Como cada primer viernes de marzo, Nuestro Padre Jesús Cautivo, la gran devoción del Tiro de Línea, estuvo expuesto en besamanos en la Parroquia de Santa Genoveva, donde ocupó el presbiterio alto vestido con la túnica bordada por el taller de Elena Caro en 1974 y con las potencias de salida.
El Cautivo tenía ante sí una alfombra con el escudo de la hermandad y estaba elevado sobre una fina peana dorada. Además, lo flanqueaban los dos ángeles mancebos que lo acompañan en su paso, aunque aquí sujetaban dos de los faroles de la cruz de guía en lugar de los guardabrisas. Los ángeles se alzaban sobre sendos pies de madera policromada de base hexagonal y delante tenían diversas especies florales de tonalidades morada, roja y malva.
Detrás, ante un cortinaje de terciopelo rojo con una gotera en el centro con el escudo de la hermandad bordado, la Virgen de las Mercedes y San Juan Evangelista presidían un altar iluminado con numerosos candeleros con cera blanca y adornado con varias jarras del paso de palio. En el centro había un templete de plata cobijando un relicario, mientras que en los laterales, junto a la dolorosa, estaban las patas de la peana del paso de la Milagrosa de la propia parroquia, divididas de dos en dos, sosteniendo un candelabro plateado cada una con cinco velas blancas. Además, también se veían los cuatro ángeles de las esquinas del paso del Cautivo.
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