No había hecho más que entrar en la Catedral la Custodia de Arfe tras la procesión eucarística (ver) cuando del Palacio Arzobispal salió la cruz alzada y los ciriales que encabezaban el breve cortejo de la Hermandad de la Cena. Comenzaba así, ante una grandísima cantidad de gente, la procesión de vuelta del paso de misterio a la Iglesia de los Terceros.
La Banda de Cornetas y Tambores de Las Cigarreras acababa de llegar desde la plaza de la Virgen de los Reyes y su banderín se paró junto a la puerta del palacio que da a la calle Cardenal Carlos Amigo. De nuevo se formó el cortejo del traslado de ida (ver), con el guión sacramental y el estandarte corporativo. En muy pocos minutos el paso de misterio se levantó y salió del zaguán, momento en que la banda tocó la Marcha Real, seguida luego por "Cantemos al amor de los amores". Posteriormente, continuó a los sones de la marcha "Eucaristía" hasta pararse casi en la esquina con Alemanes.
Habitualmente, cuando el Señor sale solo en el paso del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, cabe por la parte más estrecha de Placentines. Pero el misterio al completo no, por lo que giró a la calle Alemanes mientras la Banda de las Cigarreras tocaba "Sagrada Eucaristía".
El intenso sol del mediodía iluminaba con fuerza el paso, y con él el nuevo mantolín de terciopelo rojo bordado en oro del Señor. Hay que señalar en este sentido que cuando en 2011 salió el misterio completo en el Corpus los apóstoles vistieron también prendas bordadas, la mayoría cedidas por otras hermandades (ver). En esta ocasión, sin embargo, sólo el Señor tenía bordados en sus ropas, sin contar la característica cruz del apóstol Santiago.
El paso se detuvo en Alemanes antes de afrontar la subida de la Cuesta del Bacalao, lo que hizo a continuación entre un mar de personas con la banda enlazando hasta tres composiciones musicales: "Al Señor de la Sagrada Cena", "Jesús, Salvador y Soberano" y "Victoria". Con ellas el misterio avanzó decidido y no se paró hasta la amplitud de la unión entre Placentines y Francos.
Tras recorrer íntegra la calle Francos, pasando otra vez ante los altares montados por la Hermandad del Buen Fin, la de San Juan Bautista de San Juan de Aznalfarache y la de Nuestra Señora de la Cabeza, el paso de la Cena salió a la Cuesta del Rosario con la marcha "Esa espina de tu cara".
Posteriormente, sonó "Dulce Nombre de María" y luego "Y dijo Anás" girando a Jesús de las Tres Caídas. El verdadero recital que estaba dando la Banda de las Cigarreras continuaría después con "Macarena" para cruzar a la calle Odreros y con "Ave María" y "En mis recuerdos" al girar a Boteros. A continuación, por Sales y Ferré fue el turno de la marcha "Divina Pastora de Cantillana", con la que el misterio alcanzó la plaza del Cristo de Burgos, por la que después avanzaría a tambor para no retrasar en exceso su llegada a Los Terceros.
Desde San Pedro, el paso continuó por Doña María Coronel y después tomó la calle Gerona con la marcha "Alegoría de la Fe". A continuación, arropado aún por muchísima gente pese al calor de la jornada, siguió su camino con "Ante Anás, el Hijo de Dios".
La procesión de regreso estaba llegando a su fin cuando, tras dejar atrás Gerona, el Señor de la Cena de Sebastián Santos y el apostolado de Ortega Bru alcanzaron la plaza de los Terceros, donde se detuvieron antes de tomar la calle Sol a los sones de "Y fue azotado".
Después de otra parada, se enlazaron las clásicas marchas "Amor de Madre" y "Madre de Dios". Con ellas, el paso llegó hasta la puerta de su templo en una parte de la calle Sol abarrotada de cofrades a los que no asustaba el calor. La cosa no fue para tanto como muchos agoreros señalaban días atrás.
La última marcha con el paso en la calle fue "Costalero del Soberano". Y, como es ya tradición, la Banda de las Cigarreras repitió tras ella un pequeño fragmento que enlazó con la Marcha Real cuando a las cuatro de la tarde y cinco minutos, con más de media hora de retraso, el paso entraba en Los Terceros.
Y como también es ya tradicional, no acabó aquí la participación de la Banda de las Cigarreras, sino que, con el paso ya dentro avanzando hacia el presbiterio, interpretó de nuevo "Cantemos al amor de los amores", enlazada después con "Requiem". Ahora sí, de esta forma terminó esta segunda salida del paso de misterio de la Sagrada Cena en poco más de dos meses; en un día de Corpus muy especial para la hermandad y para toda la Sevilla cofradiera.
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