viernes, 30 de octubre de 2020

EL CARMEN DOLOROSO CONFIRMA QUE NO HABRÁ SALIDA EXTRAORDINARIA


No es que hubiera esperanza alguna de su celebración, pero la Hermandad del Carmen Doloroso ha confirmado hoy a través de sus redes sociales que la salida extraordinaria de la Virgen del Carmen, prevista para el próximo 14 de noviembre, ha sido cancelada por la situación provocada por la pandemia del coronavirus, tal como acordó ayer la junta de gobierno.
La última de las cuatro salidas extraordinarias que deberíamos haber vivido este otoño (después de las del Cerro, la Lanzada y el Gran Poder) queda así anulada sin posibilidad alguna de celebrarse. Hay que recordar que para esta salida, que iba a cerrar los actos conmemorativos del XXV aniversario fundacional de la cofradía del Miércoles Santo, la Virgen del Carmen iba a salir sin palio, a modo de paso de gloria, y visitaría distintos templos relacionados con la historia de la corporación, como la Iglesia de la Misericordia o la de San Martín.
Entre los actos y cultos que sí que ha podido celebrar la Hermandad del Carmen Doloroso para conmemorar su XXV aniversario se encuentran la exposición que tuvo lugar en la antigua Parroquia de Nuestra Señora de Belén (ver), el vía crucis extraordinario con Nuestro Padre Jesús de la Paz el pasado 6 de marzo (ver) y los actos de veneración a la Virgen del Carmen (ver) y a la Virgen de las Maravillas (ver), que sustituyeron a los besamanos extraordinarios que se habían previsto inicialmente.

jueves, 29 de octubre de 2020

EL RETABLO DE LAS ÁNIMAS DE LA IGLESIA DE SAN PEDRO RECUPERA SUS FAROLES


La Hermandad Sacramental de San Pedro ha restaurado dos faroles de forja que han vuelto a su lugar original junto al retablo cerámico de las Ánimas del Purgatorio, situado a la derecha de la puerta del templo que da a la plaza.
Se trata de dos piezas de hierro que fueron retiradas de la fachada con motivo de las obras de restauración que se llevaron a cabo en el edificio en los años noventa. Desde entonces, estaban en las dependencias de la corporación hasta que ahora han sido restaurados y vueltos a colocar en su ubicación inicial, para la que fueron realizados en 1960, coincidiendo con la ejecución del propio retablo por parte de Juan Oliver.
De esta forma, el retablo del famoso pajarito que se esconde en él y que, según dicen, garantiza el matrimonio para quien lo encuentra, estará iluminado cada noche gracias a estos artísticos faroles, que representan cada uno a un león de aspecto regio apoyado sobre una barra horizontal y sujetando el farol propiamente dicho, que tiene forma hexagonal y que cuenta por tanto con seis cristales que protegen las bombillas de su interior.
Gracias a la restauración de estos faroles de hierro forjado, el artístico retablo de las Ánimas del Purgatorio de San Pedro ha recuperado su estética original, lo que supone a su vez un paso adelante en la conservación de las obras cerámicas que pueden verse en numerosísimos templos sevillanos, muchos de los cuales han perdido con el paso del tiempo sus faroles.






