El pasado sábado tuvo lugar la salida procesional de la Virgen de los Reyes, de la Hermandad de los Sastres, que presentó el estreno de la finalización completa del bordado del techo de tumbilla de su paso de palio, labor que durante los últimos años ha venido realizando el bordador Manuel Ojeda Rodríguez y que se ha rematado con la zona superior, la que es visible desde los balcones durante el discurrir de la procesión.
La cofradía salió de la Parroquia de San Ildefonso a las siete de la tarde con un cortejo formado por la cruz alzada entre faroles, las representaciones del Colegio de San José de las Madres Mercedarias, de la Hermandad del Beso de Judas y de la Sacramental de San Ildefonso, el libro de reglas, el propio estandarte corporativo de la Hermandad de los Sastres, la presidencia y el cuerpo de acólitos con cuatro ciriales.
El itinerario comenzó en la propia plaza de San Ildefonso, para continuar por las calles Boteros, Sales y Ferré y plaza del Cristo de Burgos. Desde aquí el paso, comandado por Carlos Yruela, se metió por la calle Dormitorio a los sones de "Coronación de la Macarena", a cargo de la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, que un año más acompañó a la Reina de los Sastres en su salida procesional.
Vestía la Virgen de los Reyes un manto de brocado de tonalidad grisácea, así como una saya blanca y una toca de malla. También el Niño Jesús vestía de blanco y ambos contaban con diversas joyas y medallas, destacando en el caso de la Virgen la Medalla de la Ciudad en el lado derecho del pecherín. En cuanto al exorno floral del paso, se componía de rosas, lisianthus, hypericum y nardos, todo ello de color blanco, además de eucalipto plateado.
Por la calle Dormitorio sonó más adelante, tras una parada, la marcha "María Santísima del Subterráneo", a la que siguió luego, en el giro hacia la derecha en Alhóndiga, la composición "Triana".
A continuación, la Virgen de los Reyes, que lleva en la delantera de su paso una talla de San Mateo, titular también de la hermandad, salió a la plaza de San Leandro mientras la Banda de Las Cigarreras tocaba "El Corpus".
Luego, tras una parada casi a la altura de la Pila del Pato, Carlos Yruela mandó continuar rodeando la plaza, momento en que comenzó a sonar la marcha "Triana de Esperanza". Esta composición se empezó a interpretar por segunda vez mientras el paso giraba ante la puerta del Convento de San Leandro, aunque al completarse la vuelta y detenerse, la partitura fue interrumpida.
En la puerta del convento estaban las religiosas agustinas que lo habitan, que cantaron una versión muy singular del Ave María. Los integrantes de la presidencia de la cofradía las acompañaron con sus varas en la misma puerta durante este encuentro entre la Virgen y sus vecinas. No olvidemos que el convento tiene otra puerta situada justo enfrente de la Parroquia de San Ildefonso.
Tras cantar las religiosas, el paso se dispuso a continuar su camino y la banda interpretó la marcha "Procesión de Semana Santa en Sevilla". Posteriormente, hubo una chicotá a tambor con la que la Virgen de los Reyes llegó al inicio de la calle Cardenal Cervantes. Después hubo otra con "Hiniesta Coronada" y una más también a tambor hasta completar la calle.
Alcanzó entonces el paso la calle Santiago, a la que giró con la interpretación de la marcha "Jerusalén". Avanzaba acercándose a la Iglesia de Santiago, donde iba a entrar para encontrarse con el Señor de la Redención y la Virgen del Rocío.
Por ello, tras un relevo de costaleros, fue la marcha "Rocío" la que interpretó la Banda de Las Cigarreras mientras la Virgen de los Reyes ganaba metros y tomaba la plaza que lleva el nombre del Señor de la cofradía del Lunes Santo. Tras ella, el paso se detuvo en el centro de la plaza antes de entrar en el templo.
El 5 de julio de 2025, sí, en una fecha de lo más extraña para una celebración como ésta, será coronada canónicamente la Virgen del Rocío del Beso de Judas. No fue por tanto casualidad que la marcha que sonara en el momento de la entrada de la Reina de los Sastres en Santiago fuera "Coronación en el Rocío".
La Virgen entró y fue conducida hasta la nave central para que se volviera ante el altar mayor, presidido por la Virgen del Rocío ante la gran pintura del apóstol Santiago que afortunadamente regresó tras la restauración del templo al lugar del que nunca debió ser retirado.
De la iglesia de Santiago salió la Virgen de los Reyes por la puerta de la calle Lanza, tomando después Santiago hacia Juan de la Encina, Calería, Imperial y Medinaceli, y parando ante la Iglesia de San Esteban. Finalmente, la Reina de los Sastres regresó por la plaza de Pilatos y las calles Águilas y Rodríguez Marín a la plaza de San Ildefonso, entrando en su casa a eso de las once menos veinte de la noche.
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