miércoles, 7 de febrero de 2024

EL CARTEL DEL LXXV ANIVERSARIO DE LA MISIÓN, DE MANUEL MENA BRAVO


La Hermandad de la Misión ha presentado el cartel conmemorativo de su LXXV aniversario fundacional, una obra de Manuel Mena Bravo cuya descripción ha dado a conocer con todo detalle la propia corporación de la Parroquia de San Antonio María Claret:

"La obra es una pintura al óleo realizada sobre tabla con unas dimensiones de 73x92 centímetros donde se representa la imagen del Inmaculado Corazón de María junto a un nazareno de la Archicofradía en un paisaje idílico en el que se puede apreciar al fondo la ciudad de Sevilla y la iglesia del Claret.
En el proceso de creación, el autor ha tenido claro desde el principio que la imagen protagonista del cartel tenía que ser el Inmaculado Corazón de María, al tratarse de la devoción con la que se funda la hermandad en 1949 siguiendo su espíritu claretiano. Junto a esta premisa, ha buscado la forma de representar los 75 años de vida de la corporación de una manera en que la escena fuera lo más natural posible.
De este modo, siguiendo el estilo de las pinturas del siglo XV y XVI, estilo al que nos recuerda la propia imagen de la Virgen, nos encontramos en un paisaje irreal en el que utilizando la perspectiva aérea se nos presenta en primer plano la escena principal con una composición triangular formada por el nazarenito que, arrodillado y con una vara, ofrece una azucena como símbolo de pureza a la Virgen, que contempla la acción mientras sostiene al Niño que bendice a su vez al nazareno. Para cerrar dicha composición, el artista utiliza el capirote y un conjunto de flores que simbólicamente hacen referencia, por un lado, al carácter mariano, con rosas, azucenas y nardos, y por otro lado, al carácter sacramental y de pasión de la hermandad, con espigas de trigo, pasionarias y cardos.
Esta escena nos recuerda a la temática que se desarrolló principalmente en el Renacimiento por pintores como Rafael o Leonardo Da Vinci, y posteriormente en el Barroco, en la que aparecía la Virgen con el Niño Jesús y un infante San Juan Bautista en actitud relajada y familiar. Aprovechando esta temática, el nazareno se convierte en el encargado, en el que tiene 'la misión' de anunciar al que está por venir en la tierra de María.
En la parte posterior de la escena, en la otra orilla del río, como si se tratase del mismo paraíso, encontramos en el lado izquierdo la propia ciudad de Sevilla, esa tierra de María, representada principalmente por la Catedral, la Torre Pelli y un conjunto de edificios, y en el lado derecho la iglesia del colegio del Claret, sede de la hermandad, rodeada de vegetación en la que destacan las palmeras, haciendo alusión al barrio de Heliópolis.
Para reforzar la estética renacentista, Manuel utiliza colores brillantes que recuerdan a los empleados en aquella época, como pueden ser el azul cobalto y ultramar, el 'verdigrís' o el bermellón, aplicados mediante la técnica del 'sfumato', fundiendo los colores entre sí y difuminando la pincelada a medida que se van enfriando gradualmente para crear el efecto de profundidad.
Por último, se incluyen en la composición el título de la hermandad en la parte superior y la leyenda con el motivo de la celebración en la parte inferior".

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