miércoles, 28 de octubre de 2020

EL CARTEL DEL CXXV ANIVERSARIO DE LA HERMANDAD DE MARÍA AUXILIADORA


El artista Fernando Aguado es el autor del cartel conmemorativo del CXXV aniversario fundacional de la Hermandad de María Auxiliadora Coronada, que se cumple el año que viene. Se trata de una obra pintada en técnica mixta, por medio de lápiz, tinta, gouache y acuarela, y en la que Aguado ha querido representar la alegría salesiana de finales de mayo, con María Auxiliadora y San Juan Bosco sobre sus respectivos pasos procesionales. En el centro se puede ver el arco de acceso a la Basílica, donde se encuentra el característico simpecado de la corporación, y en la parte superior están las banderolas con los colores rosa y celeste que decoran cada año esta zona.
Debajo de María Auxiliadora, entre las ramas del escudo de la cofradía, puede leerse "125 aniversario fundacional. 1896-2021", mientras que a modo de faldón que abarca todo el ancho de la obra pone "Archicofradía de María Auxiliadora Coronada" sobre la palabra "Sevilla".
La hermandad salesiana ha preparado un amplísimo programa de cultos y actos para celebrar sus 125 años de trayectoria; una historia que comenzó justo un año después de la llegada en 1895 de su imagen titular a la Casa Salesiana de la Santísima Trinidad. El programa incluye diversos actos religiosos, culturales y sociales, entre los que destaca como culto principal la solemne eucaristía que se pretende celebrar en la Plaza de San Francisco en la mañana del sábado 29 de mayo, presidida por la propia imagen de María Auxiliadora, que por la tarde realizaría su salida procesional anual, pero desde dicho lugar en pleno corazón de la ciudad, ampliando por tanto su habitual recorrido, más cercano siempre a su feligresía.
Ésa es la intención, aunque sobra decir lo complicado que resulta imaginar que dicha procesión pueda llevarse a cabo, sobre todo teniendo en cuenta que acaba de ser planteado un nuevo estado de alarma de seis meses de duración que alcanzará precisamente hasta el próximo mes de mayo.
En cualquier caso, el programa de actos y cultos es tan amplio que no se quedará la cofradía sin poder celebrar de manera extraordinaria su CXXV aniversario fundacional. En el siguiente enlace se puede consultar el programa completo:

martes, 27 de octubre de 2020

LA HERMANDAD DEL AMPARO REZARÁ UN ROSARIO POR EL FIN DE LA PANDEMIA


La Hermandad de Nuestra Señora del Amparo rezará el Santo Rosario en la Parroquia de la Magdalena para pedir por el fin de la pandemia del coronavirus. Este rezo tendrá lugar el mismo día, el domingo 8 de noviembre, y prácticamente a la misma hora, las cinco y media de la tarde, en los que en circunstancias normales debería comenzar la salida procesional.
Con este rosario y con el canto de la Salve Regina se pondrá este año el punto final a los cultos en honor a la Virgen del Amparo, que han comenzado este mismo martes con el jubileo circular de las XL horas, que se extenderá hasta el jueves. Posteriormente, los próximos 31 de octubre y 1 de noviembre la imagen estará expuesta a la veneración de los fieles en sustitución del tradicional besamanos. A su término, el domingo a las nueve de la noche se rezará el Santo Rosario por los cristianos perseguidos a causa de su fe.
Más adelante, el lunes 2, festividad de los fieles difuntos, habrá solemne misa de réquiem a las ocho y cuarto de la tarde, mientras que los días 4, 5 y 6 se celebrará el triduo a la Virgen del Amparo, comenzando cada tarde a las ocho. Finalmente, el domingo 8 a las diez y media de la mañana tendrá lugar la función principal de instituto, coincidiendo con la fiesta del Patrocinio de Nuestra Señora, a cargo del párroco de la Magdalena y director espiritual de la hermandad, Francisco Román Castro.

