A la jornada del Corpus el pasado jueves aún le quedaba la procesión de vuelta de la Hiniesta Gloriosa a la Parroquia de San Julián desde su altar de la plaza de San Francisco. A las ocho de la tarde se inició este regreso, para el que el cortejo salió con sus insignias desde el Ayuntamiento. Respecto a la procesión de ida (ver), faltaban el guión de la juventud y la réplica del pendón de Sevilla, y se incorporó el estandarte corporativo de la Hermandad del Rosario de San Julián justo delante del de la propia Hermandad de la Hiniesta.
Algunos miembros de la familia Ariza, con Rafael al frente, subieron al altar para mandar en la bajada del paso por la misma rampa por la que había subido la noche anterior. En este sentido, cabe preguntarse si no quería más vistoso bajar por la rampa contraria y pasar bajo las dos portadas de la plaza, al igual que hace la procesión eucarística, en lugar de pasar bajo una sola.
La Banda Municipal de Música de Mairena del Alcor estaba dispuesta ante la fachada del Ayuntamiento y, cuando el paso se levantó a pulso, empezó su participación en la procesión enlazando las marchas "Hiniesta Coronada" e "Hiniesta, Pasión y Gloria".
Ya abajo, Rafael Ariza quiso dedicar la levantá al pueblo de Sevilla, a los enfermos y a los que se han ido en estos dos años de pandemia; y terminó diciendo: "Por los sevillanos, que la Hiniesta siga siendo su protectora". Acto seguido, el paso, que llevaba el mismo exorno floral de color blanco, se dirigió a la portada que reproducía la fachada de la Parroquia de Omnium Sanctorum a los sones de "El Corpus".
Posteriormente, la Hiniesta, con su manto rojo de brocado y sin el bastón de alcaldesa que se le había tenido que retirar poco después de salir de San Julián el día anterior, fue hacia Entrecárceles con la marcha "Nuestra Señora de Guadalupe".
En Álvarez Quintero se dedicó una levantá a la madre recientemente fallecida de Manuel Ojeda, quien fuera vestidor de la Virgen de la Hiniesta, tanto la dolorosa como la gloriosa. Después, el paso se marchó hacia la plaza del Salvador con la composición "Pastora de Capuchinos" y llegó con ella hasta la calle Villegas.
Seguidamente, la Hiniesta emprendió la subida de la Cuesta del Rosario a los sones de "Madre de los Gitanos Coronada", llegando con ella hasta la plaza de la Pescadería y luego continuó hasta la plaza de la Alfalfa con "Azul y plata".
En la Alfalfa se encontraba quien fuera hermano mayor del Baratillo y pregonero de la Semana Santa, Ignacio Pérez Franco, a quien Rafael Ariza le quiso dedicar una levantá que hizo extensiva a toda su familia.
Con la marcha "Siempre Macarena", la Hiniesta Gloriosa dejó la plaza que en tiempos de los romanos era el foro de la antigua Híspalis y tomó la calle San Juan, en la que sonó "Madre Hiniesta", pasando con ella por Boteros hasta Sales y Ferré. En esta calle la Banda de Mairena interpretó después "Y en Triana, la O", y posteriormente "Hermanos costaleros" para salir a la plaza del Cristo de Burgos, desde la que tomaría Doña María Coronel con la composición "María Santísima de la Hiniesta".
En el camino de vuelta a casa del jueves de Corpus, en el que, como si fuera Domingo de Ramos, la Hiniesta y la Cena comparten parte de su itinerario, el paso continuó por Doña María Coronel con las marchas "Sevilla cofradiera", "La Virgen de Sevilla" y "Mi Amargura", tomando después Bustos Tavera con "Como tú, ninguna".
El día anterior había sido aquí, en Bustos Tavera, donde la hermandad había decidido buscar refugio para la Hiniesta debido a la lluvia. Ahora, sin embargo, todo iba según lo previsto y desde ahí el paso alcanzó la plaza de San Marcos mientras la Banda de Mairena tocaba la marcha "Hiniesta de San Julián", que fue interrumpida al detenerse.
A continuación, a los pies de la torre de San Marcos, la Hiniesta giró a Vergara a los sones de "Esperanza Marinera" y después de un relevo de costaleros se internó por la calle Hiniesta con "La Estrella Sublime".
El paso de la Hiniesta Gloriosa se paró en una de las puertas del Convento de Santa Isabel y sus religiosas le cantaron la Salve a la Virgen, que después se fue con la marcha "Reina de la O". Posteriormente, por las callejuelas que conforman la calle Hiniesta se pudieron escuchar las marchas "Hosanna in excelsis", "Encarnación de la Calzada", "Madre Hiniesta" y "Aniversario en San Julián". Con ésta, el paso alcanzó la calle Lira, donde después la banda tocó "Hiniesta", saliendo con ella a Duque Cornejo.
Minutos después, sonó "Pasan los campanilleros" mientras caía una gran petalada en la esquina de Duque Cornejo con San Julián. Posteriormente, se dedicó una levantá a la priostía de la hermandad. Rafael Ariza quiso con ello destacar el trabajo realizado en la preparación de los traslados de la Hiniesta, así como en el montaje del altar de la plaza de San Francisco.
Con "Hiniesta Coronada", el paso se acercó a la parroquia y giró ante su puerta. Luego se detuvo en la calle por última vez y, tras una levantá dedicada a los diputados de la hermandad que controlan el buen desarrollo de la procesión, la Hiniesta fue acercándose poco a poco a la puerta ojival hasta entrar por ella a las once y media de la noche con el Himno de España.
No acabó aquí el papel de la Banda de Mairena, ya que sus componentes entraron tras el paso en el templo para tocar "Salve, Hiniesta", la composición que tanto se echó de menos la noche anterior en la subida de la Virgen a su altar. El paso fue colocado delante de la puerta lateral que da a la calle Duque Cornejo, en la nave de la Epístola, y entonces sí que concluyó el jueves siempre grande del Corpus Christi en Sevilla.
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