Cierra el discurrir de las cofradías en carrera oficial cada Lunes Santo y cerró también el recorrido oficial de la Magna Mariana. Nos referimos a una imágen histórica, Nuestra Señora del Socorro, Copatrona de la ciudad de Jerez. El hecho de ser la última le hizo tener que afrontar el enorme retraso que se había ido acumulando a lo largo de la tarde y primeras horas de la noche.
Pero eso que ganamos los cofrades: más tiempo junto las distintas hermandades, y más tiempo para disfrutar de un paso de palio muy coqueto, bordado en oro sobre malla en las caídas y sobre terciopelo burdeos en el techo, en cuyo centro está representado el Salvador, titular de la Catedral, donde la hermandad tiene su sede, mientras que en las esquinas están la Virgen de la Merced, San Dionisio, la Virgen de Consolación y San Juan Grande, devociones jerezanas todas ellas.
La Virgen del Socorro es una imagen de autor anónimo del siglo XVI que podría haber sido en su origen una Virgen letífica, probablemente con el Niño en su mano izquierda, lo que explicaría la inclinación de su cabeza y ese rostro que apenas muestra dolor, si no fuera por las lágrimas. Una leyenda más hermosa señala que la Virgen del Socorro estaba en la calle siglos atrás en una procesión cuando un toro se escapó de algún lugar cercano, provocando el pánico entre las personas que estaban viéndola, que se encomendaron a la imagen. En ese momento, la Virgen inclinó la cabeza y el toro cayó muerto ante ella, finalizando así el peligro.
Sea como fuera, la Virgen del Socorro se convirtió ya en el siglo XX en titular de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Viga, a la que correspondió cerrar la Magna. Y el retraso antes comentado despistó a muchos de los que buscaban a la dolorosa por las calles. Según los horarios, debía ya de estar cerca de la Catedral en su regreso a casa, cuando en realidad aún discurría por la calle Porvera.
Le sienta muy bien la noche a este paso de palio, que iba adornado con lisianthus y claveles blancos, así como también le quedaba estupendamente la bóveda vegetal iluminada que caracteriza a esta calle, para la que la Magna finalizaba con el discurrir de la Virgen del Socorro. Lucía de manera excepcional el manto bordado por Fernández y Enríquez para la Virgen de las Angustias de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla, de terciopelo burdeos como el techo del palio.
En el aspecto musical, resultó curioso el acompañamiento escogido por la Hermandad de la Viga. Y es que, desde la salida y hasta la plaza de la Asunción, inicio de la carrera oficial, tocaron para la dolorosa la Capilla Musical Kyrie Eleison y la Agrupación Musical San Juan. A partir de ahí y hasta el final, puso sus sones la Banda de Música Agripino Lozano. Por la Porvera y en el giro en la Puerta de Sevilla hasta Tornería sonó "La Estrella Sublime", aunque a lo largo del itinerario no faltó la habitual composición "Cristo de la Viga", de Francisco Orellana.
Y más tarde, en la recogida, la Virgen del Socorro subió el Reducto a los sones de "La Saeta", marcha que se interpretó como agradecimiento a la Hermandad de los Gitanos por la cesión del manto. Mientras subía, se encendieron las tradicionales bengalas que en la noche del Lunes Santo iluminan la subida del crucificado, pero que en esta ocasión, y como ocurrió en 2010 en su salida extraordinaria, se encendieron para la dolorosa, para la Copatrona de Jerez.
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