viernes, 23 de octubre de 2020

LA VIRGEN DE LA ALEGRÍA RECIBE A LOS DEVOTOS CON SU MANTO PROCESIONAL


Lejos de la Pascua de Resurrección en la que cada año se celebra su besamanos, la imagen de María Santísima de la Alegría se muestra hasta mañana expuesta a la veneración de sus devotos en la capilla de la hermandad, situada en la cabecera de la nave del Evangelio de la Parroquia de San Bartolomé.
Y lo hace vestida prácticamente como si fuera a salir a las calles en su tradicional procesión del mes de mayo, con su manto procesional felizmente recuperado en 2014 tras su restauración, toca de sobremanto bordada en oro sobre malla y saya de tonalidad dorada. Además, luce su corona de salida, así como el resto de sus habituales enseres de orfebrería, mientras que el Niño Jesús lleva un traje blanco de tisú.
La Virgen de la Alegría, que está ante su retablo y sobre una peana plateada con dos jarras en las esquinas, tiene algunos broches, una cruz y un rosario sujeto también por el Niño. Junto a la Virgen vemos cuatro altos blandones de plata con cera blanca; y entre cada pareja, una columna de cerámica que sujeta otras dos jarras que, como las anteriores, tienen una variada composición floral de tonalidades diversas. A los pies de la talla hay otro centro de flores, así como algunas ofrendas de hermanos y devotos.
Por otra parte, en el lado derecho está el busto de San Manuel González García, titular de la corporación, junto al simpecado. Y detrás, el camarín de la Virgen de la Alegría está ocupado por un cuadro con una pintura del Santísimo Sacramento, igualmente titular de la cofradía de San Bartolomé. Se completa el altar de esta veneración extraordinaria a la Virgen de la Alegría con sendos centros florales ante el cuadro del Santísimo Sacramento y ante las tallas de San Joaquín y Santa Ana de los laterales del retablo. Finalmente, el estandarte corporativo está situado fuera de la capilla, en el lado derecho de la reja de acceso.





























jueves, 22 de octubre de 2020

EL BARRIO DE LA FERIA NO VERÁ PASAR A LA REINA DE TODOS LOS SANTOS


Nos dirigimos poco a poco al final del año y son ya muy pocas las cofradías letíficas que quedan por confirmar lo que ya sabemos que todas van a hacer, que es no salir, en este 2020 aciago y completamente en blanco para las hermandades de gloria, a excepción de la ya lejana salida procesional del Niño Jesús de Praga de la Hermandad del Carmen del Santo Ángel allá por el mes de enero (ver).
Ahora ha sido la Hermandad de Todos los Santos la que ha dado a conocer los cultos que va a celebrar en honor a su titular, entre los que evidentemente no está la salida procesional que debería tener lugar el próximo 8 de noviembre.
Estos cultos comenzarán este sábado 24, día en que arrancará la novena, que se extenderá hasta el 7 de noviembre. Comenzará cada tarde a las ocho y será predicada por Fernando Emilio Borrego Ojeda, párroco de Nuestra Señora de la Granada, de Guillena. Además, la misa del último día, que se dedicará a los hermanos difuntos de la cofradía, incluirá el acto de admisión de nuevos hermanos.
Por otra parte, los días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre será el jubileo circular de las cuarenta horas, mientras que los días 2 y 3 la Reina de Todos los Santos permanecerá expuesta a la veneración, acto que sustituye al tradicional besamanos de la talla de Roque de Balduque.
Finalmente, el domingo 8 de noviembre a las doce del mediodía se cerrarán los cultos previstos con la función principal de instituto, que será predicada por el párroco de Omnium Sanctorum y director espiritual de la cofradía, Pedro Juan Álvarez Barrera. Así pues, nos quedamos sin el clasicismo, la belleza y la melancolía de la Reina de Todos los Santos recorriendo las calles del barrio de la Feria.

miércoles, 21 de octubre de 2020

TRIDUO SIN SALIDA PROCESIONAL EN HONOR A SAN ANTONIO MARÍA CLARET


La comunidad claretiana de Heliópolis celebra a partir de mañana el triduo anual en honor al titular de la parroquia, San Antonio María Claret, que por razones obvias no saldrá el viernes a las calles del barrio como estaba previsto. Esta entrañable procesión, en la que el santo fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María es acompañado por los alumnos del colegio, se celebra cada año en la tarde del viernes más próximo a su festividad, que se celebra el 24 de octubre.
Lo que sí tendrá lugar es el triduo en su honor, que comenzará mañana, jueves, y que se desarrollará hasta el sábado, comenzando a las siete y media de la tarde con el rezo del Santo Rosario y siguiendo con el ejercicio del triduo y la celebración de la eucaristía.

