La Divina Pastora de Triana estuvo expuesta en besamanos el primer fin de semana de este mes de mayo, situada para ello tras el coro de la Parroquia de Santa Ana, ante la puerta de salida de las tres cofradías que residen en este templo.
Para este culto la imagen estrenó un manto de seda de color verde y decoración floral con motivo del Año Jubilar de la Esperanza que estamos celebrando. Asimismo, lucía saya blanca de tisú bordada en oro. Pero el manto no era el único estreno que se pudo ver en este besamanos, dado que también fue novedad el ramillete de flores de talco que sujetaba en su mano izquierda, donde igualmente sostenía un cayado de orfebrería dorada. Numerosas joyas presentaba la Pastora en su pecherín, y también llevaba un juego de pendientes, un sombrero de flores y su aureola de salida.
La imagen se encontraba elevada sobre una peana cedida por la Hermandad de la Estrella, y tras ella, ocultando la puerta de la parroquia, había un doble cortinaje de damasco rojo con una corona en la parte superior. Delante, se ubicó un dosel conformado con los respiraderos de su paso procesional, y de los laterales colgaban dos lámparas de cristal de araña.
Flanqueando a la Pastora se podían ver dos columnas de madera dorada de fuste salomónico con sendas jarras con claveles, rosas y calas, entre otras flores. Y más hacia los extremos se colocaron pequeños frontales de madera dorada con unos doseles encima que cobijaban las tallas de San José y un arcángel. Y junto a cada una de estas imágenes había seis pequeños candeleros con cera blanca, unas pocas flores y dos bandejas de plata.
Finalmente, hay que mencionar que en la parte delantera de todo el montaje se dispusieron dos candelabros de plata con velas blancas sobre columnas de madera dorada, y en el lado derecho se situaba el estandarte corporativo.
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