Al igual que la Virgen de la Encarnación, también la Amargura tomó de vuelta a su templo por el barrio de San Pedro, con parada ante la parroquia del mismo nombre, donde ya había entrado la Virgen de Loreto. Discurría por esas calles un palio muy particular, con techo y caídas de color celeste que contrastan con el azul pavo del manto. Grandes joyas las dos. Y no menos destacable es la orfebrería, toda ella de Villarreal. Me voy a repetir una vez más: estamos ante uno de los grandes pasos de palio de Jerez.
Pero lo importante es que cobija a María Santísima de la Amargura, una expresiva dolorosa de gran belleza datada entre los siglos XVI y XVII que se viene atribuyendo a Francisco Camacho de Mendoza. La Amargura conmueve; claro, especialmente si tus recuerdos infantiles de ella es pasar en la tarde del Miércoles Santo por delante de la casa de tu abuela y de la de tus tíos, con toda la familia reunida en los balcones y las ventanas.
Su palio tiene unas buenas dimensiones. Tanto que verlo llegar desde una de las estrechas calles de San Pedro, como por ejemplo Gaspar Fernández, impresiona. Lo abarca todo, lo llena todo. El movimiento de las caídas, las bellotas sobresaliendo en cada golpe con los varales, el vaivén de las velas rizadas... Y esa inclinación de cabeza de la Virgen hacia su izquierda, buscando quizá el consuelo de aquel San Juan que hoy es propiedad de la Hermandad del Amor.
La Amargura y la Banda Sinfónica Julián Cerdán, de Sanlúcar de Barrameda, han creado un binomio muy sólido después de unos cuantos años juntas. En esta salida procesional para la Magna hemos podido escuchar una nueva composición dedicada a la dolorosa de la calle Medina, titulada "Dulce Amargura", compuesta por José Zarzana Ortega, con letra de José Luis Zarzana Palma.
Desde Gaspar Fernández, el paso de palio, adornado con rosas y lilium de color blanco, salió brevemente a la calle Arcos, donde se produjo una parada, y luego se adentró en la estrechez, aún mayor que aquéllas de las que venía, de la calle Prieta. En este tramo del recorrido, la Banda Julián Cerdán interpretó las marchas "Triana, tu Esperanza" y "Calvario", con relevo de costaleros entre ambas.
Ya fuera de Prieta, sólo quedaba regresar por Medina a la Parroquia de San Juan Bautista de los Descalzos para que la Amargura se reuniera con su hijo, el Señor de la Flagelación. Se me va a notar mucho, pero no importa. Una Magna jerezana es más Magna si en ella participa la Virgen de la Amargura.
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