lunes, 19 de octubre de 2020

LA CANDELARIA DE JEREZ FUE LUZ Y ESPERANZA EN MEDIO DE LA PANDEMIA


Con el permiso de la autoridad, como rezan las antiguas convocatorias taurinas, y tras algún que otro rechazo a actos similares recientemente, la Hermandad de la Candelaria recibía el permiso del Ayuntamiento de Jerez para la celebración de su tradicional rosario de la aurora por las calles del barrio de La Plata, con una particularidad: que el rezo en sí se celebrara en los Jardines de la Atalaya, un recinto cerrado y aforado, y que los traslados de ida y vuelta fueran lo más breves posible.
Y así fue como ayer, 18 de octubre de 2020, el culto público volvió a Jerez poniendo en la calle a una imagen titular de una de sus cofradías; en este caso, a María Santísima de la Candelaria, que con la advocación mejor puesta que nunca, se convirtió en luz en medio de la oscuridad de una cruel pandemia cuyo final ni siquiera se atisba en el horizonte. Fue luz, pero también esperanza. Hay otra forma de hacer las cosas frente a la resignación de estar encerrados en los templos. Hay otra manera y, sin lugar a dudas, la Hermandad de la Candelaria lo demostró con un rosario de la aurora muy bien organizado, muy cuidado en el cumplimiento de las más elementales medidas de seguridad. 
Pero también lo demostraron los cofrades que asistieron a este histórico día, que supieron estar a la altura en un culto que, todos lo sabíamos, iba a ser mirado con lupa por las mismas autoridades que, con condiciones, lo habían aprobado, por otras hermandades y también, para qué negarlo, por criticones dispuestos a rascar donde hiciera falta para encontrar una fisura, un matiz, un algo a lo que agarrarse para levantar la voz contra lo que no fue otra cosa que una bellísima mañana junto a la Madre de Dios, por fin en las calles.
Cuando pasaban cinco minutos de las ocho y media de la mañana, las dos hojas de la puerta principal de la Parroquia de Santa Ana se abrían para dar paso (parecía mentira) a un cortejo procesional. Ante la puerta, y con una evidente separación entre grupos de personas reunidas para asistir a este momento, bastante gente y mucha cámara de fotos o de vídeo. "Esto no lo he visto yo nunca; a ver si el año que viene es igual", comentaba un hermano de cirio al ver la expectación generada por este rosario de la aurora de la Candelaria. Y es que sí, había bastante más gente de lo normal en un rosario de la aurora en Jerez, pero era una cantidad muy asumible. Además, los miembros de la hermandad se encargaban de vez en cuando de recordar la importancia de guardar la distancia interpersonal; aunque más por una cuestión de prevención que para corregir situaciones de riesgo, que en realidad no se produjeron en ningún momento. Nada que ver con los "botellones" juveniles, los conciertos promovidos hace días por el Ayuntamiento o la ausencia de distancia en cualquier transporte público. Y todo el mundo, absolutamente todo el mundo, con su mascarilla.
La cruz parroquial entre ciriales abría el cortejo, formado por más de ciento sesenta hermanos que sacaron su papeleta de sitio para acompañar a la Candelaria en esta salida tan especial. También estuvieron el presidente de la Unión de Hermandades, Dionisio Díaz, y los hermanos mayores de las Angustias, el Perdón, el Soberano Poder y las Viñas. El estandarte corporativo fue la única insignia que se pudo ver entre los hermanos con cirio que, también con la debida distancia, tomaron la calle que recibe el nombre de la dolorosa en su breve camino a los Jardines de la Atalaya.





