La principal novedad es que los devotos podrán acceder hasta el camarín del Señor para besar su pie, al igual que ocurre con el Gran Poder y desde hace poco tiempo con Jesús de Pasión. En el caso del Cristo trianero, esto ocurrirá únicamente los viernes.
Al retablo, diseño póstumo de Manuel Guzmán Bejarano, aún le faltan algunos detalles, como el bajorrelieve de la parte superior y dos cartelas ovaladas en los laterales. En cualquier caso, lo importante es que el Cristo de las Tres Caídas ocupa ya su nueva ubicación en la Capilla de los Marineros, que en los últimos meses ha estrenado también los retablos de San Juan Evangelista (ver aquí) y del Cristo de la Humildad y Paciencia (aquí).
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