lunes, 2 de diciembre de 2019

LA VIRGEN DE LA PRESENTACIÓN DEL CALVARIO, EXPUESTA EN BESAMANOS


La Hermandad del Calvario cerró este domingo los cultos anuales en honor a Nuestra Señora de la Presentación con su besamanos, para el que la dolorosa de Juan de Astorga fue situada bajo el coro de la Parroquia de la Magdalena, ante la puerta que da a la calle Cristo del Calvario y que estaba oculta tras un cortinaje de damasco rojo con una gotera superior de terciopelo del mismo color, con el emblema de la hermandad en el centro, entre diversos elementos bordados y flecos dorados.
La Virgen de la Presentación estaba elevada sobre su peana procesional y vestida como en cualquier estación de penitencia de la Madrugada del Viernes Santo, con el manto de salida, de terciopelo azul, y saya burdeos, ambas prendas bordadas en oro por Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Además, lucía la corona procesional y un puñal en el pecherín. El tocado era liso, como es habitual, y en la mano izquierda sujetaba un pañuelo de encaje, mientras que la derecha era la que extendía para recibir los besos de los devotos.
Un total de ocho blandones dorados con cera blanca conformaban un pasillo que enmarcaba el espacio del besamanos, donde junto a la dolorosa se desplegaban un total de catorce candeleros y ocho jarras de su palio con claveles de color blanco, flores que invariablemente adornan el paso en la Madrugá.
Al fondo, al final de la cola del manto, había otras dos jarras sobre sendas columnas de base cuadrada. Y en los laterales del cortinaje rojo se dispusieron varios candeleros de madera dorada, así como dos columnas más con claveles y nardos.
Finalmente, hay que indicar la presencia ante la Virgen de una alfombra colocada a dos alturas, sobre el escalón que los devotos debían subir para llegar hasta la imagen. En la parte inferior había además un gran centro floral.
































No hay comentarios:

Publicar un comentario