El 16 de enero de 1400 los religiosos terciarios franciscanos tomaron posesión de la primitiva capilla de la calle Real de Castilleja de la Cuesta, iniciándose así el culto a una imagen mariana de tamaño académico con la advocación de Santa María de la Concepción. Comenzó así en la localidad una devoción concepcionista que en este 2025 ha cumplido 625 años.
Dentro de los actos y cultos conmemorativos de la corporación, entre los pasados 17 y 26 de octubre tuvo lugar en la sede del Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla la exposición "Castilleja de la Cuesta y su Patrona. 625 años de devoción concepcionista".
Comenzamos nuestro recorrido por la muestra en el patio, donde se exponía el paso procesional, con peana, respiraderos y candelabros de madera dorada de José Gil (1913-1917) y jarras de metal plateado sobredorado de autor anónimo de los años 20 del pasado siglo.
Sobre el paso, y colocados sobre un maniquí, se podían ver la saya de otomán bordada en oro por Josefa Maya González (2005), el cíngulo celeste bordado en oro y sedas por la misma bordadora (1998) y el manto procesional, de terciopelo celeste bordado en oro y sedas por Esperanza Elena Caro con diseño de Antonio Garduño Navas (1969). Otros enseres eran la ráfaga de plata (Palomino, 1865), los ángeles de la ráfaga, de madera tallada, estofada y policromada (siglo XVIII), diversos atributos marianos de aluminio imitando al talco (Ignacio Ribeiro, 2021) y plata de ley (Villarreal, 2022), una peluca de tirabuzones de pelo natural (Artesanía Rodríguez, 2005), la corona de plata (José Guzmán, 1762), la media luna de plata de ley (Orfebrería Triana, 2009), la nube (anónima del siglo XVIII y ampliada en 1917), los serafines de la nube (siglo XVIII) y el llamador de metal dorado (primera mitad del XX).
También en el patio estaba el simpecado, bordado en oro y sedas sobre malla de oro con forro de seda celeste, obra de Carrasquilla Rodríguez (1942).
Y a su lado, el sinelabe, bordado en oro sobre raso celeste por Sobrinos de Caro (1954).
Seguimos en el patio, donde se exponía un óleo sobre lienzo de la Inmaculada Concepción (Alfonso Chaves, 1947) junto a un busto de bronce de Hernán Cortés de autor anónimo del siglo XIX, réplica del que se halla en la puerta principal del Convento de las Reverendas Madres Irlandesas de Castilleja de la Cuesta. Su presencia en la exposición venía motivada por ser un gran devoto de la Inmaculada y haber fallecido muy cerca de la antigua ermita de la calle Real.
En una vitrina se mostraban, por otro lado, partituras de marchas procesionales y poemas, la partitura del pasodoble de Manuel Carmona y Abel Moreno "¡Que viva la calle Real!", las letras de las plegarias del Coro Calle Real, compuestas por Arturo Lastra Picazo desde 1982, la equipación del Castilleja C. F., que utiliza los colores blanco y celeste por la Inmaculada Concepción, varios discos y letras dedicadas a la Inmaculada de los Hermanos Reyes, y diversos envoltorios de las famosas tortas de aceite que utilizan igualmente los colores blanco y celeste.
En otra vitrina había varios instrumentos del Coro de Campanilleros de la Inmaculada Concepción de Castilleja de la Cuesta y la letra de una de sus coplas.
A su lado, estaba la primera bandera oficial de Castilleja, adoptada el 8 de septiembre de 1964, con los colores azul y blanco en honor a su Patrona. Era la bandera del municipio hasta que fue modificada el 9 de octubre de 2006.
Antes de adentrarnos en la sala principal de la exposición nos deteníamos en el cartel conmemorativo de los 625 años de la devoción concepcionista en Castilleja, pintura realizada en técnica mixta (acuarela, lápices de colores y acrílico) sobre papel prensado en tabla con bastidor por Rafael Muñoz Granados (2025).
Ya en la sala observamos una fotografía de la Inmaculada realizada en la década de los años 70 por Fernand. En ella la imagen aparece vestida al estilo murillesco y zurbarenesco.
Bajo la foto había una vitrina con varios documentos, tales como la concesión a los franciscanos del término territorial de la calle Real (1400); una serie de bulas y privilegios de la Orden Tercera (1400); la antigua medalla de la Asociación de Hijas de María de principios del siglo XX donde aparece la Inmaculada Concepción; un recibo del Congreso Mariano Hispano-Americano de Sevilla (1929), que culminó con una magna procesión mariana a la que se invitó a la Hermandad de la Inmaculada Concepción de Castilleja; un informe del párroco constatando la fundación de la Asociación de Hijas de María (1885); y un documento sobre la autoría de la actual imagen de la Inmaculada Concepción, que es obra de Gumersindo Jiménez Astorga (1878).
Veíamos a continuación otro maniquí con la aureola de estrellas de plata sobredorada (Fernando Marmolejo, 1944), el manto azul celeste brocado en oro de la década de los cincuenta del siglo XX y el cíngulo de agremán de hilo de metal dorado de autor anónimo del XIX.
Observábamos luego unas antiguas varas de presidencia de plata cincelada y repujada de José Guzmán, de finales del siglo XVIII.
