EL OBISPO DE JEREZ OBLIGA A LA UNIÓN DE HERMANDADES A APLICAR LA CORDURA

Todos somos humanos y todos nos equivocamos. Pero ocurre que cometer errores es algo que en ocasiones se puede evitar, porque si no, alguien puede venir después a darnos un tirón de orejas que no hubiera sido necesario de haber aplicado con anterioridad el sentido común y la cordura.

Es lo que acaba de ocurrir en Jerez, donde el obispo, José Mazuelos, le ha dicho al presidente de la Unión de Hermandades, Dionisio Díaz, lo obvio: que un cambio drástico como el aprobado para 2019 en la carrera oficial no se puede llevar a cabo con la mayoría de las hermandades en contra. Para recordar lo aprobado a finales del pasado mes de julio en un pleno extraordinario basta sólo con pinchar en el siguiente enlace: ver.

Lo que el obispo ha "recomendado" (y ya la Unión de Hermandades ha dicho que le va a hacer caso) es que esa extraña carrera oficial con inicio a mitad de la calle Porvera y continuación por la estrechez de Tornería y Plaza del Banco se deje sobre la mesa al menos hasta 2020, para que así haya por delante más de un año, tiempo en el que las hermandades puedan debatir sobre el trazado, estudiar horarios e itinerarios y, en definitiva, ponerse de acuerdo sobre la idoneidad o no de un recorrido común que, pese a haber sido aprobado por una minoría, estaba más que cogido con pinzas, ya que afectaba al itinerario de muchas cofradías y ni siquiera estaba aún demostrado que todos los pasos pudieran transitar por él.

Asimismo, el obispo considera que para una modificación de tal calado hace falta una mayoría mucho más amplia y un consenso más claro. Dicho de otro modo: 22 hermandades no pueden imponerle a 27 (las que votaron otras opciones o simplemente se abstuvieron) un cambio tan importante.

Así las cosas, como ya muchos preveían, la carrera oficial de 2019 para la Semana Santa de Jerez será la misma que conocemos desde 2014, con inicio en la Plaza Aladro, gracias a un obispo que se ha visto en la obligación de imponer la cordura a una directiva de la Unión de Hermandades más preocupada por defender los intereses de la alcaldesa que por trabajar por el lucimiento de las cofradías y el buen desarrollo de la principal fiesta de la ciudad.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que éste es el segundo varapalo en dos años que sufren los defensores de la Plaza del Banco como espacio incluido en la carrera oficial. ¿Les habrán quedado ganas de intentarlo por tercera vez? Mucho me temo que sí. Ya se sabe que el hombre es el único animal que tropieza dos veces (y hasta tres incluso) en la misma piedra. La cabezonería de algunos no tiene límites.

Y una última cuestión: ¿era necesario que el obispo le dijera al presidente del colectivo cofradiero lo obvio? Pues por increíble que parezca, sí, hacía falta. ¿Qué puedo decir? A mí si un superior me tuviera que ayudar a sumar dos más dos me daría cierto pudor...