Para este besamanos, la Virgen fue situada en el presbiterio del templo, ataviada con el manto blanco bordado por Sobrinos de Elena Caro hace cinco años, que hacía juego con la saya de Bordados Salteras de 2002. Asimismo, lucía la corona de salida y en la mano izquierda, además del rosario, llevaba el ramo de olivo característico de esta advocación mariana.
La Virgen de la Paz estaba ante el dosel de cultos de la hermandad, flanqueado por dos ángeles que portaban sendos faroles plateados. A ambos lados del montaje se colocaron candelabros con cera blanca, mientras que las flores escogidas para adornarlo fueron rosas blancas dispuestas en jarras del paso de palio, dos de ellas elevadas sobre unas columnas salomónicas doradas. Un enorme cortinaje rojo cubría el altar de la parroquia.
A mediodía, tras la misa dominical, la Hermandad de la Paz recibió la visita del hermano mayor de Santa Genoveva, quien estuvo acompañado del coro de la corporación, que interpretó varios cánticos en honor a la Virgen de la Paz. También la Hermandad del Cerro estuvo presente en el besamanos de la dolorosa de la corporación del Domingo de Ramos, a la que le une una estrechísima relación desde que en 1991 fuera acogida por ésta para que realizara su estación de penitencia desde la Parroquia de San Sebastián.
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