Al lado estaba la primitiva imagen de Santa María de la Concepción, imagen anónima del siglo XV, vestida con una saya de tisú de oro bordada en 1889 para la imagen actual y atribuida a las Hermanas Antúnez, así como una corona de plata del siglo XIX.
También se exponía el primitivo Cristo de la Vera-Cruz, talla anónima de principios del siglo XVI y de tamaño académico.
Seguimos con la carta de hermandad con la Orden Franciscana (2009).
Hace 25 años Antonio Martínez Fernández pintó el óleo sobre lienzo que sirvió de cartel conmemorativo del sexto centenario de la devoción concepcionista en Castilleja de la Cuesta.
Una pequeña vitrina albergaba un relicario de San Francisco de Asís de plata de ley (Orfebrería Triana, 2010), la bendición seráfica del ministro general de la Orden de Frailes Menores (2009); y la reliquia de los beatos mártires franciscanos de Fuente Obejuna.
Enmarcado conserva la hermandad un cordón franciscano donado en el año 2000 por la Orden Tercera.
Veíamos luego un óleo sobre lienzo de la Inmaculada Concepción de la primera mitad del siglo XVIII, obra de un autor desconocido.
Del taller de Pedro Roldán es una talla de San Francisco de Asís de principios del siglo XVIII, realizada originalmente para el Convento de Nuestra Señora de la Consolación de la calle Sierpes de Sevilla.
También se mostraba el cartel conmemorativo del cuarto centenario de la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción y de la Hermandad Sacramental; un óleo sobre lienzo de Antonio Díaz Arnido (2015).
Seguimos con una talla de Santa Clara de Asís de autor desconocido de principios del siglo XVII.
A continuación se podían ver algunas piezas del antiguo altar mayor de la parroquia (anónimo, 1766) y del actual (Cristóbal de Guadix y Juan de Valencia, 1705-1717); la talla anónima del siglo XVII del beato Juan de Prado; y la puerta del sagrario del antiguo altar mayor (anónimo, 1766).
Podíamos ver también una talla anónima de San Antonio de Padua de principios del siglo XVIII.
Igualmente, se exponía un conjunto formado por el simpecado que reproduce el anterior, realizado en 2009 por Josefa Maya González y bordado en oro y sedas sobre malla de oro y forro de seda celeste; la cruz sacramental de metal plateado (Fernando Marmolejo, 1945-1946); unas varas de presidencia de metal dorado y plateado (Marmolejo, años 40); la bandera concepcionista, bordada en oro y sedas sobre moaré celeste y blanco (Josefa Maya, 2008); el peto del caballo del simpecado y los de los caballos de la 'vuelta' del Domingo de Resurrección, de autoría anónima.
Seguimos con el cartel de las Fiestas Patronales de 2018, realizado en técnica mixta por Javier Mateos Lozano.
Y el de las Fiestas Patronales de 2023, hecho con la técnica de pintura digital por Alejandro S. López.
Debajo de los carteles había una vitrina con un ostensorio de bronce sobredorado (anónimo, 1673); un cáliz de plata cincelada (Antonio Macazaga, 1828); un copón de plata de ley (anónimo, 1774); las pastas del libro de reglas, de carey y plata (Jorge Ferrer, 1941); la reproducción de una bula de Pablo V (1615) concediendo indulgencias a la hermandad; un incensario de plata (anónimo, primera mitad del siglo XVII); unas bandejas petitorias de plata (anónimo, 1872); y un ostensorio de plata sobredorada (Vicente Gargallo, 1790-1795).
Continuamos con el estandarte de la Asociación de Hijas de María, con bordados en oro y sedas sobre otomán celeste por Esperanza Elena Caro (1961), con lienzo de Antonio Martínez Fernández (1997) y asta de metal plateado de Villarreal (1997). Junto al estandarte, unas varas de presidencia de metal dorado y plateado, también de Villarreal (1997).
Al lado estaban una saya de Josefa Maya González, bordada en oro y sedas sobre piel de ángel blanco (1998); un manto de raso de seda celeste realizado en Valencia (2009); y una nube de camarín y serafines de madera tallada, estofada y policromada de Darío Fernández Parra (2019-2020).
A continuación se mostraba un conjunto formado por la cruz parroquial y ciriales de plata de ley de Orfebrería Villarreal (1995); y casullas, estola, manípulo, bolsa de corporal y cortina del sagrario utilizados en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, todo ello de autor anónimo y de brocados de plata sobre seda celeste de principios del siglo XX.
De 2012 es el cartel de la Coronación Canónica de la Inmaculada Concepción, realizado en técnica mixta (acrílico y óleo sobre lienzo) por Fernando González Camacho.
Con el cartel estaba la corona de la Coronación Canónica, realizada en oro por Juan Antonio Borrero Campos, de Orfebrería Triana, en 2013. Cada estrella de la corona tiene un brillante.
Al lado veíamos los documentos de aprobación de la Coronación Canónica a cargo del Cardenal Carlos Amigo y el que deja constancia de la celebración de ésta por parte del arzobispo Juan José Asenjo. Y junto a estos documentos, la aceptación del rey Juan Carlos I como hermano mayor honorario y de la reina Doña Sofía como camarera honoraria (1987).
