La Hermandad de la Carretería celebró este fin de semana el besapié al Santísimo Cristo de la Salud y el besamanos a María Santísima de la Luz, con los que finalizaron los cultos en honor a ambos titulares que forman parte del paso de misterio de la corporación.
La dolorosa se encontraba en primer término, vestida como suele estarlo durante la estación de penitencia de cada Viernes Santo, con la mano derecha extendida y un pañuelo de encaje en la izquierda. Junto a la imagen había dos jarras del paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad con antirrhinum morados, las mismas flores que había en un gran centro ante la dolorosa salpicados de rosas blancas.
Detrás estaba el Cristo de la Salud con sus potencias de salida, ante un altar con diversos candeleros con cera blanca, otras cuatro jarras del palio con las mismas flores y un cortinaje de damasco rojo abierto en el centro, donde todo el año reciben culto el crucificado, la Virgen de la Luz y San Juan Evangelista.
Además, en los extremos estaban los faroles de entrevarales del paso de palio con más antirrhinum morados delante y los cuatro ángeles de las esquinas del paso junto a ellos, mientras que del techo colgaba dos lámparas de sagrario.
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