La Virgen de la Candelaria se encontraba en el lado derecho del presbiterio de Santa Ana. Desde allí, ocho hermanos se encargaron de cargar las andas sobre sus hombros para dirigirse hacia la puerta a las órdenes de Paco Yesa, quien precisamente fue nombrado capataz de la dolorosa el mes pasado. Dentro del templo sonó en el órgano el Himno de España en el momento en que la Candelaria empezó a moverse. Y antes de salir sonaría "Coronación de la Macarena" seguida de "Amarguras". Por fin marchas para una imagen que buscaba la calle.
La baja altura de la puerta obligó a los hermanos encargados de la salida a bajar las andas y sostenerlas con las manos para que la corona procesional, obra de Manuel de los Ríos de 1981, superara el dintel. La Candelaria vestía la saya de tisú de plata bordada en oro que estrenó en su estación de penitencia del año pasado, confeccionada por Ildefonso Jiménez, que combinaba con el manto de aplicación de terciopelo burdeos cedido por la Hermandad de las Viñas, cuya dolorosa, la Virgen de la Concepción, es una talla del mismo imaginero: Manuel Prieto Fernández. Además, la dolorosa de La Plata tenía un tocado de encaje de Bruselas del siglo XIX y unos puños de encaje de punto de aguja de la misma época.
Otros elementos que lució la Candelaria en esta jornada fueron un puñal de plata sobredorada de Manuel Varela (2014), un alfiler con su advocación donado por una devota y realizado utilizando joyas de su familia, cinco estrellas de circonitas, una cruz pectoral de plata y granates, unos pendientes de brillantes y dos rosarios, uno de nácar y plata del siglo XIX, y el otro de granates y plata que incluye medallas de las devociones de sus donantes. También llevaba la insignia municipal del concejal Jaime Espinar, del Grupo Popular en el Ayuntamiento, y una insignia de plata del vicepresidente de la Junta de Cofradías de Ocaña (Toledo), cuya Hermandad de la Verónica mantiene una estrecha vinculación con la Candelaria jerezana debido a la coincidencia de sus misterios.
En cuanto a las andas, llevaban delante cuatro faroles de plata y en las esquinas estaban los cuatro ángeles del paso de Nuestro Padre Jesús de las Misericordias, aunque sin los elementos pasionistas que suelen sostener. En cuanto al exorno floral, se componía de diferentes especies, como nardos, rosas y calas blancas.
La Virgen de la Candelaria se detuvo tras bajar los escalones ubicados ante la puerta del templo y posteriormente emprendió el recorrido rumbo a la Atalaya por su calle, en la que se detuvo en varias ocasiones. Delante, el párroco de Santa Ana y director espiritual de la hermandad, Enrique Soler, fue dirigiendo algunas oraciones y meditaciones previas al rezo del Santo Rosario.



























Tras dejar atrás su calle, María Santísima de la Candelaria giró a su derecha a la calle Atalaya, por la que a continuación salió a Lealas, esa calle tan especial para la cofradía en las noches de Lunes Santo y que recibe el nombre de las hijas de un tal Leal. 
Pronto alcanzó la Candelaria la confluencia con la calle Cervantes, por la que se internó hasta entrar en los Jardines de la Atalaya traspasando la reja abierta a deshora de este bellísimo espacio jerezano. Cuando el cortejo estuvo al completo dentro, un hermano en la misma puerta fue dejando entrar a quienes lo seguían, contándolos uno a uno para no superar el aforo determinado. Además, nada más entrar encontraban los asistentes dos pequeñas mesas con sendos botes de gel hidroalcóholico.


















