martes, 12 de septiembre de 2023

LA VIRGEN DE LOS DOLORES RECORRIÓ EL CERRO EN SU ROSARIO DE LA AURORA


A veces se utiliza muy alegremente el término rosario de la aurora para referirse a cualquier rezo del rosario que tiene lugar por la mañana. Pero no; la aurora no es la mañana. La aurora se da en la amanecida y eso es lo que viven los cofrades del Cerro del Águila con su Virgen de los Dolores en su rosario, éste sí, de la aurora, que en su edición de 2023 tuvo lugar este domingo.
A las siete de la mañana comenzaba a salir el cortejo de este culto, que es el primero de los que se desarrollarán durante el mes de septiembre en honor a la dolorosa que Sebastián Santos Rojas talló en 1955. La cruz parroquial entre ciriales abría el cortejo; detrás iban dos tramos de hermanos con cirios blancos, estando el segundo encabezado por el libro de reglas. Luego veíamos la representación de la Hermandad del Rocío del Cerro y el estandarte corporativo de la propia cofradía de los Dolores.





Para el rosario de la aurora, la Virgen de los Dolores fue vestida con un manto de terciopelo rojo con bordados en oro y una saya de la misma tonalidad de Francisco Carrera. Sobre la cabeza lucía su antigua corona de salida, la realizada en plata de ley sobredorada por Villarreal en 1969. En el pecherín tenía un puñal de plata dorada de los Hermanos Delgado, un broche con su advocación y un camafeo. Además, en la mano derecha llevaba un pañuelo y en la izquierda un rosario regalo de la Hermandad de San Bernardo.
Desde la calle Nuestra Señora de los Dolores, el itinerario seguido este año llevó a la dolorosa a Afán de Ribera (primer misterio), para seguir por Galicia (segundo), Lisboa (tercero), Juan Talavera Heredia, Afán de Ribera y Juan Castillo Sánchez (cuarto). Desde ahí, llevada siempre por hermanas de la corporación, tomó la calle dedicada al párroco Antonio Gómez Villalobos, donde se rezaría el quinto de los misterios gloriosos.





































Dos grandes mazos de nardos en las esquinas delanteras y rosas blancas a los pies de la Virgen y en los laterales adornaban las andas de la dolorosa, que contaban también con los ángeles portando faroles que van entre los varales de su paso de palio.
Desde Párroco Antonio Gómez Villalobos, la Virgen de los Dolores giró a la calle Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono, donde se rezaron las letanías del rosario, seguida siempre por multitud de vecinos y sobre todo de hermanas que se iban relevando portando las andas; unas andas que no contaban con llamador y que en sustitución de éste se movían o se paraban mediante los golpes que el hermano que ejercía de capataz daba con su vara en el suelo.




















El Coro de Campanilleros Santo Domingo, de Bormujos, volvió a acompañar un año más con sus cánticos a la Virgen de los Dolores, que salió nuevamente a Afán de Ribera antes de regresar a su calle para entrar en la parroquia.
En el atrio las andas se dieron la vuelta y los encargados de llevarlas definitivamente al interior fueron los integrantes de la junta de gobierno.
































La Virgen de los Dolores recorrió de espaldas la nave central de su templo y quedó definitivamente detenida en el lado derecho del presbiterio, junto al estandarte corporativo. Minutos más tarde, comenzó la misa de las nueve y media de la mañana con la que se cerró este nuevo rosario de la aurora de la dolorosa del Cerro.
Los cultos continuarán con el triduo entre los días 14 y 16, la función principal de instituto el 17, el besamanos del 23 al 25, el sábado 23 también la vigilia de jóvenes ante la Virgen y el 24 la presentación de los niños bautizados en la parroquia en el último año.



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