viernes, 30 de septiembre de 2016

LA VIRGEN DE REGLA, ENTRE FAROLES DEL PALIO DEL ROCÍO EN SU BESAMANOS


El besamanos a María Santísima de Regla, de la Hermandad de los Panaderos, ha comenzado este viernes en su sede, la Capilla de San Andrés, y se prolongará hasta el próximo domingo. Para este besamanos, la dolorosa que cierra el Miércoles Santo se encuentra en la parte alta del presbiterio de la capilla, entre los dos faroles entrevarales del paso de palio de la Virgen del Rocío, de la Hermandad del Beso de Judas, que los ha cedido para la ocasión.
La Virgen de Regla viste la saya de su Coronación Canónica, bordada en oro sobre tisú por Mariano Martín Santonja, y manto azul del mismo autor, bordado en oro y sedas según el diseño de un antiguo manto de Rodríguez Ojeda propiedad hoy de la Hermandad de la Soledad de Cantillana.
Luce también la corona de oro labrada por los Hermanos Delgado igualmente para la Coronación, un puñal de oro en el pecherín, donde se ve además un broche con su advocación, y ya cerca de la cintura vemos la réplica de la Medalla de la Ciudad y más abajo una medalla de la Virgen de los Reyes.
La dolorosa de los Panaderos, que está elevada sobre una pequeña peana de plata, tiene detrás, con el retablo cubierto por un gran cortinaje rojo, un total de veintidós candeleros de plata con cera blanca, once a cada lado, y varias jarras de su paso de palio con diversas flores blancas, que también están delante del conjunto, en otras dos jarras colocadas sobre columnas de madera tallada y dorada con fuste salomónico. Finalmente, ante cada una de estas columnas hay dos blandones plateados con grandes cirios blancos.






























SANTA MARTA CELEBRA EL CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE LUIS ORTEGA BRU


El pasado 16 de septiembre se cumplieron cien años del nacimiento de Luis Ortega Bru, genial imaginero de la localidad gaditana de San Roque que dejó una serie de obras, todas ellas personalísimas, que hacen que hoy sea visto como uno de los más brillantes escultores que dio el siglo XX.
Aunque en Sevilla no existe ni un solo misterio procesional realizado íntegramente por él, lo que sin duda le afectó, no por ello son menos sobresalientes sus imágenes realizadas para las hermandades de Santa Marta, San Gonzalo, la Cena, el Baratillo o Monte-Sión, a lo que habría que añadir, si hubieran salido adelante, sus trabajos para las Cigarreras y la Trinidad que sin embargo no pasaron de proyectos, decantándose esas hermandades por otros autores para la realización de sus titulares.
Y si salimos de Sevilla, es absolutamente recomendable conocer, por ejemplo en Jerez de la Frontera, el impresionante misterio del Descendimiento, éste sí obra íntegramente suya, y la Cena, obra anterior al apostolado sevillano.
Consciente, por tanto, de la importancia de Ortega Bru y del patrimonio legado por el artista, de complicada biografía, la Hermandad de Santa Marta, bajo cuyos titulares descansan sus restos, ha sido la encargada de organizar una serie de actos de homenaje abiertos a la participación de todas las hermandades sevillanas con imágenes salidas de su gubia, incluyendo a la hermandad filial de gloria de la Virgen de la Sierra, cuya titular es también obra suya debido a que su mujer, Carmen, era natural de Cabra, localidad cordobesa de la que la Virgen de la Sierra es Patrona.
Dentro del homenaje preparado por la Hermandad de Santa Marta, hay que destacar que durante esta semana en la capilla que la cofradía tiene en la Parroquia de San Andrés se pueden ver todas las imágenes que forman parte del paso de misterio, incluyendo a María Salomé y María Cleofás, que normalmente no se encuentran en el altar, sino que estas dos tallas se conservan en la casa hermandad.
Hay que recordar en este punto que María Cleofás era antiguamente la Virgen de las Penas, la segunda que hizo Ortega Bru para este misterio y que sería sustituida por la dolorosa actual de Sebastián Santos, razón ésta que llevaría a un distanciamiento del imaginero con la hermandad, aunque con el tiempo llegaría la reconciliación.





Ayer, jueves, tuvo lugar la primera jornada de actos de homenaje a Luis Ortega Bru. A las ocho y media de la tarde se celebró una misa oficiada por el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías y párroco de San Vicente, Marcelino Manzano Vilches, con asistencia de representantes de las hermandades sevillanas con imágenes del escultor sanroqueño, y de familiares suyos.
Al término de la misa, se ofició un responso con ofrenda floral ante la lápida bajo la que se encuentran los restos de Ortega Bru en la capilla de la hermandad.


