La pandemia del coronavirus ha obligado a modificar este año los cultos en honor a María Santísima del Dulce Nombre, de la Hermandad de Bellavista. Lo más destacado es la supresión del rezo del Santo Rosario por las calles del barrio que suele tener lugar cada 12 de septiembre, festividad de esta advocación. Además, tampoco habrá besamanos.
De esta forma, los cultos quedan de la siguiente forma: del 3 al 5 de septiembre será el triduo a partir de las ocho y media de la tarde, y el 6 será la función principal de instituto a la misma hora. Posteriormente, el día 12 la Virgen del Dulce Nombre estará expuesta a la veneración de los fieles, un culto planteado como ofrenda floral en sustitución del tradicional besamanos.
Este acto del día 12, que concluirá a las ocho y media de la tarde con una misa votiva, servirá de despedida de la dolorosa de Luis Álvarez Duarte, que será retirada del culto para su restauración por parte de Darío Ojeda Cordero. La hermandad tenía previsto que fuera el autor de la imagen, fallecido repentinamente hace un año, el encargado de esta restauración.
Por otro lado, hay que recordar que todos estos cultos se celebrarán en la Parroquia del Sagrado Corazón de Bellavista, donde reside provisionalmente la hermandad. La construcción de la nueva Parroquia del Dulce Nombre ni siquiera se ha iniciado, ya que puede verse un solar en el lugar donde hasta el año pasado se levantaba el templo de la calle Caldereros.
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