lunes, 30 de septiembre de 2013

VALVANERA, CON LOS ANCIANOS DE LAS HERMANITAS DE LOS POBRES


La Virgen de Valvanera vivió este sábado su salida procesional desde la Parroquia de San Benito, arropada no sólo por vecinos de la Calzá y hermanos de la corporación, sino también por devotos llegados como cada año desde La Rioja, lugar de origen de esta advocación mariana.
Pese a la incertidumbre meteorológica, el cortejo de la cofradía comenzó a salir a la hora prevista, las siete de la tarde, encabezado por cruz alzada y ciriales, seguidos por el Guión de San Benito, el Simpecado, una representación del Grupo Joven de la Hermandad de San Benito y el estandarte corporativo de esta cofradía del Martes Santo. Finalmente, antes de la presidencia y el cuerpo de ciriales figuraba el estandarte de la Hermandad de Valvanera.





Con el cortejo ya en la calle, el paso, guiado por el capataz y hermano mayor, Carlos Morán, giró sobre sí mismo para encarar la puerta, ya que estaba orientado hacia el altar del templo. Cuando ya estaba saliendo, desde el interior se escuchó el Himno Nacional interpretado al órgano, pero una vez fuera la Asociación Musical de La Algaba, que se estrenaba este año tras la Virgen de Valvanera después del efímero paso por la corporación de la Banda del Sol en 2012, tocó igualmente el Himno.










La primera levantá en la calle, cuando ya la Virgen y el roble recuperaron su altura normal en el paso, la dedicó Carlos Morán a todos los vecinos del barrio. Acto seguido, la banda comenzó a interpretar "Valvanera, Patrona de la Calzá" mientras la Virgen, ataviada este año con manto azul bordado, pasaba junto al andamiaje instalado con motivo de las obras de reparación del campanario de San Benito.















El paso salió a Luis Montoto a los sones de "Dolores del Cerro", con la que la Virgen de Valvanera reviró hacia la izquierda. Previamente, un emocionado Carlos Morán dedicó esta nueva levantá a María, una anciana en silla de ruedas situada justo delante del paso. La Patrona de la Calzá se vio reflejada poco después en el azulejo que la representa sobre la puerta lateral de San Benito.










La parada más especial del itinerario de la Virgen de Valvanera estaba muy cerca: la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres. Con la marcha "Virgen de la Paz" llegó el paso a la cancela y la atravesó porque, al contrario que otros años, los ancianos esperaban a la Patrona del barrio no en la misma calle, sino en la puerta del edificio bajo los soportales. Hasta allí llegó el paso con dos marchas: "Encarnación Coronada" y "Macarena", de Abel Moreno.

























Poco a poco, el capataz mandó que el paso, adornado con claveles blancos, nardos y gladiolos, se colocara frente a frente a los ancianos y a las hermanas que esperaban a la Virgen de Valvanera. Se podían ver caras de auténtica emoción, y de nuevo a Carlos Morán pareció quebrársele la voz cuando pedía que la levantá fuera a pulso a modo de oración para que el año que viene no falte ninguno de estos ancianos a su cita con la Virgen. "Vosotros sois capaces de conseguir eso y mucho más", les dijo a los costaleros. El llamador lo tocó una de las hermanas de la congregación, no sin ciertos reparos por lo que consideraba una gran responsabilidad.









Cumplimentada la visita, el paso comenzó a alejarse de la residencia a los sones de "Virgen de los Estudiantes", mientras era testigo de la escena la escultura de la fundadora de las Hermanitas de los Pobres, Santa Juana Jugán, que se representa en una de las cartelas del costero derecho del paso. A ella y a Santa Ángela de la Cruz, la Virgen de los Reyes y la Virgen de la Encarnación de San Benito corresponden los rostros representados en las cartelas laterales de estas andas de Manuel de los Ríos estrenadas en 1997, mientras que San Fernando se sitúa en la delantera arriba, entre el clérigo Domingo y el ladrón arrepentido Nuño Oñez.








Cuando eran casi las ocho de la tarde, casi una hora después de haber salido de San Benito, la Virgen de Valvanera volvía a Luis Montoto, mientras sonaba "Hiniesta Coronada", para continuar su itinerario por las calles del barrio de la Calzá, seguida en todo momento por bastantes cofrades y devotos, y sin que la lluvia, que sí fue protagonista el año pasado, hiciera acto de presencia.