El Consejo de Hermandades y Cofradías ha presentado esta semana el cartel de las Glorias de Sevilla 2025, un acto que estaba programado para haberse celebrado antes de que una sola cofradía letífica saliera a las calles, pero la muerte del Papa Francisco hizo que se tuviera que retrasar.
Desde la propia institución cofradiera se ha dado a conocer la explicación exacta de este cartel, pintado por el cantillanero Ricardo Pueyo y protagonizado por la Virgen de la Antigua. Reproducimos la nota de prensa del Consejo:
El cartel tiene como punto de partida unos versos del Cantar de los Cantares: “Como lirio entre espinos, así es mi amada”. Este fragmento, cargado de belleza y ternura, nos invita a reflexionar sobre la delicadeza y la pureza que envuelven a la figura de la Virgen, en medio de un mundo a veces áspero y desafiante.
Desde su concepción, esta obra ha sido creada mediante la técnica de pintura digital, un proceso que, si bien moderno, mantiene la esencia del trabajo artístico tradicional, señala su autor. La utilización de una tableta gráfica, una pantalla sensible sobre la cual se dibuja con un lápiz digital, permite emular la experiencia de la pintura física. Cada trazo, con su textura y matiz, se realiza con precisión y flexibilidad, gracias a la posibilidad de trabajar en capas independientes que facilitan correcciones y ajustes, enriqueciendo así la calidad y profundidad del resultado final.
El centro de la composición lo ocupa la Virgen de la Antigua, cuya imagen se convierte en epicentro de toda la narrativa visual. A partir de ella, se despliega un entramado simbólico y alegórico que enmarca a María Santísima y a su Divino Hijo. "Un amanecer mágico y onírico, rodeado de lirios, helechos y heliotropos, se convierte en un escenario que invita a la contemplación y a la introspección. El mantón de Manila en esta obra no es simplemente un elemento decorativo, sino un cauce que vertebra los conceptos fundamentales de la pieza. Representa en su bordado chinerías, un estilo con motivos orientales que alcanzó su auge en el siglo XIX. La elección de este estilo no es casual; remite a la tradición de las glorias, donde estos bordados y brocados adornan las vestimentas de las imágenes religiosas y decoran retablos y capillas, especialmente en la Sevilla conventual, donde la devoción y el arte se entrelazan en un diálogo ancestral", apunta el cartelista Ricardo Pueyo.
En la obra, la Virgen de la Antigua y el Niño Jesús aparecen sintetizados en las puntadas del bordado. La estética de los bordados, con caras y manos en marfil, remite a la riqueza artesanal y a la belleza de lo elaborado con mimo y dedicación. Se sitúan dentro de un templete oriental a modo de baldaquino y aparecen rodeados de flores vibrantes que aportan todo su colorido, remarcando así su carácter sagrado. "Este mantón, además, habla de mis propias raíces y tradiciones. Desde Cantillana, mi pueblo, provienen las labores artesanales del enrejado y el bordado, que con tanto cariño han sido preservadas y dignificadas a lo largo del tiempo por las mujeres cantillaneras", matiza Pueyo.
La presencia del mantón colgado entre los cordeles de una azotea sevillana no es tampoco fruto del azar. Podemos identificar en su silueta a la Asunción de la Virgen, concretamente la pintura ubicada en las gradas de la Catedral de Sevilla, en conmemoración del LXXV aniversario de la proclamación de este dogma de fe por SS. Pío XII en 1950. "La Asunción Gloriosa sostiene el cielo sevillano con sus manos, es besada por los rayos de sol que se escapan entre las verdes hojas de parra y es coronada por doce jazmines que brillan como estrellas, simbolizando su realeza celestial y su papel como Reina de los Cielos, de la Tierra y de todo lo creado", explica el pintor, que finaliza la explicación acerca de la simbología de este cartel apuntando que "en las delicadas labores del mantón, la Virgen se nos presenta, como un susurro de eternidad, entrelazada en cada puntada, elevando la obra a un acto de fe y arte. Es allí donde lo divino y lo humano se funden en un abrazo de luz y color, recordándonos que la belleza, cuando nace del alma, trasciende el tiempo y el espacio, elevándose hacia lo infinito. Sevilla también son sus Glorias".
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