Este domingo, tercero de la Cuaresma, tiene lugar en la Parroquia de Santa María Magdalena el tradicional besapié al Santísimo Cristo del Calvario, que comienza tras la eucaristía de las diez y media de la mañana; una misa que se celebrará ante el propio crucificado en el coro bajo del templo.
Sobre una alfombra de color rojo y una amplia peana de madera también alfombrada, se alza el Cristo que tallara Francisco de Ocampo, situado en posición vertical y con un buen número de lirios morados tapando la base de la cruz.
El Cristo del Calvario, que luce sus potencias de salida, está situado entre los cuatro hachones de su paso y dos jarras del paso de palio de Nuestra Señora de la Presentación con claveles rojos. Tanto los hachones como las jarras están colocados sobre sendos pies de base cuadrada forrados en tela roja de damasco.
En la parte delantera del montaje de este besapié hay un centro de rosas rojas en el suelo, así como cuatro blandones de madera dorada con cirios color tiniebla, el mismo que los hachones. Y detrás del Cristo hay otros cuatro blandones, formando los ocho un pasillo que deja a la imagen en el centro.
Además, al fondo, ante una cortina roja que oculta la puerta del templo que da a la calle Cristo del Calvario, se pueden ver varios candeleros con cirios blancos y dos pies con sendas jarras plateadas con más claveles rojos. Por último, el estandarte corporativo está en la esquina trasera del lado izquierdo.
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