viernes, 19 de septiembre de 2014

LA PATRONA DE SAN ESTEBAN RECORRIÓ SU FELIGRESÍA CON UN GUIÑO A LA PAZ


La Hermandad de la Virgen de la Luz vivió el pasado sábado su salida procesional por las calles de la feligresía de San Esteban, acompañada, al menos en la primera parte del recorrido, por una enorme cantidad de público, superior a la de otros años.
La cruz de guía entre faroles de plata salió del templo a las nueve de la noche, seguida por hermanos con cirios, muchos de ellos jóvenes, el simpecado y representaciones de las hermandades de los Sastres, San Esteban y la Alegría, tras cuyo estandarte figuraba el de la propia Hermandad de la Luz y los distintos hermanos mayores antes del cuerpo de acólitos.





A continuación, asomó por la ojiva dentada de la Iglesia de San Esteban el característico paso de la Virgen, diseñado por Castillo Lastrucci, que cuenta con canasto en lugar de peana directamente sobre la mesa, como es lo habitual en las cofradías de gloria.
Ataviada con su manto de tisú celeste y saya blanca, la Virgen de la Luz apareció exornada con gladiolos, azucenas y claveles blancos. Tras superar la ojiva, la hermandad tuvo un hermoso detalle con la Hermandad de la Paz, cuya dolorosa estaba en ese momento en la calle con motivo del 75 aniversario de su cofradía, al ser precisamente "Virgen de la Paz" la primera marcha que se interpretó tras el paso de la Virgen de la Luz. Con esta composición de Pedro Morales, el paso giró para continuar hacia la Plaza de Pilatos.

















Desde la Plaza de Pilatos, el paso continuó por Águilas buscando la parada anual ante el Convento de Santa María de Jesús, en cuya ventana esperaban las hermanas para cantarle a la Virgen de la Luz. "Madre Hiniesta", "El Corpus" e "Hiniesta" fueron las marchas escogidas para llegar hasta el convento. Con esta última composición, el paso giró por completo para que las monjas pudieran ver con todo detalle los rostros de la Virgen y el Niño.



















Con "Macarena", de Abel Moreno, que generó los aplausos de las propias hermanas, el paso de la Virgen de la Luz fue alejándose poco a poco para seguir por la calle Águilas, en cuya zona más estrecha hubo una cierta dificultad de movimiento para la gente que acompañaba a la cofradía.
"La Estrella Sublime" y "Coronación de la Macarena" sonaron a continuación por parte de la Banda de Música de las Cigarreras, hasta que en el giro de Águilas a Cabeza del Rey Don Pedro, donde un grupo de turistas italianos se maravillaban ante lo que estaban presenciando, se interpretó "Triana, tu Esperanza".




















Tras realizar prácticamente a tambor el tramo de Cabeza del Rey Don Pedro que cada año recorre la Virgen de la Luz, la Banda de las Cigarreras interpretó "Sevilla cofradiera" en la revirá entre esta calle y Boteros.






Por delante quedaban San Ildefonso, San Leandro y las callejuelas que rodean a la Iglesia de San Esteban, a la que la Virgen de la Luz regresó a eso de las doce y media de la noche, tras recorrer su barrio, del que es Patrona, nada más y nada menos, que desde 1750.

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