domingo, 15 de marzo de 2020

LA VIRGEN DEL MAYOR DOLOR Y TRASPASO, CON EL MANTO DE SALIDA DE LA ESTRELLA


María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, de la Hermandad del Gran Poder, ofreció el pasado viernes, en el inicio del que tenía que haber sido su besamanos durante todo el fin de semana, una estampa histórica al estar vestida con el manto procesional de la Virgen de la Estrella.
Este manto, bordado por Consolación Sánchez en el último cuarto del siglo XIX, según diseño de Edmigio Serrano, perteneció a la propia Virgen del Mayor Dolor y Traspaso hasta que en 1908 fue vendido a la Hermandad de la Estrella. Precisamente por ello, con motivo de las obras de ampliación de la Capilla de la Estrella y de sus dependencias de la calle San Jacinto, el manto está desde el pasado mes de mayo al cuidado de la Hermandad del Gran Poder, lo que, con el permiso correspondiente de la cofradía trianera, ha facilitado que pudiera ser utilizado para el besamanos frustrado de este año.
Afortunadamente, las circunstancias no impidieron contemplar al menos el viernes esta estampa, para la que la dolorosa de la Madrugá también vestía una saya granate bordada en oro en el siglo XIX. Por otra parte, lucía su corona procesional, un puñal de plata en el pecherín y sujetaba un pañuelo con la mano derecha.
La Virgen del Mayor Dolor y Traspaso estaba situada en el presbiterio alto de la Basílica del Gran Poder, elevada sobre su peana procesional del siglo XVIII, la que inspiró el diseño del paso de misterio de la Hermandad de la Amargura.
Junto a la dolorosa veíamos unos grandes candelabros de plata con altas velas blancas, mientras que más adelantadas había dos jarras sobre sendos pies de planta cuadrada y de terciopelo rojo. Las flores presentes en estas jarras, así como en las dispuestas en otros puntos del altar, entre ellas algunas de su paso de palio, eran antirrhinum de color blanco. Además, ante el camarín de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder había diferentes candeleros con cera blanca y dos de los ángeles mancebos del paso del Señor sobre sendas columnas doradas.
Finalmente, hay que apuntar que en el lugar de culto habitual de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso se encontraba el simpecado de la corporación con un centro de antirrhinum y dos candelabros ante él.























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