martes, 11 de diciembre de 2018
INMACULADA 2018: CONCEPCIÓN DE LA TRINIDAD
La Hermandad de la Trinidad celebró este sábado el besamanos a María Santísima de la Concepción, que se presentó a la veneración de los devotos en la capilla que la corporación posee en la Basílica de María Auxiliadora.
La Virgen de la Concepción se encontraba ante el dosel de cultos de la hermandad, ubicado a su vez delante del cortinaje de terciopelo rojo que ocultaba el camarín de la Esperanza Trinitaria. La dolorosa que tallara Antonio Bidón estaba sobre una peana de madera tallada y dorada, y vestía manto de terciopelo rojo y saya azul, ambos bordados en oro.
Sobre la cabeza llevaba su diadema procesional, mientras que en el pecherín tenía un puñal y bajo el tocado había una cruz. Con la mano izquierda sujetaba un rosario, mientras que era la derecha la que extendía para que los devotos la pudieran besar.
Junto a la Virgen de la Concepción había diferentes flores de tonalidad blanca, como claveles, lilium y nardos. A su espalda, delante del dosel, había más flores colocadas sobre el pie de madera dorada en el que se apoya el Espíritu Santo en el paso alegórico de la Santísima Trinidad.
Finalmente, en los extremos de este altar de besamanos veíamos unas estructuras de madera con apliques plateados que sujetaban un total de veinticuatro candeleros con cera blanca, dos tallas de ángeles mancebos, dos pequeños centros florales y los dos relicarios que figuran en el paso de palio de la Virgen de la Esperanza.
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