Dentro de los actos del XXV aniversario de la Hermandad del Carmen Doloroso, entre los que se encontraba la exposición conmemorativa que se pudo visitar esta semana (ver), el pasado viernes se celebró un vía crucis extraordinario con la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Paz, que salió sobre las andas cedidas por la Hermandad de la Candelaria y vestido con túnica lisa de color burdeos.
El recorrido marcado para este culto extraordinario era muy especial, dado que incluía su descurrir por puntos clave en los veinticinco años de historia de la corporación del Miércoles Santo. A las siete de la tarde se produjo la salida desde la Parroquia de Omnium Sanctorum, aunque antes, en el presbiterio del templo, se produjo el rezo de la primera estación del vía crucis. La segunda fue en la misma puerta ojival antes de que el Señor, que lucía las potencias de plata sobredorada y amatistas de Orfebrería Villarreal estrenadas en 2018, tomara la calle Peris Mencheta.
La cruz de guía de los Javieres ante su casa hermandad indicaba el lugar donde se rezaría la tercera estación. Ante ella pasó todo el cortejo, formado por dos tramos de hermanos con cirios; el primero lo encabezaba la antigua cruz de guía de la corporación, y el segundo tenía delante el estandarte corporativo.
Los ciriales que el Miércoles Santo anteceden al paso de misterio hacían lo propio el viernes ante las andas, que estaban adornadas con rosas, orquídeas, jacintos, safari, olivo y espinos. Al llegar a la altura de la cruz de guía de los Javieres, las andas, al mando de los hermanos Gallego, se detuvieron para el rezo de la tercera estación y posteriormente continuaron el recorrido buscando el Pasaje González Quijano.
En el propio Pasaje tuvo lugar el rezo de la cuarta estación y después el Señor de la Paz se dirigió por la calle Relator a la Alameda de Hércules, siempre antecedido por la Escolanía Salesiana y la Capilla Musical María Auxiliadora.
Por la Alameda, el cortejo pasó junto a las columnas del extremo norte del paseo antes de acercarse a la Capilla del Carmen de Calatrava, que forma parte también de la feligresía de Omnium Sanctorum, de forma que la advocación carmelita está presente en ella tanto en una imagen letífica como en una dolorosa.
El Señor de la Paz llegó hasta la misma puerta, abierta de par en par, y fue recibido por la cofradía de la calle Calatrava, donde se rezó la quinta estación del vía crucis.
Finalizado el rezo, el Señor de la Paz tomó la calle Calatrava buscando el Colegio Safa Nuestra Señora de los Reyes, donde por obras en Omnium Sanctorum estaba residiendo la entonces Agrupación Parroquial del Carmen Doloroso cuando en 1995 llegó la noticia de la aprobación de sus primeras reglas como hermandad de penitencia.
Más tarde vendría el paso por la Hermandad del Rocío de la Macarena, la calle Virgen del Carmen Dolorosa y la casa hermandad de la Reina de Todos los Santos, antes de regresar a la Parroquia de Omnium Sanctorum, cerrándose así este vía crucis extraordinario, primera celebración en la calle del XXV aniversario de la Hermandad del Carmen. La segunda será el próximo 14 de noviembre, con la salida extraordinaria de la dolorosa.
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