La Hermandad de San José Obrero dará inicio mañana, miércoles, a los cultos en honor al santo por el que es conocida la parroquia y la propia corporación. El triduo, predicado por Manuel Sánchez Sánchez, canónigo de la Catedral, tendrá lugar entre el miércoles y el viernes a partir de las siete y media de la tarde, mientras que la tradicional ofrenda floral se desarrollará el mismo viernes por la tarde. Posteriormente, el sábado día 1, festividad del santo, se celebrará a las doce y media del mediodía la función principal de instituto, y el domingo, cuando tendría que recorrer las calles del barrio en procesión, la imagen se mostrará expuesta en veneración ante sus devotos.
La priostía de la hermandad está ultimando la preparación del altar para la celebración de estos cultos, para los que San José Obrero ha sido subido a su paso procesional, que se encuentra en el presbiterio alto, bajo la característica cúpula del templo de la calle Arroyo. A falta de la colocación de las flores, vemos al santo entronizado sobre su paso, al que por razones obvias le falta el llamador. Lo que no faltan son los faldones de color azul y blanco, distintos a los morados que este mismo paso lleva el Sábado de Pasión cuando quien procesiona en él es el Señor de la Caridad acompañado de Simón de Cirene.
Junto al paso con San José Obrero se encuentran entre candeleros con cera blanca las imágenes de Nuestra Señora de los Dolores y San Francisco de Paula, santo que también es titular tanto de la parroquia como de la hermandad. Por su parte, el Señor de la Caridad permanece en su altar habitual en la cabecera de la nave del Evangelio. Comienza el periodo de las Glorias, de nuevo sin cofradías en la calle, pero ya tenemos un paso montado, lo que viene a demostrar las ganas de manifestar públicamente nuestra fe.