Finalmente, se celebró en la misma parroquia una mesa redonda en la que se contaron algunos aspectos sobre la vida, la obra y las características más definitorias de Ortega Bru como escultor e imaginero.
Participaron como ponentes en esta mesa redonda Luis Ángel Ortega León, hijo de Ortega Bru y también escultor; el historiador y escritor Manuel Jesús Roldán Salgueiro; el catedrático de Historia del Arte y hermano mayor de San Gonzalo, José Fernández López; y el periodista Enrique Hernández Luike, amigo personal del imaginero y, como reconoció anoche, modelo en el que se basó Ortega Bru para tallar al Cristo de la Misericordia del Baratillo. El moderador de la mesa redonda fue Benito Rodríguez Gatíus, autor de una de las primeras monografías dedicadas al escultor.





Finalizada la mesa redonda, tuvo lugar una convivencia en la casa hermandad que cerró esta primera jornada de actos de homenaje a Luis Ortega Bru. Hoy, viernes, la sede del Círculo de Labradores será escenario de la segunda jornada, con la proyección de un documental sobre el imaginero realizado por Julio Vera García a partir de las ocho de la tarde. Media hora después, el profesor de Historia del Arte Andrés Luque Teruel ofrecerá una conferencia sobre el misterio del Traslado al Sepulcro.

jueves, 29 de septiembre de 2016

TRASLADO DE LA VIRGEN DEL ROSARIO DEL BARRIO LEÓN A SAN GONZALO


En la tarde de este miércoles fue trasladada a la Parroquia de San Gonzalo desde su capilla la imagen de Nuestra Señora del Rosario del Barrio León, para la celebración de los cultos anuales en su honor hasta la salida procesional del próximo sábado 8 de octubre.
En concreto, hoy, jueves, comenzará el triduo a las siete y media de la tarde, mientras que el domingo, a la una de la tarde, será la función principal de instituto.
El traslado comenzó pasadas las siete de la tarde, con un cortejo formado únicamente por la cruz de guía entre faroles, varios hermanos con velas, el estandarte corporativo, la junta de gobierno y el cuerpo de acólitos.




Mientras las dos campanas de la espadaña de la capilla de la calle Padre Maruri repicaban, la Virgen del Rosario inició el traslado portada en andas por sus cofrades. Vestía manto rojo y saya azul, ambos bordados en oro, y lucía ráfaga, corona, media luna y cetro plateados.
El capataz de la cofradía, Ricardo Almansa, se encargó de dirigir las andas por las calles del Barrio León; unas andas que iban iluminadas con cuatro candeleros de plata con cera blanca y adornadas con una variedad floral compuesta de claveles blancos, gladiolos, nardos y paniculata.
Desde Padre Maruri, la Virgen del Rosario tomó la calle Ángel Solans y giró en Dolores León para dirigirse a la Avenida de Coria, hacia la residencia de ancianos de Nuestra Señora de la Consolación.



































Los ancianos esperaban a la Virgen del Rosario en los jardines de la residencia. Las andas se detuvieron frente a ellos y comenzó el rezo del rosario, formado en este caso, al ser miércoles, por los misterios gloriosos.







Finalizado el rezo de los cinco misterios y tras el canto de la Salve, la Virgen del Rosario se dispuso a abandonar el recinto de la residencia de ancianos en dirección, ahora sí, a la Parroquia de San Gonzalo.
Para ello, volvió a tomar por la calle Dolores León, pero giró a la izquierda en calle Giralda, después a la derecha en Cristo del Soberano Poder y finalmente, por Clavel, accedió a la Plaza de San Gonzalo para alcanzar en línea recta la parroquia, donde se estaba celebrando una misa, lo que obligó a ralentizar un poco el ritmo para dar tiempo a que terminase la eucaristía antes de entrar en el templo.








  





















Una vez dentro del templo, la Virgen del Rosario avanzó por el pasillo de la nave central hasta quedar detenida mirando hacia el altar en el presbiterio, en cuyo lado izquierdo ya se encontraba el paso procesional.
Después de unas oraciones de bienvenida, todos los presentes cantaron la Salve y, posteriormente, las andas giraron para mirar primero hacia el altar de la Hermandad de San Gonzalo, y después se completó la vuelta hasta quedar la Virgen orientada hacia la puerta de la parroquia.









Fue un traslado breve y emotivo, con la visita a los ancianos de la residencia de la Avenida de Coria. Pero no es más que el principio de unas jornadas muy especiales para la Hermandad del Rosario del Barrio León, que concluirán en los días 15, 16 y 17 de octubre con el besamanos ya en su capilla.