La Hermandad de la Macarena tuvo ayer que cancelar la salida procesional de Nuestra Señora del Santo Rosario por la lluvia. En su lugar, se rezaron las preces correspondientes y después las puertas de la Basílica permanecieron abiertas durante el resto de la tarde, con el paso presidiendo un templo completamente despejado de bancos.
Para esta salida procesional, que tendría que haber comenzado a las seis de la tarde, y para la función principal de instituto que tuvo lugar por la mañana, la Virgen del Santo Rosario tenía puesto el manto celeste bordado en oro en 1964 por Guillermo Carrasquilla, así como la saya rosa del mismo bordador. Ambas prendas han sido pasadas a nuevo tejido de tisú por José Antonio Grande de León, autor además de un nuevo pecherín.
El propio Grande de León es el responsable de un estreno que presentaba este año, como son unos reposteros de terciopelo burdeos bordados en aplicación de oro y sedas de colores para adornar el suelo del paso. Cuentan además con cartelas de Orfebrería Andaluza con cuatro de las letanías del Santo Rosario.
Por otro lado, la Virgen del Rosario y el Niño lucían el habitual juego de ráfaga y coronas de plata sobredorada realizadas por Manuel Seco Velasco. Finalmente, hay que mencionar que el exorno floral del paso se componía de rosas de color rosa en el friso y varas de nardos en las esquinas.
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