viernes, 22 de marzo de 2024

LA SOLEDAD DE SAN LORENZO, DE HEBREA EN SU SEGUNDO BESAMANOS ANUAL


La capilla sacramental de la Parroquia de San Lorenzo acoge este Viernes de Dolores el segundo besamanos a María Santísima en su Soledad, que, como es costumbre, viste de hebrea para este último culto antes de la estación de penitencia del próximo Sábado Santo.
Sobre una peana con una pieza de madera en su color en la parte frontal, la Soledad ofrece su mano derecha mientras sujeta un pañuelo con la izquierda. En la cabeza tiene la antigua diadema de salida, de plata sobredorada y pedrería fina, de autor indeterminado (1893). Y en el pecherín cuenta con un puñal y un alfiler con su advocación.
A sus pies tiene astromelias y margaritas blancas, y en los laterales hay dos mesas de madera dorada donde, ante pequeños doseles con crestería de madera dorada, se pueden ver las tallas de San Pascual Bailón y San Benito que reciben culto en la capilla de la Virgen. Ante cada uno hay un centro floral y dos bandejas de plata, y al lado unos pies de madera dorada con candelabros de plata de cinco velas blancas cada uno.
Detrás hay unos candeleros y faroles, mientras que el camarín del retablo lo preside una cruz plateada y una talla de San Miguel. Sobre el banco del retablo hay también diversos candeleros, dos candelabros más, cuatro ángeles y varias jarras; algunas de ellas con flores de talco.



















LA QUINTA ANGUSTIA ESTRENA EL NUEVO MANTO DE SALIDA EN SU BESAMANOS


La Virgen de la Quinta Angustia está estrenando en su besamanos, que comenzó ayer y se prolongará durante la jornada de este Viernes de Dolores, su nuevo manto procesional, bordado en oro sobre terciopelo azul por el taller de Santa Bárbara, según el diseño de Francisco Javier Sánchez de los Reyes.
En la Capilla del Dulce Nombre de Jesús que la hermandad posee en la Parroquia de Santa María Magdalena, la dolorosa se encuentra al fondo, en el presbiterio, mientras que en el centro, entre ocho blandones de madera dorada con cirios azules, está el Cristo del Sagrado Descendimiento expuesto en besapié.
El Señor que tallara Pedro Roldán está tumbado sobre una sábana blanca y luce las potencias de salida. Además, está flanqueado por dos faroles de plata y rodeado por claveles rojos colocados directamente en el suelo.
Por su parte, la Virgen de la Quinta Angustia está flanqueada por cuatro jarras con claveles blancos y seis candeleros con cirios del mismo color. Lleva su corona de salida y una saya morada bordada en oro. En el pecherín, además de un puñal, cuenta con un gran broche en forma de corazón atravesado por siete puñales con el emblema de la hermandad en el centro.
Detrás, podemos ver a modo de dosel un pabellón rematado por una corona, con unos cortinajes de damasco rojo y fondo que conjuga el damasco en el centro con el terciopelo también rojo en los laterales. Además, algo más atrás de los candeleros ya mencionados se han ubicado dos tallas de ángeles mancebos.
El montaje de este besapié y besamanos de la Quinta Angustia se completa en el lado derecho de la capilla con la presencia de la cruz de guía entre faroles y ciriales, y una pequeña Inmaculada entre velas a los pies de la imagen del Resucitado de Jerónimo Hernández. Por su parte, el Dulce Nombre de Jesús está en su templete procesional de madera dorada entre más cirios.