La Hermandad de San José Obrero celebró el pasado Sábado de Pasión una nueva salida procesional que llevó a Nuestro Padre Jesús de la Caridad, de cuya bendición se han cumplido veinte años, y a Nuestra Señora de los Dolores a hacer estación en el Santuario de los Gitanos y en la Basílica de María Auxiliadora.
La salida de la cruz de guía se produjo a las cinco de la tarde, cuando los nazarenos de color azul y blanco empezaron a inundar la calle Samaniego, y poco después tuvo lugar la salida del paso del Señor de la Caridad, que vestía la túnica de terciopelo morado bordada en oro por Mariano Martín Santonja y lucía las potencias de plata sobredorada de Miguel Ángel Alonso Ponce.
El codal de uno de los guardabrisas delanteros estaba decorado con el logotipo de Cáritas en reconocimiento a su labor, mientras que el paso contaba con un exorno floral compuesto de varias especies florales entre las que predominaba el color morado, como iris, lisiantus, calas, liatris, gerberas, margaritas, hortensias, astromelias y proteas.
En su recorrido de vuelta, que contó con una novedad respecto a años anteriores, la cofradía pasó por calles como José María de Mena y Vicente Alanís, girando de una calle a otras con la marcha "Guerreros de la Salud" a cargo de la Agrupación Musical de los Gitanos. Más adelante, el Señor de la Caridad salió a Arroyo con "Vivencias".
En este punto llegó la novedad del recorrido, ya que en lugar de continuar por Turdetania, la cofradía recorrió algunos metros de Arroyo para seguidamente tomar la calle Guanahani, a la que el paso del Señor giró con "A los pies de Sor Ángela", composición seguida minutos después por "Costalero".
Más atrás, a las órdenes de Antonio Santiago, capataz general de la cofradía, llegaba el paso de palio de la Virgen de los Dolores, la primera imagen mariana tallada por Luis Álvarez Duarte, imaginero que tiene una calle dedicada en el barrio y por la que la hermandad iba a pasar poco después.
La Banda Municipal de Música de Coria del Río iba tras el palio, interpretando la marcha "Candelaria" a la altura de la calle Vicente Alanís. La Virgen de los Dolores estrenaba este año la toca de sobremanto, bordada sobre malla por Antonio Ugía Ruiz y donada por un grupo de hermanos. Además, vestía la saya estrenada el año pasado, bordada en oro sobre tisú de plata por el taller de la hermandad, el fajín de Presidenta Honoraria del Cuerpo Uniformado de Ingenieros Civiles de España y la cotilla bordada en oro sobre malla. Y un detalle que quizá pasaba muy desapercibido es que en el vientre tenía un broche con el lema "#yomecuro" en recuerdo del profesor Juanma Díaz, hermano de la cofradía fallecido de cáncer unos días antes.
El paso de palio de la Virgen de los Dolores estaba adornado con variadas especies blancas, como rosas, limonium, brunias y varas de algodón, y a la calle Arroyo salió a los sones de "La Caridad del Arenal". Posteriormente, tomó la calle Guanahani mientras sonaba "Virgen de la Estrella".
Tres minutos antes de la una de la madrugada hacía su entrada en la Parroquia de San José Obrero el paso de palio de la Virgen de los Dolores, completándose así siete horas de estación de penitencia de una corporación que se estrenó en 2013 en la jornada del Sábado de Pasión.
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