La Hermandad de la Trinidad celebra, una semana después del besamanos a la Virgen de la Concepción (ver), el de Nuestra Señora de la Esperanza, que en esta ocasión tiene lugar en el presbiterio de la Basílica de María Auxiliadora, en lugar de en la capilla que la cofradía del Sábado Santo tiene dentro del propio templo.
Además, la Esperanza Trinitaria está ataviada como salía antes a la calle en su estación de penitencia, cuando era conocida como la Esperanza Blanca por el color de su manto de salida y de su palio, hoy todo ello de terciopelo verde. Así, la dolorosa de Juan de Astorga se presenta en este besamanos vestida con el manto blanco de camarín bordado en oro y sedas precisamente con piezas procedentes de aquel antiguo manto de salida de dicho color. Lleva también la saya de tisú blanco bordada en oro por Juan Manuel Rodríguez Ojeda en los años veinte del pasado siglo.
Sobre la cabeza luce la corona de oro de su Coronación Canónica, mientras que en el pecherín tiene la réplica de la Medalla de la Ciudad y dos broches, uno de ellos con la cruz trinitaria en oro de ley, rubíes y zafiros. Y en el fajín militar lleva la placa de la Policía Local, de la que la Virgen de la Esperanza es Patrona, y una medalla de María Auxiliadora, entre otras.
La dolorosa está elevada sobre una peana de madera tallada y dorada, y tiene ante sí una alfombra con el escudo de la hermandad, colocada a su vez sobre la tarima en la que se apoya todo el altar del besamanos. Flanquean a la Virgen dos centros florales con claveles, lisianthus, nardos, gladiolos y antirrhinum, todo ello de color blanco.
Detrás de la dolorosa, vemos el dosel de cultos de la hermandad, al que se han añadido en la parte superior algunas piezas de la crestería del paso del Santísimo Cristo de las Cinco Llagas. A cada lado del dosel hay unos candelabros de plata con nueve velas blancas cada uno, y unos pequeños doseles con ángeles ceriferarios cedidos por la Parroquia del Corpus Christi.
Ante cada uno de estos ángeles hay cuatro candeleros con cera blanca. Además, el de la izquierda tiene a sus pies un templete de plata con la Inmaculada, y el de la derecha un relicario, enseres ambos que figuran en el entrecalle del paso de palio.
Completan este montaje otros dos candelabros de plata situados fuera del entarimado de este altar, a cada lado de éste, en el suelo.
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