La Virgen del Dulce Nombre de Bellavista recorrió ayer su barrio con motivo de la celebración del rosario vespertino que cada año tiene lugar en su festividad. Las calles estaban llenas de gente que siguieron a la dolorosa de Álvarez Duarte en su camino, consiguiendo que todo tuviera sabor a Viernes de Dolores, cuando el barrio se vuelca alrededor de su cofradía.
A las siete y media de la tarde, tras la misa votiva, se inició este rosario, que siguió los misterios dolorosos al haber caído en martes el 12 de septiembre. El primero de ellos se rezó antes de iniciar el recorrido por las calles, empezando luego por un pequeño tramo de Asencio y Toledo hasta girar a Guadalajara. "Dulce Nombre de María" sonó en este instante a cargo de la Banda de Música Juvenil de Santa Ana, que acompañó ayer a la Virgen del Dulce Nombre.
Ya en la calle Guadalajara, sonaron tras las andas las marchas "Coronación de la Macarena" y "La Estrella Sublime". La imagen vestía la misma saya que en su besamanos del pasado domingo (ver), así como un manto blanco liso, una toca de sobremanto y un fajín rojo.
Iluminaban a la Virgen del Dulce Nombre sobre las andas seis candeleros con cera blanca, aunque el ligero viento que había los apagaba constantemente, y las adornaban una variedad de flores de tonalidad rosa. En cuanto a los faldones, eran blancos de brocado con galones dorados.
Tras avanzar unos metros más de la calle Guadalajara con la marcha "Macarena", de Abel Moreno, tuvo lugar el rezo del segundo misterio. En cada uno de ellos participaba con sus cánticos el Coro Aires Flamencos, que iba situado detrás de las andas. El ex hermano mayor, Diego Centella, con un micrófono mencionaba el misterio y después dirigía las oraciones que rezaban los presentes.
Tras el rezo del misterio, la Virgen siguió adelante, ahora con la marcha "Virgen de la Paz" a cargo de la Banda Juvenil Santa Ana, y más adelante sonó "Soledad, rosa de Castilleja" al girar a la calle Enamorados, seguida de "Reina de las Mercedes" al tomar Caldereros.
La calle Caldereros no formó parte del itinerario por casualidad, ya que en ella estaba la antigua Parroquia del Dulce Nombre, que sigue siendo la sede canónica de la hermandad, aunque actualmente sea un solar donde hasta han crecido ya algunos árboles. Fue hace cuatro años cuando el edificio fue demolido para la construcción de un templo nuevo (ver). La pandemia, sin embargo, lo paralizó y actualmente no hay noticia alguna sobre cuándo se retomará el proyecto.
Junto al solar y al edificio que hasta junio albergaba el comedor social de la cofradía, clausurado temporalmente en junio, se detuvo la Virgen del Dulce Nombre y se rezó la Salve. Después, tras una levantá dedicada por el capataz, Ernesto Sanguino, al comedor social, la dolorosa se adentró en la calle Vigo a los sones de "Siempre la Esperanza".
Esta calle se encontraba engalanada y, en la esquina con la plaza de las Cadenas, se lanzó una petalada mientras la banda interpretaba "Rosario de Monte-Sión". Además, un hermano gritó varios vivas a la Virgen del Dulce Nombre.
Desde la plaza de las Cadenas, la Virgen del Dulce Nombre tomó la calle Laguna y se detuvo ante la casa de la madre del anterior hermano mayor, ya fallecida. Ante esta casa se volvió la dolorosa, Diego Centella dirigió las oraciones del tercer misterio del rosario y el Coro Aires Flamencos interpretó otra composición.
Seguidamente, la Virgen se marchó de este punto con la marcha "Esperanza de Triana Coronada", llegando con ella a la calle Almenas. En la misma esquina entre ésta y Laguna, hubo otra petalada. Luego, las andas continuaron por Almenas, ahora con "Aniversario macareno".
Desde este punto, la Virgen del Dulce Nombre de Bellavista continuó por las calles Alcuceros, donde hubo otra petalada a los sones de "Pasan los campanilleros", Morfeo, Borja, Rosas y Ávila, para volver a Asencio y Toledo, y entrar en la Parroquia del Sagrado Corazón con "Siempre la Esperanza" en torno a las diez y media de la noche.
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