domingo, 29 de octubre de 2017

EL CAUTIVO DE TORREBLANCA SALDRÁ DE SANTA MARINA PARA EL VÍA CRUCIS DE 2018


Estaba cantado y difícilmente se habría entendido otra decisión. La Hermandad de Torreblanca ha escogido la Iglesia de Santa Marina para que la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo salga desde ahí en dirección a la Catedral para presidir el Vía Crucis de las Cofradías de 2018.
Los cofrades de Torreblanca han aceptado así el ofrecimiento de la Hermandad de la Resurrección, que les ha vuelto a ceder su casa, como ya ocurriera en 2013. En aquel momento, las hermandades sevillanas se propusieron celebrar el Año de la Fe con la organización de un vía crucis extraordinario en el que serían trasladados a la Catedral catorce pasos de misterio de otras tantas cofradías. El misterio de Torreblanca fue designado para representar la quinta estación del vía crucis, "Jesús es juzgado por Pilatos", y evidentemente tuvo que buscar un templo céntrico, dada la insalvable distancia entre su barriada y la Catedral. La Hermandad de la Resurrección ofreció el suyo y Torreblanca aceptó (ver).
A partir de ese momento, ambas hermandades establecieron unos importantes lazos de unión que se tradujeron, por ejemplo, en la participación de sendas representaciones en sus estaciones de penitencia o incluso en la colocación de un retablo cerámico del Cautivo junto a Santa Marina al cumplirse el primer aniversario de aquel Vía Crucis del Año de la Fe, que desgraciadamente se vio suspendido por la lluvia (ver).
Fue el pasado 9 de octubre cuando la sección de penitencia del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla escogió a Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilato para presidir el Vía Crucis de las Cofradías, que será el próximo 19 de febrero, primer lunes de Cuaresma. Con esta designación, el Consejo hacía historia al optar por primera vez por una imagen de una hermandad de vísperas para presidir este culto conjunto de las cofradías sevillanas.

viernes, 27 de octubre de 2017

EL CRISTO DE LAS TRES CAÍDAS REGRESA DE SU MÁS QUE NECESARIA RESTAURACIÓN


No hay más que verle la cara para que resulte difícil de comprender cómo la hermandad esperó tanto hasta decidirse a llevar a cabo la restauración. Pero lo importante es que finalmente le echó valor y este viernes el Santísimo Cristo de las Tres Caídas ha regresado a la Capilla de los Marineros después de seis meses en el cercano taller del restaurador Pedro Manzano.
Se ha intervenido en la modificación de las articulaciones, pero sin duda es la limpieza general de la policromía lo que destaca tras una intervención en la que el Señor Caído de Triana ha perdido la suciedad que tanto afeaba su rostro. Sin paños calientes. No era pátina del tiempo, sino simple y llana suciedad, cuyos efectos se multiplicaban además por la capa de barniz que Pedro Manzano ha retirado. Esta mañana una mujer que se ha acercado a la calle Pureza para comprobar los efectos de la restauración lo comentaba sin reparo: "Antes estaba churretoso, pero ahora está perfecto". "Es que en la calle, en el paso, no se le veía la cara, sólo las potencias", añadía otra señora en la mesa de recogida de donativos y reparto de las primeras estampitas con el nuevo aspecto del Señor. Y un devoto, que se ha plantado ante la imagen para analizarla desde su silla de ruedas, afirmaba: "Venía yo preocupado, pero veo que está muy bien y me he quedado mucho más tranquilo".
Y es que es así: cualquier anuncio de restauración hace saltar ciertas alarmas entre quienes temen no reconocer a la imagen de su devoción al regresar del taller. Quizá por eso la Hermandad de la Esperanza de Triana dejó pasar mucho tiempo, demasiado, antes de afrontar lo que no admitía más demora. Otras hermandades deberían seguir su ejemplo más pronto que tarde.
El Cristo de las Tres Caídas ha vuelto a casa, a los pies de su Madre, la Esperanza del barrio, donde presidirá esta tarde una misa de acción de gracias por el éxito de los trabajos, que han devuelto a la imagen una limpieza que no se veía desde hace varias décadas. No es, en cualquier caso, la policromía original la que observamos ahora en el Señor, sino la que se aplicó a finales del siglo XIX tras una restauración llevada a cabo por Manuel Gutiérrez Reyes-Cano.
Pedro Manzano puede apuntarse otro tanto con esta intervención que, tras la eliminación de la suciedad acumulada, ha permitido recuperar para la vista regueros de sangre en la frente, el cuello y hasta las manos que permanecían prácticamente inapreciables. Hasta el domingo, a las dos de la tarde, el Cristo de las Tres Caídas estará en el presbiterio de la Capilla de los Marineros para su contemplación antes de ser trasladado definitivamente a su retablo.



























