viernes, 31 de enero de 2014

BESAPIÉ A NUESTRO PADRE JESÚS DE LAS PENAS EN EL CONVENTO DE SAN LEANDRO


El pasado domingo tuvo lugar el tradicional besapié a Nuestro Padre Jesús de las Penas de la Hermandad de San Roque, pero esta vez en la iglesia del Convento de San Leandro, donde la cofradía reside temporalmente por el cierre de su parroquia.
Para este culto, y al contrario del besamanos extraordinario celebrado durante el quinario con motivo de su 75 aniversario, el Señor de las Penas fue ubicado en el lado opuesto al altar del templo, justo delante del lugar donde recibirá culto el Santo Crucifijo de San Agustín hasta la reapertura de San Roque.
El Nazareno de Antonio Illanes llevaba potencias y corona de espinas, y vestía la túnica burdeos estrenada en 1994 y bordada en el taller de Fernández y Enríquez. Cuatro guardabrisas de plata con cera roja lo iluminaban a sus pies, además de varios blandones con cirios blancos. El Santo Crucifijo de San Agustín, por su parte, contaba con candeleros de cera azul.
En cuanto al exorno floral, estaba compuesto de lirios morados en cuatro jarras sobre sendas columnas salomónicas doradas y en un centro en el suelo, mientras que a los pies del Señor había un pequeño ramo de claveles rojos.

























En la habitual mesa petitoria, además de las estampitas de los titulares, se vendían dulces elaborados por las madres agustinas de San Leandro. Era una buena manera de colaborar con una congregación que tan necesitada está de la ayuda de todos y a la que seguramente la estancia de la Hermandad de San Roque en su casa le será muy beneficiosa.

jueves, 30 de enero de 2014

EL CRISTO DE LA FUNDACIÓN, RESTAURADO


Pedro Manzano ha vuelto a demostrar su gran valía con la restauración del Santísimo Cristo de la Fundación, una imagen que ha regresado a su altar de la Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles con un aspecto impecable que permite contemplar matices de la policromía que habían quedado ocultos con el paso del tiempo, y que no habían sido completamente rescatados en la restauración realizada en Madrid a finales de los años ochenta; una restauración que, aunque también se ocupó de la enorme suciedad existente, se centró más bien en reparar los innumerables daños de la estructura interna de la talla.
Desde el pasado octubre y hasta su regreso en este mes de enero, el crucificado que tallara en 1622 Andrés de Ocampo ha estado en las dependencias de la Hermandad de los Negritos siendo restaurado por Pedro Manzano, que acumula ya un buen número de actuaciones sobre imágenes titulares de hermandades, tanto de Sevilla como de fuera.
En este caso, los trabajos han consistido en la consolidación de la estructura de la imagen, limpieza de la policromía, fijación de ésta donde había riesgo de desprendimiento y reintegración en aquellas zonas donde se había perdido. Asimismo, se ha modificado el sistema de sujeción a la cruz, que durante estos meses ha estado vacía en el altar.
Además de la limpieza en sí de la imagen, la mayor claridad y luminosidad que ahora presenta, y el brillo generalizado de la escultura, llaman especialmente la atención las zonas verdosas que se pueden observar principalmente en el rostro y el torso, con las que en su origen se buscaría representar los moratones provocados por los golpes sufridos por el Señor durante su Pasión. También se han recuperado regueros de sangre que apenas se apreciaban.
Se trata, sin duda, de un excelente trabajo con el que ha recuperado el esplendor perdido uno de los más valiosos crucificados de la Semana Santa, otro exponente del glorioso, para la imaginería, siglo XVII. Un esplendor que quedará aún más patente cuando a las tres de la tarde del próximo Jueves Santo el Cristo de la Fundación salga a la amplitud de la calle Recaredo.














miércoles, 29 de enero de 2014

EL BESAMANOS DEL 75 ANIVERSARIO DE MARÍA SANTÍSIMA DEL REFUGIO


Este fin de semana ha tenido lugar el anual besamanos a María Santísima del Refugio, un culto que, pese a ser habitual, se ha vivido en la Hermandad de San Bernardo de una forma muy especial por el 75 aniversario de la talla de la dolorosa que realizara Sebastián Santos Rojas, la primera del imaginero onubense para Sevilla.
Así, el besamanos comenzó la tarde del mismo sábado en que, por la mañana, se había celebrado un rosario de la aurora con la Virgen del Refugio llevada en andas por las calles del barrio, algunas de las cuales nunca recorre la cofradía en su estación de penitencia el Miércoles Santo. Además, la noche del viernes se celebró una vigilia.
Ya por la tarde del sábado y durante toda la jornada del domingo, la dolorosa se presentó a los fieles en besamanos en el presbiterio de la Parroquia de San Bernardo, vestida con el manto de salida, saya blanca y con una nueva cinturilla que se ha estrenado precisamente con motivo del 75 aniversario de la Virgen. Es una pieza bordada en oro a realce con el escudo de la hermandad en el centro en sedas de colores, obra de Jesús Rosado. También lucía la corona de salida.
La Virgen del Refugio estaba ante el dosel de cultos de la hermandad, bajo el que se colocó un trono de reina flanqueado por antiguos candelabros de metal plateado del siglo XIX. El exorno floral estaba compuesto principalmente por rosas blancas, aunque poco a poco se fueron añadiendo ramos variados donados por devotos y colectivos del barrio. Asimismo, se situaron varios blandones dorados para iluminar el montaje.

























En el lado opuesto al altar, bajo el órgano, se había colgado una gran foto antigua de la dolorosa con el lema "75 años bajo tu Refugio". Esa misma foto era la que se entregaba como estampita en el besamanos y la que, en forma de reposteros, se puede ver en la fachada del templo, junto al retablo cerámico del Cristo de la Salud, y en ventanas y balcones de muchas viviendas del viejo arrabal de San Bernardo.