El pasado sábado, coincidiendo con los cultos del XCIII aniversario fundacional de su hermandad, Nuestra Señora de la Cabeza de la Iglesia de San Juan de la Palma estuvo expuesta en besamanos; un culto en el que se pudo contemplar por primera vez el nuevo vestido del Niño Jesús, bordado en oro sobre terciopelo verde por el taller de bordados Santa Clara.
También fue novedad en la vestimenta del Niño el cíngulo, realizado en oro entrefino con borlas salomónicas por Cordonería Alba y donado por una familia de la corporación. En cuanto a la Virgen, fue vestida con el manto verde realizado en 1934, hace ahora 90 años, por Ángela Navarro Calderón, además de la saya bordada en oro sobre tisú de plata por el taller de Santa Clara.
La Virgen de la Cabeza se encontraba en el presbiterio alto del templo, sobre una peana de madera dorada de planta octogonal, y llevaba el conjunto de orfebrería plateada formado por coronas, ráfaga y media luna, el madroño de oro y rubíes en la mano derecha, un rosario, un fajín rojo y diversos broches y medallas.
Junto a la imagen se colocaron dos candelabros de plata con velas blancas, seis blandones dorados con cera del mismo color, dos columnas que sostenían sendas jarras de su paso y dos mesas con los ángeles que van en la delantera también del paso. En los extremos estaban el guión de Caminos, dos banderas y la cruz alzada entre ciriales.
Finalmente, hay que comentar que el exorno floral, repartido entre las jarras mencionadas, las barandillas del presbiterio y varios centros de flores colocados en las mesas y en el suelo, estaba compuesto por rosas, alhelíes y astromelias, entre otras especies todas de color blanco.
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