Flanqueaban al Señor dos antiguos faroles del misterio de la cofradía, los mismos que el pasado Viernes de Dolores vimos en los costeros del paso de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Clemencia, de Padre Pío. Además, el suelo estaba totalmente alfombrado con claveles rojos, lirios morados, rosas rojas, cardos y hojarasca.
Detrás, en el altar del crucificado, había varias jarras con las mismas especies florales y candeleros con cera roja.
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