La Hermandad del Dulce Nombre de Bellavista realizó una brillante estación de penitencia por las calles de su barrio el pasado Viernes de Dolores, siendo seguido por innumerables cofrades y visitando a muchísimos vecinos que tienen en éste su día más grande.
Con Jesús Varela estrenándose (o más bien regresando) como capataz del paso de misterio y con el acompañamiento acostumbrado de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Redención, el paso del Señor de la Salud y Remedios navegó por el barrio generando una gran expectación y la aprobación de los presentes.
En esta ocasión, el Señor fue vestido con una túnica blanca lisa protagonizando esta escena en la que, ya prendido en el Huerto de los Olivos, es conducido a los falsos juicios a los que será sometido. Detrás, San Pedro se dispone a herir al sayón mientras que Judas Iscariote muestra su arrepentimiento y San Juan le recrimina su traición.
Una variedad de flores de diversas tonalidades, destacando un rosa muy pálido, adornaban este paso, que desde la calle Guadalajara buscaba el lugar que ocupaba la desaparecida Parroquia del Dulce Nombre. Así, giró a la calle Enamorados a los sones de "En tus manos cautivas", para posteriormente enlazar "Señor de la Esperanza" y "Señor de la Oración" al acceder a la calle Caldereros.
En dicha calle se detuvo justo al lado del solar resultante del derribo de la anterior parroquia, un edificio que finalmente parece que no se va a levantar de nuevo, aunque ése era el plan inicial de la Archidiócesis de Sevilla. El capataz quiso dedicar una levantá a sus vecinos: "Ya está mi moreno con sus vecinos de siempre", y un hombre cantó una saeta. Luego se produjo otra levantá antes de girar a la calle Vigo, en este caso "por los antepasados de la hermandad".
Poco después, llegaba el paso de palio de María Santísima del Dulce Nombre, que también estrenaba capataz, en este caso Rafael Torres. La dolorosa presentaba este año una imagen distinta, al lucir una toca de sobremanto cedida por la Hermandad de la Amargura. Además, llevaba saya blanca bordada en oro y un tul de hojilla bordado en oro como tocado. Por otro lado, estrenaba un pañuelo de encaje de Bruselas.
Un exorno floral de flores de color rosa, principalmente rosas, salpicadas de hojas doradas, adornaba el paso de palio, para el que la Banda de Música Santa Ana, de Dos Hermanas, interpretó "Pasa la Virgen Macarena" en la calle Enamorados. El paso avanzaba lentamente para no estar detenido mientras el misterio se alejaba. Además, se lanzó una petalada desde una azotea.
Poco después, tomó la calle Caldereros a los sones de "Madrugá Macarena", recibiendo a continuación la Virgen una saeta canta por una vecina que se situó justo delante del paso, cara a cara con la dolorosa de Luis Álvarez Duarte. Más adelante, tras pasar también por delante del lugar donde se alzaba la parroquia de la que era titular, la Virgen del Dulce Nombre giró a la calle Vigo mientras la banda interpretaba la marcha "Se arrodilla Triana".
Pasadas las dos de la madrugada finalizaba la estación de penitencia de la Hermandad de Bellavista, tras un largo recorrido por un barrio que, sea en un extremo antes o en el contrario ahora, vibra con su cofradía todo el año, pero especialmente en la jornada inaugural de nazarenos por las calles.
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