El pasado sábado tuvo lugar la salida procesional de Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, de la Hermandad de la Lanzada. Una salida que resultó muy especial en primer lugar porque salió ya completado el nuevo paso propio para esta imagen mariana, una vez finalizada la restauración y dorado de los respiraderos, que provienen de un antiguo paso de la Reina de Todos los Santos que pasó a la Divina Enfermera en 1930, antes de fusionarse con la Lanzada.
El dorado combina el pan de oro blanco con el italiano con apariencia metálica, dotando así al conjunto de una personalidad propia que no se parece al dorado de ningún otro paso sevillano. Por otro lado, también se han completado los candelabros de guardabrisas estrenados hace dos años.
Y la otra gran novedad fue el itinerario escogido este año, que ha buscado pasar expresamente por la calle Correduría, el lugar en el que hace 775 años se fundó el Hospital de la Expectación, donde tuvo su origen la advocación de la Esperanza. Hay que subrayar que la Divina Enfermera es la advocación más antigua de entre todas las imágenes marianas que en Sevilla llevan el nombre de Virgen de la Esperanza.
Pasadas las siete de la tarde comenzaba la salida procesional desde la Iglesia de San Martín de Tours, llevando delante a la Banda de Cornetas y Tambores de las Tres Caídas de Triana; una formación demasiado potente para una cofradía con un cortejo tan pequeño que provocaba que en ocasiones llegasen sus sones hasta el propio paso.
En el momento de la salida, la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, interpretó el Himno de España, seguido de la nueva marcha "Esperanza, vida y dulzura", de Sergio Román, con la que pisó la plaza de San Martín y giró a su derecha buscando la calle Cervantes. Aquí ya se vio efectivamente ese cambio de itinerario mencionado, ya que normalmente sale hacia la izquierda para tomar Saavedras hacia Alberto Lista.
En Cervantes, la Divina Enfermera, cuyo paso estaba adornado con lisianthus, nardos y gladiolos, todo ello de color blanco, continuó luego a los sones de "Hiniesta Coronada", tras la que se produjo una chicotá a tambor que finalizó ante la capilla de la Orden Tercera Franciscana de San Pedro de Alcántara, a la que se le dedicó la siguiente levantá en presencia de tres de sus miembros.
Sonó después por primera vez en la calle la marcha "Magna Cathedralis", compuesta por Javier Mondaza. Con ella, el paso, comandado por Francisco Javier Galán, llegó hasta la plaza de San Andrés, donde se detuvo para el primer relevo de costaleros bajo las trabajaderas. Después, la Divina Enfermera giró a Daoiz con "Hiniesta" y se paró ante la puerta ojival de la Parroquia de San Andrés, donde recibieron a la Virgen las representaciones de las hermandades de Santa Marta y la Virgen de Araceli.
El capataz dedicó la levantá a los amigos de las corporaciones de Santa Marta y Araceli, pero también al párroco, Francisco de los Reyes Rodríguez López, "que necesita esperanza". Precisamente sonó entonces "Esperanza es tu nombre", composición con la que la Divina Enfermera continuó su camino por la plaza Fernando de Herrera, girando después a Javier Lasso de la Vega con "Virgen de las Aguas".
Llamaba la atención la velocidad que llevaba el paso, que no paró casi hasta la confluencia de dicha calle con Amor de Dios. Aquí se hizo una levantá por un antiguo compañero de la cuadrilla que se encontraba ante el paso. Y después, como con un cierto aceleramiento, el paso se volvió a levantar y tomó Amor de Dios mientras la Banda de Las Cigarreras interpretaba "Virgen de la Victoria". Luego, tras una parada, hubo una chicotá a tambor a la que siguió otra a los sones de "María Santísima del Subterráneo".
Se encaminó entonces la Divina Enfermera a Correduría, lugar que ha motivado este año el cambio de itinerario, para seguir luego por Feria, Quintana, Marco Sancho, Conde de Torrejón, Alberto Lista y Saavedras, hasta salir de nuevo a la plaza de San Martín. Y tanta velocidad inexplicable llevaba la cofradía, que la entrada se produjo con bastante antelación sobre lo anunciado, finalizando así la salida procesional de la primera Esperanza de Sevilla.
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