domingo, 16 de noviembre de 2025

EL CRISTO DE LA CORONACIÓN DE ESPINAS, EN BESAPIÉ EN LA ANUNCIACIÓN


El Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas, de la Hermandad del Valle, ha estado expuesto en besapié este fin de semana en la Iglesia de la Anunciación, donde ha estado ubicado sobre la alta tarima situada en el presbiterio y en la peana de cultos estrenada hace cinco años.
En esta ocasión, el Cristo que tallara Agustín de Perea tenía la clámide roja, bordada en oro por Antonia Bazo en 1805, así como las potencias de salida, labradas por Manuel Valera en 2007. En la cabeza tenía corona de espinas y con la mano derecha sujetaba la caña. Junto a la imagen estaban los cuatro faroles de su paso de misterio, y más hacia los extremos cuatro jarras con diversas flores rojas de forma cónica y bicónica, como rosas, claveles, calas y tulipanes, que también estaban a los pies del Señor sobre la peana.
En el centro de la tarima se dispuso la alfombra que se estrenó en 2020, y al fondo se alzaba un altar con tres doseles. El del centro, el más grande, cobijaba la reliquia de la Santa Espina que atesora esta corporación del Jueves Santo, mientras que los laterales tenían ante sí diferentes enseres.
Iluminaban el altar diversos candeleros con cera de color verde, y entre ellos había un crucifijo, pequeñas jarras con las mismas flores mencionadas y un frontal de altar de plata con la heráldica de la cofradía en el centro.
Diversos blandones de madera dorada con cirios verdes y algunos centros florales, colocados en el suelo en la parte delantera de todo el conjunto, completaban el montaje de este altar de besamanos al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas.

























BESAMANOS Y FUNCIÓN PRINCIPAL A LA VIRGEN DEL MAR EN LA MISERICORDIA


Tras el triduo celebrado días atrás, este sábado tenía lugar en la Iglesia de la Misericordia el besamanos y función principal de instituto en honor a Nuestra Señora del Mar, titular de la hermandad filial de la Patrona de Almería.
Por este motivo, la imagen fue situada en el presbiterio alto del templo, sobre unas sencillas peanas de madera, vestida con un manto verde y una saya blanca de tisú bordada en oro. Llevaba también una toca de tul y lucía su corona procesional, un rostrillo de orfebrería dorada y un cetro en la mano izquierda, mientras sostenía al Niño Jesús con la derecha. Éste tenía un pájaro, además de un rosario que también sujetaba la Virgen. Numerosos broches y medallas llevaba la Virgen del Mar prendidos de su vestimenta, así como un fajín rojo con borlones dorados. A sus pies, una sencilla media luna plateada.
Flanqueando a la Virgen se podían ver dos mesas de madera dorada sobre las que había unas bandejas de plata y unos centros de lilium de color blanco, flores que también estaban ante la imagen. Más atrás se situaban cuatro blandones dorados, y ante el retablo mayor se dispusieron algunos candeleros, más bandejas de plata y cuatro jarras con flores de talco. Finalmente, hay que señalar que la Virgen del Mar se ubicaba en el centro de una alfombra dispuesta en el suelo.