lunes, 2 de octubre de 2017
LA VIRGEN DE LA VALVANERA RECUPERÓ UNA AÑEJA ESTAMPA CON SAYA BORDADA
El pasado sábado tuvo lugar la salida procesional de la Virgen de Valvanera, que presentó un estreno que supuso un guiño a la forma en que la Patrona del barrio de la Calzada salía antiguamente a las calles: con una saya bordada.
Se trata en concreto de una saya de tisú de plata bordada en oro procedente de finales del siglo XIX y que ha sido restaurada este año para que la Virgen la luciera en su salida. De esta forma, la Virgen de Valvanera, que en los últimos meses ha sido objeto de una restauración a cargo de Francisco Berlanga, ha salido a las calles vestida al completo con prendas textiles, manto azul y saya blanca, pese a ser una imagen de talla completa.
La salida procesional de esta hermandad, que llevó hasta Sevilla la devoción por la Patrona de La Rioja, se inició a las seis y media de la tarde desde la Parroquia de San Benito, con un cortejo que encabezaba la cruz alzada entre ciriales. Después iban varias parejas de niños con cirios blancos, el guión del grupo joven de la Hermandad de San Benito, el simpecado, el guión del santo titular de la parroquia y la representación con su estandarte de la cofradía penitencial antes del libro de reglas y del propio estandarte de la Hermandad de Valvanera.
Carlos Morán, hermano mayor de la cofradía, es el encargado de comandar como capataz el paso, que estaba adornado con rosas, nardos, lisiantum y otras especies, todas ellas de color blanco.
Tras salir de San Benito y visitar, como es tradicional, a los ancianos de la residencia de las Hermanitas de los Pobres, la Virgen de Valvanera cruzó Luis Montoto para recorrer algunas de las calles del barrio del lado derecho, según la dirección hacia las afueras de la ciudad. Fueron calles como San Ignacio o la que lleva el propio nombre de la Virgen, antes de cruzar ahora la Avenida de la Buhaira hacia Juan Sierra, donde la Asociación Filarmónica Cultural Santa María de las Nieves de Olivares interpretó “Macarena”, de Emilio Cebrián.
Finalizada la marcha, y tras quedar el paso detenido, el capataz quiso dedicar la siguiente levantá a las mujeres y los hijos de todos los costaleros, lo que fue respondido desde abajo con un “¡olé!”. A continuación, el paso giró hacia Padre Luque a los sones de “Pasan los campanilleros”, con la que la Virgen de Valvanera llegó hasta el cruce de esta calle con Blanco White.
En este punto, una mujer y sus hijas asistieron a la siguiente dedicatoria de levantá. Carlos Morán dijo: “Por Pepe, un vecino del barrio que hace unos días se fue al cielo y que está ahora disfrutando con la Virgen”. Las lágrimas de las mujeres lo dijeron todo.
Con la marcha “Virgen de las Aguas” realizó el paso el giro a Blanco White, calle por la que después se podría escuchar “Procesión de Semana Santa en Sevilla” tras un relevo de costaleros llevado a cabo ante las mismas puertas del Centro de Recursos Infantiles Virgen de la Encarnación, gestionado por la Diputación de Caridad de la Hermandad de San Benito.
El de la Virgen de Valvanera es, pese a ser una cofradía de gloria, todo un paso de misterio, dado que cuenta la milagrosa historia del encuentro de la Virgen en el interior del tronco de un roble por parte del ladrón arrepentido Nuño Óñez y el clérigo Domingo en un valle riojano. Las dos tallas secundarias situadas en la delantera del paso mirando hacia la Virgen representan precisamente a estos personajes.
Este conjunto escultórico dejó atrás la calle Blanco White para afrontar una lenta y muy bien trabajada revirá hacia Jiménez Aranda a los sones de “Valle de Sevilla”. Después, no hubo más marchas hasta que el paso cruzó de nuevo Luis Montoto junto a uno de los fragmentos del acueducto romano que abastecía de agua a Sevilla desde los Caños de Carmona.
El cruce llevó a la Virgen de Valvanera a la calle Alberto Durero, en cuya esquina recibió una ofrenda floral antes de seguir su camino mientras la Banda de las Nieves tocaba “Soleá, dame la mano”.
Ya en el lado izquierdo de Luis Montoto, antigua calle Oriente, sólo quedaban para regresar a casa las calles Campo de los Mártires, Jesús Presentado al Pueblo y San Benito, entrando de nuevo en la parroquia a eso de las once y cuarto de la noche. La estampa de la Virgen de Valvanera con saya, la que conocieron los abuelos de los actuales vecinos del barrio, acababa de pasearse por la zona de la ciudad de la que es Patrona.
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Es una Gloria que no suena mucho en Sevilla pero que se presenta muy dignamente en la calle, se ve que eso no responde a la improvisación de unos cuantos días antes de la salida.
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