SAN BENITO APRUEBA PARA 2019 LA SALIDA EXTRAORDINARIA DE LA ENCARNACIÓN


Los que pensaran que la llegada de Asenjo al Arzobispado iba a suponer el fin de las salidas extraordinarias puede comprobar que no es así. Ha habido limitaciones; eso está claro. De la manga quizá excesivamente ancha del Cardenal Amigo se ha pasado a unas normas más restrictivas en los últimos años, pero que en cualquier caso no nos están privando de disfrutar de procesiones fuera de su tiempo habitual por diversas celebraciones: aniversarios destacados de hermandades, coronaciones canónicas o aniversarios de esas coronaciones. Al margen de otras circunstancias especiales, como fue el año pasado la salida del Gran Poder con motivo del Año de la Misericordia (ver).
Pues bien, anoche mismo la Hermandad de San Benito celebró un cabildo general extraordinario en la propia parroquia con un único punto en el orden del día, como era la aprobación, si procedía, de la salida de Nuestra Señora de la Encarnación en conmemoración del XXV aniversario de su Coronación Canónica, que tuvo lugar el 10 de diciembre de 1994 en la Catedral. El resultado de la votación fue incontestable: 150 votos a favor, seis en contra y cuatro abstenciones.
De esta forma, cuando faltan más de dos años para la celebración de los 25 años de la Coronación, los cofrades de San Benito ya saben que la Virgen de la Encarnación los celebrará saliendo bajo palio a las calles, como lo hicieron recientemente la Esperanza de Triana en 2009 y las Angustias de los Gitanos en 2013 (ver), así como la Macarena, que también celebró en las calles el cincuentenario de su Coronación en 2014 (ver).
Todo apunta a que será el sábado 14 de diciembre de 2019 cuando tenga lugar esta salida extraordinaria de la Encarnación de San Benito, aunque aún es pronto para darlo por hecho. Y tampoco se sabe si habrá traslado a la Catedral por este motivo como así hicieron las hermandades antes mencionadas. Ya se irá definiendo esta salida. Tiempo hay de sobra para prepararla. Eso sí; el Arzobispado tendrá primero que dar su visto bueno, cosa que está fuera de duda. Pero el protocolo es el protocolo.

miércoles, 25 de octubre de 2017

COLOCADO EN LA FACHADA DE SAN ANDRÉS UN RETABLO CERÁMICO DE SANTA MARTA


El proyecto impulsado por los jóvenes de la Hermandad de Santa Marta ya es una realidad. Desde el pasado domingo, la santa que da nombre a la corporación y que fue el origen de su fundación a cargo de los hosteleros sevillanos tiene un retablo cerámico que ha sido colocado en la fachada de la Parroquia de San Andrés, junto a la puerta que da a la Plaza Fernando de Herrera, siendo así visible desde cualquier punto de dicho enclave del centro histórico.
Ángel Lora es el ceramista que ha reproducido de manera fiel a la imagen de Santa Marta que tallara Sebastián Santos Rojas y que figura cada Lunes Santo en el misterio del Traslado al Sepulcro. En cuanto al diseño de la obra, se debe a Francisco Javier Sánchez de los Reyes, mientras que Manuel Heredia Martínez se ha encargado del proyecto arquitectónico.
Junto a un naranjo y detrás de un pequeño seto ha quedado ubicado este retablo cerámico que ha sido posible gracias a las diferentes actividades de recaudación de donativos llevadas a cabo por el grupo joven, como fue, por ejemplo, la edición de estampitas con el proyecto y la recogida de dinero para ello en el besamanos a Santa Marta del pasado 29 de julio (ver).
En el retablo cerámico aparece la santa en un plano medio sobre un fondo adamascado de color rojo. Viste una saya azul, un manto verde y un fajín hebraico, y está representada con la aureola de Jesús Domínguez con la que sale a las calles durante la estación de penitencia, mientras que en las manos sujeta los atributos que le son propios, como son el acetre en la izquierda y el hisopo en la derecha.
Toda la obra está rodeada por una orla dorada sobre fondo azul que cuenta en la parte superior con el escudo de la hermandad y en la inferior con una orla de color blanco en la que se lee Santa Marta en letras negras. La firma del ceramista está en el ángulo inferior izquierdo.











lunes, 23 de octubre de 2017

NUESTRA SEÑORA DE LAS LÁGRIMAS, EXPUESTA EN DEVOTO BESAMANOS


La Hermandad de la Exaltación celebró el pasado fin de semana el besamanos a Nuestra Señora de las Lágrimas, que fue situada para ello en el presbiterio de la Parroquia de San Román, elevada sobre la habitual peana de madera dorada con una cartela policromada en su centro.
La dolorosa, que lucía la corona procesional, vestía una saya burdeos y un manto negro, ambos bordados en oro, así como un fajín hebraico. Llevaba una cruz pectoral, un alfiler con su advocación, un puñal y varias joyas. Además, en la mano izquierda tenía un rosario y un pañuelo, mientras que ofrecía la derecha a los devotos.
Dos altas columnas de flores de tonalidades blanca y morada se situaron detrás de la Virgen, una a cada lado, mientras que dos grandes blandones dorados con cera blanca la flanqueaban.
Al fondo, el retablo mayor de San Román estaba oculto por la estructura del altar de cultos que días atrás estuvo presidido por la Virgen de las Lágrimas. Sin embargo, para el besamanos, ante un dosel de damasco rojo que contaba igualmente con un pabellón de terciopelo del mismo color, se colocó una pintura de la Virgen con el Niño.
En este altar se utilizaron diferentes elementos del paso de palio de la hermandad, como la peana, los respiraderos, la candelería y diversas jarras. Además, había tallas de ángeles repartidas por el altar, algunas sacras y un templete con una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción. Finalmente, como base de todo el conjunto estaba la mesa del altar provisional que la Hermandad de la Exaltación ocupa en San Román.
Hay que recordar, por otro lado, que durante los cultos en honor a la Virgen de las Lágrimas, acompañaba en su altar al Cristo de la Exaltación y a San Juan Evangelista la imagen de Nuestra Señora del Subterráneo, de la Hermandad de la Cena, ubicada también temporalmente en el mismo templo (ver).