Hasta este año, teníamos como referente de una Semana Santa catastrófica en lo meteorológico la de 2011 (que, comparada con esta última, ya no parece tan mala). Hay que remontarse, de hecho, a hace trece años para encontrarnos con la circunstancia de que, tras ver la entrada de un paso de palio del Miércoles Santo, no vimos a la siguiente cofradía en la calle hasta el Sábado Santo; en ambos casos, la Hermandad del Sol.
Fueron, eso sí, diferentes las circunstancias: en 2011 habíamos tenido un Miércoles Santo completo y el último palio fue el de los Panaderos entrando cerca de las cuatro de la madrugada en su capilla; este año el último palio fue el del Carmen Doloroso entrando precipitadamente a las nueve de la noche en medio de una llovizna. Y en 2011 salió la Hermandad del Sol, sí, pero fue la única del día que lo hizo y sólo para refugiarse en la Catedral sin haber pasado por la carrera oficial, teniendo que regresar al Plantinar horas después.
Y por completar la comparación, en 2011 tuvimos un Domingo de Ramos completo, un Lunes Santo al que sólo le faltó una cofradía (el Polígono), un Miércoles Santo completo y la Resurrección sí que pudo salir. Vamos, que 2024 sale perdiendo en cualquier comparación.
Llovía bastante en la mañana de este Sábado Santo, enésimo día de la marmota que nos ha traído esta Semana Santa. Pero las previsiones meteorológicas decían que la cosa iba a mejorar, que dejaría de llover. Pero, claro está, el Sol no tenía las mismas oportunidades que las que salen más tarde. Su hora de salida es la una menos cuarto del mediodía.
Aún así, ante la perspectiva de poder salir teniendo un mínimo de paciencia, la cofradía buscó la solución y el Consejo le dio todas las facilidades. Finalmente, la cofradía de nazarenos de ruán verde se puso en la calle desde su capilla anexa a la Parroquia de San Diego de Alcalá sobre las dos y media de la tarde.
Lógicamente, para compensar el retraso en la salida, se optó por un recorte drástico del recorrido, renunciando a pasar por el barrio de San Bernardo, la Puerta de la Carne, la Alfalfa y el Salvador. En su lugar, alcanzó el centro por la larga línea recta que va de Ramón y Cajal a la Puerta de Jerez, para después llegar a la Plaza Nueva recorriendo al completo la avenida de la Constitución.
Así pues, recortando y modificando el itinerario, la Hermandad del Sol estaba en la calle. Por fin parecía ser de nuevo Semana Santa cuando la Agrupación Musical Santa María de la Esperanza, del Polígono Sur, comenzó a tocar ante la cruz de guía de la cofradía, abriéndole paso al cortejo.
José Manuel Palomo y sus auxiliares comandan los dos pasos de la cofradía. En el primero volvimos a encontrarnos con el Varón de Dolores de la Divina Misericordia, una particular iconografía en la que Cristo nos muestra la cruz y las heridas de su Pasión redentora. No, lo volvemos a decir: no es un Resucitado, aunque todavía hay quien no lo entiende.
A los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Sol, el Señor salió por la calle que lleva el mismo nombre de la dolorosa a Ramón y Cajal con la marcha "Lágrimas de San Lorenzo". Siempre es interesante el exorno floral de este paso, que en esta ocasión contaba con rosas rojas, rosas de pitiminí de color crema, orquídeas dendrobium burdeos y blancas, retama roja y verdes ornamentales.
A buen ritmo, para asegurarse de que en carrera oficial se cumpliría el horario fijado, el paso se adentró en la Enramadilla hacia Carlos V en diferentes chicotás en las que se intercalaba el redoble de tambor con la interpretación de alguna marcha, como fue la composición "Baratillo" a la altura del apeadero de San Bernardo.
Más atrás, avanzando también con cierta celeridad, veíamos el paso de palio de Nuestra Señora del Sol, que concentraba los estrenos de la cofradía este año. Así, eran nuevos los apliques de metal repujado y plateado con los que Orfebrería Andaluza ha revestido los varales de madera, así como las jarras del mismo taller que veíamos en los costeros, todo ello diseñado por José Manuel Bonilla Cornejo, autor de todas las imágenes de la cofradía.
Y también fue muy trabajado el exorno floral del palio, con varios tipos de rosas, delphinium celeste, iris blanco, agapanthus blanco, orquídeas dendrobium, hojas de roble blanco y verdes decorativos. Detrás, como cada año, su propia banda de música, llamada como la propia dolorosa, que interpretó por esta zona composiciones como "Virgen de Montserrat", "Coronación de la Macarena" o "Esperanza Macarena" para el palio donde asistimos a la llamada Sacra Conversación de la Virgen acompañada de San Juan y la Magdalena.
Después de tantos días decepcionantes por la lluvia, el Sábado Santo tenía muy buena pinta. De momento, la Hermandad del Sol estaba en la calle dispuesta a completar, como efectivamente lo hizo, una estación de penitencia que concluyó a las once de la noche en su capilla del barrio del Plantinar.
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