La Hermandad de la Pura y Limpia celebró este jueves su habitual salida procesional, una vez concluida la novena en su honor y antes del besamanos que este sábado, en el día de su festividad, cerrará los cultos anuales de esta hermandad de la capilla del Postigo del Aceite.
El cortejo partió de la Parroquia del Sagrario y desde ésta accedió a la Catedral para salir a las calles por la Puerta de los Palos hacia la Plaza de la Virgen de los Reyes, lo que ocurrió a partir de las cinco y media de la tarde. La cruz de guía entre cuatro faroles daba inicio a la cofradía, seguida de niños con cirios blancos. A continuación, iban las representaciones de las hermandades de las Aguas, el Baratillo y la Carretería antes del propio estandarte de la Hermandad de la Pura y Limpia, y el cuerpo de acólitos.
La cofradía ha presentado este año como novedad el acompañamiento musical a cargo de la Banda del Maestro Tejera, que ha sustituido a la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras. En el momento de la salida, la banda interpretó el Himno de España de la forma tan solemne a la que tiene acostumbrados a los cofrades, y después tocó la marcha "Pura y Limpia", de José Albero. Con ella, el pequeño paso dorado con faldones celestes y blancos comenzó a rodear por segundo año la fuente de la plaza, en este caso para volverse ante el monumento a San Juan Pablo II.
Hay que recordar que en este 2018 se han cumplido veinticinco años de la segunda visita de dicho Pontífice a Sevilla, donde celebró una misa en el Campo de la Feria con la presencia de la Pura y Limpia, ante la que el Papa se arrodilló. En recuerdo a aquel momento de 1993, el paso se detuvo y se rezó un Padre Nuestro por las intenciones del Santo Padre.
Por otra parte, en la delantera del paso iba la reliquia de San Juan Pablo II que recibió la hermandad este mismo año y que contiene un trozo impregnado de sangre de la sotana que el Papa llevaba el 13 de mayo de 1981, cuando fue víctima de un atentado al recibir cuatro disparos de un hombre en plena Plaza de San Pedro en el Vaticano (ver).
Tras el recuerdo a la visita del Papa de hace veinticinco años, el paso de la Pura y Limpia, comandado por Francisco Javier Díaz Espinosa y su equipo de auxiliares, siguió rodeando la Plaza de la Virgen de los Reyes a los sones de "Esperanza Macarena", encaminándose después por el primer tramo de la calle Placentines, que próximamente pasará a estar dedicado al cardenal Carlos Amigo, con la marcha "Virgen de las Aguas", con la que llegó hasta Alemanes.
Tras alguna chicotá a tambor, el paso, que estaba perfectamente adornado con rosas blancas, procedió a girar hacia Hernando Colón con "Coronación de la Macarena", arropado en todo momento por una grandísima cantidad de gente que lo veía pasar y que lo seguía a lo largo de su itinerario.
A un ritmo bastante relajado, la Pura y Limpia recorrió Hernando Colón mientras atardecía. La Banda de Tejera tocó "Al cielo con Ella", a la que después siguió "Pasan los campanilleros" mientras discurría por un lateral de la Plaza de San Francisco y se detenía en el inicio de la Avenida de la Constitución. Coincidió ese momento con el encendido del alumbrado navideño, dándose la curiosa circunstancia de que parte de la gente que contemplaba la cofradía en este punto aplaudió al ver que la iluminación especial comenzaba a iluminar de colores las calles por la que estaba discurriendo la Pura y Limpia del Postigo.
Poco después, tras un relevo de costaleros, el paso comenzó a avanzar por la Plaza Nueva a los sones de "Triunfal". Antes de que la partitura se completase, la Pura y Limpia se detuvo junto a la histórica Capilla de San Onofre, para después continuar con "Corpus Christi", que sonó hasta que ya estaba recorriendo los primeros metros de la calle Barcelona para adentrarse en el barrio del Arenal.
Ya en el barrio del Arenal, el barrio de la propia hermandad, la Banda de Tejera interpretó tras la Pura y Limpia precisamente "La Caridad del Arenal", dedicada la Virgen de la Caridad del Baratillo. Con esta composición, el paso dejó atrás la calle Barcelona y llegó hasta Jimios, desde la que tomó Harinas a los sones de "La Esperanza de Triana".
Y de Esperanza a Esperanza, dado que poco después fue el turno de "Coronación de la Macarena", con la que la Pura y Limpia salió de la estrechez de Harinas a la Puerta del Arenal. Tras una parada, el paso giró para comenzar a recorrer la calle Arfe de nuevo con "La Caridad del Arenal".
Una turista se acercaba al capataz y, señalándole el llamador, le preguntaba para qué servía. "Ahora lo va a ver", le respondía. Y efectivamente lo vio cuando el capataz lo hizo sonar y el paso, al tercer golpe, se levantó a pulso y continuó su camino, ahora con "Nuestra Señora del Mayor Dolor" como banda sonora, a la que siguió después "Virgen de Montserrat", que pudo se escuchada sin dificultad a pesar de la alarma de una moto que comenzó a sonar junto al propio paso. Con la composición de Pedro Morales, la Pura y Limpia alcanzó la calle Dos de Mayo.
La Pura y Limpia pasó de largo por su propia capilla para continuar de regreso a la Catedral, donde este viernes por la noche presidirá la vigilia de la Inmaculada. Sin embargo, el paso se detuvo ante la reja de la capilla antes de seguir su camino a los sones de "Nuestra Señora de Guadalupe", completando así la interpretación de marchas dedicadas a las cofradías con las que la Pura y Limpia comparte barrio.
Poco después, el paso discurrió fugazmente por un pequeño tramo de Tomás de Ibarra y tomó Almirantazgo con la marcha "María Santísima del Subterráneo", tras la que giró a la Avenida con "Hiniesta Coronada".
Eran ya los últimos metros de la salida procesional, aunque aún hubo tiempo para dos marchas más, con las que competían los villancicos que salían de los altavoces de la Feria del Belén. Fueron estas últimas composiciones "Virgen de la Paz", con la que la Pura y Limpia realizó el giro hacia la Puerta de San Miguel de la Catedral, y "Coronación de la Macarena", seguida por el Himno de España cuando, a las nueve menos veinte de la noche, entraba sin darse la vuelta para poner fin a su salida procesional.
Tras la vigilia de la Inmaculada, la Pura y Limpia volverá a su capilla del Postigo para que durante toda la jornada del sábado sus devotos puedan besarle las manos.
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