miércoles, 9 de abril de 2025

BESAMANOS EN JEREZ A NUESTRA SEÑORA DE LA ESPERANZA DE LA YEDRA


La Esperanza de la Yedra estuvo el pasado fin de semana expuesta en besamanos en su ermita. Si el domingo anterior era el Señor de la Sentencia y Humildad el que estaba delante y la Esperanza detrás (ver), ahora fue justo al revés. Así, veíamos a la dolorosa sobre una peana de plata en el presbiterio del pequeño templo de la Plazuela, vestida con su manto procesional, saya blanca de tisú y fajín rojo.
En la cabeza tenía la corona de salida, la de su Coronación Canónica; en el pecherín una cruz, un par de broches y un collar; y en la mano izquierda un rosario, mientras ofrecía la derecha a los devotos. Además, del fajín pendían un alfiler con la palabra Esperanza, un gran broche con el anagrama mariano, una medalla de la Virgen del Rocío y un rosario de cuentas verdes.
Detrás, el Señor de la Sentencia y Humildad ocupaba el lugar de culto habitual de la Esperanza entre candeleros con cera blanca, algunas jarras con diversas especies florales del mismo color y un par de sacras. Se mantenían respecto al montaje del besapié al Señor el cortinaje rojo y el espejo con marco de madera dorada que había delante de la puerta de salida de la cofradía.

























EL CRISTO DE LA CORONACIÓN DE JEREZ, ENTRE FAROLES Y VARALES DE LOS SASTRES


El pasado Domingo de Pasión tuvo lugar el besapié al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas de Jerez en su sede canónica, la Capilla de los Desamparados, a la que la hermandad llegó hace ahora cien años. En este culto pudimos ver al Cristo ante el altar mayor de la capilla, bajo un pequeño palio provisional formado por unos frontales de plata de la Hermandad del Santo Crucifijo y por los varales del palio de la Virgen de los Reyes de la Hermandad de los Sastres de Sevilla.
El Señor, sobre una doble peana de plata, llevaba una clámide púrpura de brocado y unas potencias doradas, además de sujetar una caña entre sus manos. Y en los laterales se dispusieron seis jarras del paso de palio de María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción con lirios morados, y cuatro candelabros cedidos igualmente por la Hermandad de los Sastres. 
Tanto las jarras como los candelabros se elevaban sobre sendos pies de base cuadrada de damasco y terciopelo rojo con apliques de madera dorada. Además, en distintos puntos del retablo se colocaron pequeños centros florales igualmente con lirios.