jueves, 31 de octubre de 2013

LÁGRIMAS DE EXALTACIÓN


El pasado fin de semana la Hermandad de la Exaltación celebraba por décimo año consecutivo el besamanos a Nuestra Señora de las Lágrimas en la Parroquia de San Román. Quién sabe si habrá sido la última vez, dado el sorprendente breve plazo que se calcula para las esperadas obras de Santa Catalina que, en principio, se iniciarán en enero.
La dolorosa del Jueves Santo estaba subida en una peana dorada, entre columnas salomónicas también doradas con flores diversas, entre las que destacaban las azucenas. Flanqueaban a la Virgen cuatro candeleros con cera blanca y detrás cuatro de los ciriales de la cofradía.
Al fondo, delante del altar mayor del templo, había un dosel de cultos con diversas piezas de la candelería del paso de palio de la Virgen de las Lágrimas, los respiraderos y la peana, sobre la que había más flores.


























Mientras tanto, en el altar que ocupan los titulares de la cofradía en San Román permanecía en solitario el Santísimo Cristo de la Exaltación, ya que la imagen de San Juan Evangelista había sido retirada del culto durante el besamanos a la Virgen de las Lágrimas, quizá para mantener la simetría del altar. Sólo acompañaban al crucificado cuatro candeleros y un gran ramo de claveles rojos a sus pies.


miércoles, 30 de octubre de 2013

LA VIRGEN DEL ROSARIO RECORRIÓ LA FELIGRESÍA DE SAN GIL ABAD


El pasado domingo tuvo lugar la salida procesional de Nuestra Señora del Rosario de la Hermandad de la Macarena por las calles de la feligresía de San Gil. La salida se produjo a las seis y media de la tarde desde la Basílica, con la Centuria Macarena delante de la cruz de guía. En el cortejo, en el que participaron un buen número de hermanos con cirios, figuró también el conopeo basilical, el Simpecado del Rosario, la Bandera Concepcionista, el guión de Santo Domingo y las representaciones de las hermandades del Rocío de la Macarena, el Carmen de San Gil y la Sacramental de San Gil, antes del estandarte de la propia Hermandad de la Macarena.












Una gran cantidad de cofrades siguió a la Virgen del Rosario a lo largo de su itinerario. Por la calle San Luis resultaba complicado avanzar debido a la estrechez  de la misma. En la presidencia se encontraba el hermano mayor, Manuel García, junto a otros miembros de la junta de gobierno.
La Virgen vestía saya blanca y manto rojo sobre su paso, exornado con rosas blancas, azucenas y nardos en las esquinas, y guiado por Antonio Santiago, su hijo y Ernesto Sanguino. Por la zona más estrecha de la calle San Luis la Sociedad Filarmónica del Carmen de Salteras interpretaba "Macarena", de Emilio Cebrián. Posteriormente, alcanzó la Plaza del Pumarejo con la marcha "Madre Purísima Macarena".








Aunque durante la mayor parte del itinerario se interpretan marchas dedicadas a la propia hermandad, fundamentalmente a la Virgen de la Esperanza, la Banda del Carmen enlazó en el Pumarejo y el inicio de Relator tres marchas ajenas, como "Virgen de la Estrella", "Pasan los campanilleros" (en la revirá) y "Virgen de los Estudiantes".















Por Relator, volvieron los sones macarenos con "Aniversario macareno", aunque más adelante, en la revirá hacia Parras sonó "Cristo en la Alcazaba", seguida de "Esperanza Macarena".




















En la calle Parras, un acólito explicaba que este año no les ha tocado a los costaleros de la Virgen de la Esperanza llevar a la del Rosario, sino que han sido los del Señor de la Sentencia los encargados de pasear a la imagen letífica de la hermandad.
Tras parar después de una larga chicotá durante la revirá, el paso siguió adelante hacia San Gil con la marcha "La Macarena", de Paco Lola.









A eso de las diez de la noche volvió de nuevo la Virgen del Rosario a la Basílica, después de un recorrido mucho más breve que el de la faceta penitencial de la hermandad. Tras la suspensión de la salida procesional por la lluvia en 2012, la Virgen del Rosario de la Macarena pudo volver a lucirse por las calles en una procesión muy concurrida, pese a la "competencia" inesperada que supuso la salida extraordinaria de la Virgen de las Angustias.