La Hermandad de Nuestra Señora de los Desamparados del Parque Alcosa vio anoche cumplido el sueño de tener a su dolorosa presidiendo la parroquia, donde permanecerá ya de forma permanente. Coincidiendo con la festividad de San Francisco de Asís, fiesta principal para los franciscanos conventuales que regentan el templo, y durante la función solemne en su honor, el obispo auxiliar Teodoro León Muñoz fue el encargado de bendecir tanto el altar, como el retablo y el sagrario.
El retablo que ahora acoge a la Virgen de los Desamparados de Alcosa es el mismo que hasta el año pasado albergaba a María Santísima Madre de los Desamparados, de la Hermandad de San Esteban, antes de ser sustituido por el actual (ver). La cofradía del Martes Santo tuvo a bien donar esta obra a la de Alcosa, de forma que siga sirviendo a una Virgen de la misma advocación.
En cualquier caso, el retablo ha experimentado algunas modificaciones, ya que es completamente nuevo el banco, que se ha hecho de mármol, así como el cuerpo situado inmediatamente debajo de la Virgen, donde se ha situado el sagrario. El antiguo banco, convenientemente reformado y restaurado, es ahora la nueva mesa del altar de la Parroquia de los Desamparados.
El sagrario se ubica en una hornacina central con un arco de medio punto y está flanqueado por otras dos hornacinas laterales donde se conservan los relicarios de San Francisco de Asís y de San Maximiliano Kolbe, además de los Santo Óleos.
La Virgen de los Desamparados, por su parte, preside el retablo ante un fondo de damasco rojo, y en los laterales y a menor altura, se encuentran las imágenes de San Francisco y San Antonio de Padua que anteriormente estaban en los laterales del presbiterio. Además, la dolorosa tiene a sus pies una escultura que representa el Abrazo Franciscano.
Ismael Delgado ha sido el responsable de realizar todos los elementos nuevos que se han incorporado al antiguo retablo de la dolorosa de San Esteban para dar como resultado un precioso conjunto que viene a engrandecer el patrimonio artístico de la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados.
Por otro lado, el que hasta ahora era el altar de la Virgen de los Desamparados, ubicado en el lado derecho del presbiterio, acoge ahora al crucificado que antes estaba ante los mármoles del altar mayor. Y debajo, dentro de un banco igualmente de mármol, reposan los restos de Fray Lorenzo Castro del Río, quien fuera el primer párroco del barrio, y a quien el obispo auxiliar mencionó ayer en varias ocasiones durante su homilía.
La parroquia se encontraba completamente abarrotada de vecinos del barrio que asistieron a esta bendición, durante la que además se fueron situando sobre la mesa del altar los distintos enseres que varios hermanos de la hermandad llevaron recorriendo el centro de la única nave del templo desde la puerta, tales como el mantel blanco con la tau franciscana bordada, el crucifijo, seis velas y los pequeños centros de flores.
Representantes de la Hermandad de San Esteban, que recibieron un aplauso por su generosidad, del Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla y del Ayuntamiento asistieron a este día tan especial para el Parque Alcosa, que concluyó con una convivencia en los jardines traseros de la parroquia.
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