viernes, 8 de diciembre de 2017
INMACULADA 2017: PENAS
Durante toda la jornada de la Inmaculada Concepción, la imagen de Nuestra Señora de las Penas, de la Hermandad de Santa Marta, permanecerá expuesta en besamanos en el presbiterio alto de la Parroquia de San Andrés, donde por segundo año lucirá el manto azul bordado en oro por el Taller de Santa Bárbara y diseñado por Francisco Javier Sánchez de los Reyes; una prenda que fue la gran novedad del besamanos de 2016 (ver).
Al igual que entonces, el manto se combina con la saya burdeos bordada en oro por Paleteiro en 2001, aunque en esta ocasión la dolorosa de Sebastián Santos no lleva una diadema sobre la cabeza, sino la corona con la que no se presentaba en su besamanos desde el año 2013 (ver).
En el pecherín, la Virgen de las Penas lleva únicamente un alfiler con el escudo de la hermandad, aunque en la cintura tiene otro alfiler con tres piezas de pedrería. La mano derecha es la que da a besar, mientras que con la izquierda sostiene un rosario.
Una peana de madera dorada sirve para elevar la altura de la dolorosa, que se encuentra flanqueada por dos de los ángeles mancebos que van en las esquinas del paso de misterio del Traslado al Sepulcro, aunque aquí no sujetan los elementos de la Pasión del Señor que portan cada Lunes Santo, sino sendos faroles de plata.
En los extremos del presbiterio se sitúan a diferentes alturas un total de seis jarras con tulipanes blancos, una flor no muy utilizada en este tipo de cultos por las hermandades. Detrás de la dolorosa hay cuatro blandones dorados con cera blanca y dos candelabros plateados sobre mesas de madera dorada. Y al fondo, el retablo mayor del templo, que preside una talla de la Inmaculada Concepción, se encuentra iluminado por un buen número de candeleros y adornado con más jarras también con tulipanes.
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