viernes, 30 de julio de 2021

SANTA MARTA REGRESA EN JEREZ A SU CAPILLA TRAS LOS CULTOS EN LA MERCED


Tras el triduo y la misa solemne que este año han tenido lugar en la Basílica de la Merced, a la que se trasladó el pasado domingo (ver), Santa Marta regresó anoche a su capilla en una nueva jornada de culto público en Jerez. 
"¿Esto es un traslado o una procesión? Si lleva hasta cruz de guía", comentaba en voz alta una mujer en la misma puerta de la Merced. Pues, en la práctica, una procesión con su cortejo y su acompañamiento musical; aunque muy diferente a la que habría sido su salida procesional de un 29 de julio en condiciones normales (ver). Eso sí, como más tarde, por la calle Justicia, comentaría un hermano ante las andas, lo que ayer vivió la hermandad era impensable en 2020, cuando los cultos se celebraron en San Lucas sin traslado público de la imagen (ver).
Las puertas de la Basílica estaban abiertas por la misa que se había celebrado antes, pero no sería hasta las nueve y cuarto de la noche cuando el cortejo se pondría en camino por un itinerario diferente al traslado de ida. Si aquél duró una hora, éste iba a durar el doble.
También cambió el cortejo, dado que a la cruz de guía, tras la que iban varias parejas de hermanos con hachetas, la seguían las representaciones con su estandarte corporativo de las hermandades de la Virgen de la Cabeza, las Tres Caídas, el Desconsuelo, Madre de Dios del Rosario y la Misión Redentora. Asimismo, también iba el banderín de la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Caridad, perteneciente a la propia Hermandad de Santa Marta, cuyo estandarte daba paso a un tramo de hermanos con cirios blancos y a la presidencia.






Los acólitos y sus cuatro ciriales, los del paso del Traslado al Sepulcro, anunciaron la salida de Santa Marta, de nuevo iluminada con los candelabros del misterio y sobre las andas cedidas por la Hermandad de la Sed. Sí era distinta la vestimenta de la santa, que llevaba su manto de terciopelo verde claro y la saya blanca, ambas prendas bordadas en oro, y el fajín verde. Lucía además la aureola, unos pendientes, un broche con su nombre y el emblema mercedario.
Un quinteto de metales de la Banda de Música Maestro Dueñas, de El Puerto de Santa María, volvió a encargarse del acompañamiento musical, saliendo directamente detrás de Santa Marta desde el interior de la Basílica. Las andas salieron a la calle Merced y comenzaron a recorrerla en dirección a Santiago. Curiosamente, sin formar parte de su itinerario de cada Miércoles Santo, la cofradía la recorrió en dirección inversa en 2019 cuando la lluvia la obligó a regresar a su capilla tras refugiarse en la Iglesia de la Victoria.
Ya en la calle, el quinteto de metales interpretó "Tras tu manto, Entrega". Santa Marta avanzó y posteriormente se detuvo a la altura de la confluencia con la calle Santa María de la Merced. El periodista Miguel Perea, que acaba de atravesar un delicado momento de salud, fue invitado en este punto a tocar el llamador tras la primera parada de Santa Marta en la calle.















La segunda parada se realizó a la altura de la casa hermandad del Transporte. Allí esperaban un grupo de hermanas de Santa Marta dispuestas a llevar sobre sus hombros a la santa hasta la Parroquia de Santiago. A lo largo de este trayecto, los músicos de la Banda Maestro Dueñas tocaron las composiciones "Entre varales", "La Estrella Sublime" y "Stella, Signum Fidei", llegando hasta la puerta lateral de Santiago, donde recibió a la santa una representación de la Hermandad de la Buena Muerte con su estandarte. Los cofrades de la corporación de la Noche de Jesús regalaron un ramo de flores que fue colocado sobre las andas.





















Las mujeres que habían llevado a Santa Marta hasta este punto volvieron a su lugar en el cortejo con los cirios que les devolvieron quienes iban a continuar portando las andas. Así, siguieron hacia la calle Oliva a los sones de "Concepción de las Viñas Coronada". Después, por la Plaza de los Ángeles, un hermano indicó a los capataces que la cofradía iba con unos diez minutos de adelanto. Más adelante, Santa Marta giró muy lentamente hacia la calle Justicia a los sones del "Ave María" atribuido a Caccini, aunque su autor real es Vavilov.
Y tras un primer tramo estrecho de la calle, las andas se detuvieron. Posteriormente, antes de que las andas se dispusieran a continuar, una tulipa del candelabro trasero del costero derecho se cayó hasta el suelo, aunque por fortuna sin dañar a nadie. Pasado el pequeño susto, Santa Marta siguió su camino, ahora con la marcha "Cristo de la Viga".















Recorrer la calle Justicia, entre casas abandonadas, con fachadas descuidadas y puertas y ventanas tapiadas, hace que uno trate de imaginar cómo sería el barrio décadas e incluso siglos atrás, lleno de vida, de vecinos. Santa Marta le puso anoche vida a esta zona donde, pese a todo, aún quedan edificios habitados. Desde algunas ventanas se asomaban sus moradores para ver el discurrir de la patrona de los hosteleros.
Marchas como "Cristo de la Expiración" y "Virgen de la Piedad" sonaron por la larga calle Justicia, que finalizó en la amplísima Plaza del Mercado, caracterizada por su altas palmeras. En ella, los integrantes del quinteto de metales tocaron "Bendita Paz" y "Reina de la Porvera", y antes de dirigirse a la Plaza de San Mateo se despidió del cortejo la Hermandad de las Tres Caídas. Ambas hermandades, Santa Marta y las Tres Caídas, suelen encontrarse en esta plaza cada Miércoles Santo antes de tomar ambas la calle Justicia en su camino a la carrera oficial (ver).















Ya muy cerca de su capilla, Santa Marta avanzó cuando se oía de nuevo "Entre varales", y después, mientras giraba ante la puerta de su templo, los músicos interpretaron "Pasan los campanilleros". Desde la azotea se lanzaron fuegos artificiales entre los aplausos de los presentes.









Finalmente, como había ocurrido en el traslado de ida, la penúltima marcha que se pudo escuchar fue "Mi Esperanza", en este caso con Santa Marta accediendo al atrio de la capilla, donde, junto a la gran fotografía de Madre de Dios del Patrocinio y al azulejo de la propia santa, las andas se detuvieron.
En ese momento, las mismas mujeres que habían llevado a Santa Marta por la calle Merced realizaron su entrada en la capilla cuando eran aproximadamente las once y veinticinco minutos de la noche.








"La Estrella Sublime" se oyó para la definitiva entrada de Santa Marta en el templo, momento en que se lanzaron más fuegos artificiales, subrayando así la jornada festiva que para sus cofrades es siempre el día de la santa hospedera. Y no, no lo vivió la hermandad como habría deseado, pero tampoco como el año pasado, cuando, como dijo aquel hermano, era impensable siquiera imaginar algo como lo vivido ayer. De nuevo Jerez dando muestras de saber adaptarse a las circunstancias, pero sin resignarse a la nada. Y ya van unas cuantas...