martes, 16 de junio de 2009

"ELLA NUNCA TIENE PRISA"


El Tribunal Superior de Justicia de Madrid le ha dicho a ZP que no se haga más el remolón y que pague lo que debe. En este caso, la deuda de ZP asciende a más de un millón de euros y la institución perjudicada por el impago es la Hermandad de la Macarena de Sevilla. En 2004, cuando gobernaba Aznar, se aprobó la concesión de esta subvención para diferentes obras de mejora en la basílica que incluían la eliminación de barreras arquitectónicas y la remodelación del museo de la cofradía. Pero llegó ZP y decidió que, como a su abuelo lo mató no sé quién en la guerra, todo lo que oliera a iglesia debía ser inmediatamente ninguneado. Recordemos que por entonces nuestro presidente del Gobierno encargó aquel proyecto de estatuto de laicidad que pretendía prohibir toda manifestación religiosa pública (Semana Santa, Corpus, romerías...). Por todo ello, dijo que de darle una subvención a la Macarena ni hablar.
Ahora, sin embargo, los tribunales han tenido que enseñarle a ZP lo que tenía que haber aprendido durante sus muchos años como silencioso diputado en el Congreso. Que los presidentes del Gobierno lo son de todos los españoles y que lo que es de justicia lo es, independientemente de las creencias o posiciones particulares del gobernante de turno. Los tribunales le han indicado que si un Gobierno aprueba una cosa dentro de la legalidad, no puede venir el siguiente y borrar de un plumazo todo lo que no le conviene. Esto, llevado al extremo, es lo que ha pasado con el Plan Hidrológico Nacional. En qué momento se le ocurriría a ZP cargarse también eso...
En fin, lo importante es que, como dijo el hermano mayor de la Hermandad de la Macarena, Juan Ruiz Cárdenas, finalmente se ha hecho justicia. "Teníamos fe en la Virgen. Ella nunca tiene prisa y sabíamos que, antes o después, nos devolverían el dinero". Un dinero que disfrutarán los visitantes que a menudo pasan por la Basílica de la Macarena, los turistas que se interesan por el museo, los hermanos y no hermanos de la cofradía, los devotos... Es decir, decenas de miles de ciudadanos españoles (y muchísimos extranjeros) para quienes ZP también ejerce de presidente del Gobierno, aunque éste tenga aún el reloj parado en épocas felizmente superadas.