En cuanto la Virgen de la Candelaria se adentró en los Jardines de la Atalaya, comenzó el rezo del Santo Rosario, cuyos misterios fueron los gloriosos al ser domingo. Toda la zona ajardinada contaba con sillas que dos días antes habían sido dispuestas por los hermanos, guardando entre ellas la debida distancia. No obstante, muchas estuvieron vacías ya que la ausencia de aglomeraciones permitió a quien lo deseó seguir a la Virgen a lo largo de su recorrido sin ningún problema. Hay que anotar también que cada vez que se producía un relevo entre los hermanos que cargaban (al modo jerezano, con horquilla) las andas, éstas se limpiaban con gel. Los cargadores y el capataz, además, llevaban todos guantes.
La Virgen rodeó la zona ajardinada mientras uno a uno se desgranaban los misterios gloriosos del Rosario. Cuando quedaban dos, la Asunción al Cielo y la Coronación, el padre Enrique Soler pidió a los presentes que cantaran cada Ave María, que hasta ese momento simplemente era pronunciado sin más. Se diría que los asistentes a este rosario guardaban un exceso de seriedad, sin atreverse del todo a vivir el culto con la alegría acostumbrada. El párroco quizá quiso animarles a comprender que eso que llaman "nueva normalidad" no está reñido con la felicidad propia del cristiano. Y menos cuando tanto tiempo después estábamos junto a la Virgen a cielo abierto.
La Candelaria completó la circunferencia que rodea al jardín principal cuando se rezó el quinto y último misterio y se dispuso a salir de nuevo a la calle Cervantes. Pero antes, se produjo un nuevo relevo de cargadores con la correspondiente desinfección de las andas.
































Las letanías, entre las que Enrique Soler incluyó la de "Reina de nuestras hermandades y cofradías", fueron rezadas ya con la Candelaria de regreso a Santa Ana, ahora pasando únicamente por Lealas hasta la Plaza de la Constitución. Desde los balcones de la última casa, justo en la unión entre ambas, cayó una gran lluvia de pétalos sobre la dolorosa, como las de la última hora de la noche del Lunes Santo. Asimismo, un grupo de hermanos le cantaron a la Candelaria una letra que precisamente nos trasladó a todos a esos momentos que esperemos que pronto podamos tener oportunidad de revivir. Se trata de una plegaria que estaba escrita tras cada papeleta de sitio y que fue compuesta por José María Morales Añón 'Nene', hermano de la cofradía fallecido el pasado 22 de septiembre.
Fue éste uno de los instantes más emocionantes del rosario de la aurora de la Candelaria, donde no faltaron las lágrimas de muchos de los presentes, entre los que se encontraba en silla de ruedas la madre del 'Nene', incapaz de contener el llanto. Jerez reza también cantando y arrojando pétalos y viendo al Hijo de Dios y a su Madre paseando por las calles, acercándose a los hogares de sus devotos, de sus vecinos.
A continuación, la Virgen de la Candelaria se dirigió de nuevo a Santa Ana, ante cuya puerta se detuvo para que Paco Yesa diera las instrucciones a los cargadores sobre cómo proceder, que era soltando las horquillas, sosteniendo las andas con las manos y tratando de mantener en éstas en todo momento la horizontalidad. Dicho y hecho. 
La Candelaria entró en su casa y en ese momento la iglesia estalló en un emocionado aplauso que en el fondo era un enorme "gracias" a la Virgen por lo que acabábamos de vivir tras tanto tiempo de fe encerrada intramuros.




































Dentro de Santa Ana, los hermanos y devotos aplaudían. Y en la misma puerta, un hermano rociaba de líquido hidroalcohólico a todo aquél que accedía al templo. Y es que, como bien dijo el hermano mayor, Manuel Martínez Pina, finalizado el acto, "ha terminado el Rosario pero no la pandemia", recordando a todos la importancia de seguir manteniendo en todo momento las medidas de seguridad.
No, la pandemia no ha terminado. Debemos seguir rezando por su final, y por los enfermos y fallecidos. Pero la emoción visible en los ojos de muchos hermanos demostraban que, pese a todo, la Candelaria acababa de abrirle un hueco a la luz, a la esperanza y, por qué no decirlo, a la ilusión. La Candelaria ha abierto un camino. Que se repita o no depende no de las cofradías, sino de las administraciones. Veremos lo que ocurre. Pero, de momento, nadie nos quita la alegría por lo vivido ayer con unas de las hermandades con mayor sabor a barrio de Jerez.