.





En cuanto al paso de palio, no hubo sorpresa y llevó claveles blancos. Desde la calle Francos, salió a Villegas (calle, por cierto, llena de basura en los laterales de la calzada, junto a las aceras) con la marcha "Sevilla cofradiera", interpretada por la Banda del Carmen de Salteras. Y poco después, ya en la plaza del Salvador, fue el turno de la composición más interpretada cada año tras este palio: "Amarguras", el considerado como el himno oficioso (oficial el día del Pregón) de la Semana Santa.
Por cierto, que las malas formas de un policía nacional empujando a un niño que no molestaba en absoluto en la confluencia de Francos con Villegas para que se echara hacia atrás, en una zona que no alcanzaba ni siquiera la categoría de bulla, sobraban. Como también el enfrentamiento de algunos de sus compañeros con un nazareno de la propia hermandad. Si eres policía y estás en Sevilla en Semana Santa, lo mejor es que te relajes un poquito...









Y abandonamos el centro por la Puerta Osario hacia la calle Recaredo. La cruz de guía de la Hermandad de San Roque acababa de salir de la calle Guadalupe y se encaminaba a su templo para empezar a poner fin a su estación de penitencia.
Tras los tramos de nazarenos de capirote morado, apareció en la Ronda el paso de Nuestro Padre Jesús de las Penas, vestido este año con una túnica lisa de terciopelo de color burdeos. A los sones de "Maestro" y de "Cirineo pa tus Penas", el paso salió a Recaredo acompañado por la Banda de Cornetas y Tambores Esencia.
Luego se encaminó a la plaza de Carmen Benítez con "Sobre los pies te lleva Sevilla", llegando con ella hasta la altura de la puerta del templo. El capataz, Carlos Villanueva, quiso dedicar la última levantá en la calle al hermano mayor de San Roque, Alfonso Medina de la Vega, al que dijo tener "muchas cosas personales que agradecerle".
La última marcha que la Banda Esencia tocó para el Señor de las Penas fue "Silencio blanco", tras la que el paso entró en San Roque con la Marcha Real.













Los capirotes de los nazarenos tornaron a verdes para el cortejo de la Virgen. En estas hermandades es más fácil responder a la típica pregunta que uno se hace cuando se encuentra con una cofradía que va buscando: "¿Habrá pasado ya el Cristo?". 
Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, con su palio adornado como el de la Amargura, con claveles blancos, venía por la calle Guadalupe, donde hubo un relevo de costaleros, y salió luego a la Ronda con "Como tú, ninguna". La principal novedad de esta dolorosa para el Domingo de Ramos en realidad ya la vimos en la salida extraordinaria del pasado 12 de octubre (ver); la restauración y enriquecimiento de la corona de García Armenta (1947) por parte de Orfebrería Ramos. Además, el taller Cyrta ha restaurado el escudo de la hermandad que lleva la Virgen en el pecherín.
A la plaza de Carmen Benítez llegó el paso de palio con la marcha "Tú eres el orgullo de nuestro pueblo", que fue enlazada con "Pasan los campanilleros" mientras giraba para colocarse ante la puerta del templo. Cuando el palio se detuvo, la Banda de la Cruz Roja interrumpió la marcha. Y lo mismo hizo después con el "Ave María" de Vavilov cuando el palio entraba en su casa. Sonó entonces el Himno de España cuando pasaban veinticuatro minutos de la una de la madrugada.













Aún quedaban cofradías en la calle, y sobre todo aún quedaba bastante para la entrada de la Estrella. Pero el Domingo de Ramos llegaba poco a poco a su fin y daba paso a un Lunes Santo que iba a desquitarse de la decepción de la lluvia de 2022.

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