Continuamos con el cartel del CL aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, pintado al óleo sobre lienzo por Antonio Martínez Fernández en 2004.
Bajo el cartel había una vitrina en la que se podía ver una corona de camarín de metal plateado (anónimo, siglo XIX); una faja de Estado Mayor donada en 2008 por Jorge Viñé Blanco, general de Brigada del Cuerpo General de las Armas; un cíngulo de agremán en hilo de metal dorado y pedrerías (anónimo, siglo XIX); una aureola de estrella de plata (anónimo, años 20 del siglo XX); una faja de teniente general donada en 2018 por Juan Gómez de Salazar Mínguez; y un candelabro de hierro fundido con baño de plata (anónimo, principios del siglo XX).
Observábamos después un óleo sobre lienzo de Jesús Nazareno realizado por un artista desconocido en el siglo XIX.
Continuamos con unos exvotos de entre los siglos XIX y XX, realizados en latón y otros materiales.
Luego podíamos ver un armario con algunos de los trajes de novia y vestidos confeccionados para la Inmaculada Concepción, de entre el amplio ajuar que tiene la imagen desde los años 40 del siglo XX hasta la actualidad.
Del siglo XIX y autor anónimo es un Niño Jesús de madera tallada y policromada.
Junto al Niño se encontraba el manto procesional de la Inmaculada Concepción, bordado en oro sobre raso celeste. Está atribuido a las Hermanas Antúnez (1889), y al igual que el Niño Jesús, fue donado a la hermandad por José Marín Oliver, quien fuera alcalde de Castilleja de la Cuesta.
Antonio García Barrero pintó en acrílico sobre lienzo en 2010 el cartel del CCL aniversario del patronazgo de la Inmaculada Concepción sobre España, las Indias y todos sus reinos.
Y en 2017 David Gómez López pintó al óleo sobre lienzo el cartel del CXXV aniversario del patronazgo de la Inmaculada Concepción sobre el Arma de Infantería Española.
A continuación veíamos en una vitrina un buen número de joyas, broches, medallas y distinciones que forman parte del ajuar de la Inmaculada Concepción.
En otro punto de la sala se encontraba un manifestador eucarístico de madera tallada y dorada por un autor desconocido a finales del siglo XIX.
Seguimos con el cartel de las Fiestas Patronales de 2021, pintado en acuarela sobre papel por Tomás Rodríguez Barba.
Y el de las fiestas de 2019 fue realizado por José Diego Chaves Borrego en técnica mixta: grafito, óleo y acrílico sobre tabla estucada.
En esta zona de la sala veíamos una saya con bordados en hojilla de oro y cordoncillo del siglo XIX, pasada a otomán blanco en 2019. Y con ella, un manto de terciopelo verde agua bordado con hojilla de plata y mostacillas, adquirido en París a principios de los años 90 del siglo XX.
Al lado había un conjunto de saya de raso de seda rosa con bordados del traje del torero Ruperto de los Reyes (años 50 del siglo XX), cíngulo de bolillo en hilo de oro con forro de seda valenciana celeste y manto de tisú celeste donado en 2023 por la juventud de la hermandad.
Igualmente se mostraba una saya de tisú de plata bordada en oro atribuida a Teresa del Castillo (1861) y un manto de raso celeste brocado en oro donado por un grupo de hermanos en el año 2000.
Otra saya era la bordada en oro sobre tisú del mismo metal para la Coronación, obra de Francisco Carrera Iglesias en 2013 con diseño de Antonio García Barrero; tenía con ella el cíngulo de la Coronación, bordado en oro y sedas por Josefa Maya González en 2013 y el manto de seda de color azul adornado con encaje de hilo de oro (2005).
Y una última saya estaba confeccionada con otro traje del torero Ruperto de los Reyes, bordado sobre raso de seda blanca; con ella, un manto de seda valenciana de color turquesa brocada en oro, donado en 2006 por un grupo de hermanas.
Formaba también parte de la exposición la custodia procesional de asiento, de madera tallada y dorada por un autor desconocido en 1863.
Y llegamos al final de la muestra con una vitrina en la que se mostraban varios documentos: dos artículos de prensa de El Correo de Andalucía (1926) y ABC (1950) sobre el patronazgo de la Inmaculada Concepción; un decreto del Arzobispado de Sevilla de 1870 que resuelve un conflicto entre la Hermandad de la Inmaculada y la de Santiago, y en el que por primera vez se reconoce el patronazgo de la Inmaculada sobre Castilleja; un inventario parroquial del 31 de diciembre de 1913; y una acta capitular de 1904 sobre la festividad y el patronazgo de la Inmaculada.
Muy interesante este nuevo acercamiento de las devociones de la provincia al centro de Sevilla a través de una de las exposiciones ya habituales del Mercantil en plena calle Sierpes.















































































































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